El viento se levanta: ¡Hasta a Carmen de Mairena le gusta Miyazaki!

“El viento se levanta”

Título original: “Kaze tachinu”
(The Wind Rises)

Director: Hayao Miyazaki

Japón

2013

Sinopsis (Página Oficial):

El legendario director de animación Hayao Miyazaki, creador del mítico Studio Ghibli, vuelve a la carga en la que será su última película antes de retirarse definitivamente. “El viento se levanta” narra la historia de Jiro Horikoshi, el hombre que diseñó varios de los cazas japoneses durante la 2ª Guerra Mundial y cómo su trabajo choca frontalmente con su espíritu sensible y apasionado. Todo ello con el trasfondo de la emocionante historia de amor que le mantuvo al lado de su mujer en los peores momentos de sus vidas.

Crítica Bastarda:

Sigo emocionado (y ‘emosionado’) con la despedida cinematográfica de Hayao Miyazaki y, aunque el maestro tendrá que dedicar tiempo a contratar un sicario para que su hijo deje de hacer películas que mancillen su apellido (o las haga convenientemente gracias a dolorosas sugerencias), es hora de repasar las maravillas que nos desvela su ‘testamento’ fílmico. Como ya escribí una reseña para Cinema ad Hoc —y tristemente fui objeto de comentarios sobre la falta de heces, humor bastardo y zafiedad— he decidido que esta crítica sea más bastarda. De este modo y a continuación, tendrán la crítica de HAMOR que nadie esperaba sobre el adiós del autor de sublimes obras como “El viaje de Chihiro” o “Porco Rosso” (y esa cosa que tan cachondo pone a muchos y tanto sueño da a unos pocos llamada “La princesa Mononoke”). Hayao Miyazaki se merece que alguien a su altura le dedique un poe-hez-ma. Seamos claros, ¿a quién no se la levanta Miyazaki y más con una película que se llama “El viento te la levanta”? 

¡Hasta a Carmen de Mairena le gusta Miyazaki! O eso pensamos, así que nada mejor que soñar que nuestra HAMADA Carmen dedicara el tributo final al maestro ¿del orgasmo del cinéfilo?:

Al ver “El viento se levanta” el coño me empezó a chorrear y estuve muy angustiada, 

dejé toda la sala de cine inundada. 

Porque, ¡qué cachonda me puso el director!

Con tanto viento, me dejó er’ coño de buen humor.

Yo en agradecimiento le comía to er’ martillo a Hayao Miyazaki, 

como cada noche hace con Thor la Elsa Pataki. 

La película trata sobre un diseñador de aviones gafapasta y japonés, 

como sé que la tienen pequeña pensaba en que me llenarían la boca veintitrés.

Se llamaba Jiro Horikoshi y soñaba mucho con un italiano,

yo también fantaseaba con tener sus trancas en cada mano.

Y luego Jiro fracasa pero se enamora, 

y yo también me ponía cachonda con la pintora.

Pero al final la enferma, el viento y una espina de caballa le sirven de inspiración, 

y yo perdía tanto líquido por el chocho que me tuvieron que hacer una transfusión.

Y lloraba por arriba y por abajo como si fuera Maria Carajo,

con un buen puñado de japoneses comiéndole lo de debajo.

Porque de “El viento se levanta” me pusieron cachonda hasta los bueyes, 

y al salir del cine también tuve un orgasmo porque sobre mojar bragas no hay leyes.

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