Resurrection: Muerta… y enterrada

Serie de TV

“Resurrection”

EEUU 

2014

Sinopsis (Página Oficial):

Los habitantes de Arcadia, Missouri quedarán transformados para siempre cuando sus seres queridos fallecidos súbitamente comienzan a regresar. Un niño de 8 años de edad, un muchacho americano se despierta solo en un campo de arroz en una provincia rural de China sin tener idea de cómo llegó hasta allí. Los detalles empiezan a surgir cuando el muchacho, que se llama Jacob, recuerda que su ciudad natal es Arcadia y un agente de inmigración, J. Martin Bellamy, lo lleva allí. La casa que él reclama como suya está ocupada por una pareja de ancianos, Henry y Lucille Langston, quienes perdieron a su hijo Jacob hace más de 30 años. Aunque su apariencia es diferente, el joven Jacob los reconoce como sus padres. Los más cercanos a la familia tratan de desentrañar este misterio imposible pero este muchacho, que dice ser el difunto Jacob, sabe secretos acerca de su propia muerte que nadie más conoce…

Crítica Bastarda:

El éxito de audiencia del estreno de “Resurrection” puede ser enfocado desde la sobredosis de dramas con componentes y añadidos fantásticos (o de ciencia ficción) o como un reverso sensible y humano de “The Walking Dead”. ¿El público se ha hartado de niños que te quieren comer los intestinos como aperitivo? Llegamos, por el contrario, a otro tipo de polémica. Aunque el material originario es la novela de Jason Mott da la impresión de ser un remake americano encubierto de la reivindicada “Les Revenants”, emitida en EEUU precisamente por Sundance Channel. De hecho, el piloto que propone Charles McDougall (director de capítulos de “The Good Wife”, “Sexo en Nueva York” o “House of Cards”) pudiera funcionar como íntimo melodrama familiar y puesta al día de algunos componentes de la controvertida “Reencarnación” de Jonathan Glazer como hilo de suspense. No es el caso de la nueva serie de ABC que rápidamente nos revela que estamos tratando ante un milagro (que no Apocalipsis Zombie) y ese niño americano que aparece en China va a formar parte de ese levantamiento de los muertos similar al filme francés de 2004 de Robin Campillo. Con ‘La resurrección de los muertos’ aparecen muchas de las debilidades dramáticas y argumentales de la adaptación: sus mecanismos son tan torpes (y tramposos) como la aparición de un hombre aparentemente tras la caza del niño protagonista para finalmente dejarnos claro el advenimientos de los fallecidos y sus reincorporación familiar con sus seres queridos en momento WTF! que parece un sketch de Saturday Night Live como cliffhanger final.

Desconozco si el componente del ‘milagro’ va a ser catártico o esconde sorpresas y misterios como en “Les Revenants” pero me preocupa la aceptación de “Resurrection” por ese público que ha aplaudido el carácter humano e incluso religioso de una ficción demasiado esmirriada y con tantas lagunas como esos niños que manejan smartphones perfectamente sin haber visto uno en su vida (salvo que en el inexistente más allá que confirma el protagonista hagan un curso de formación al respecto) o que no se vuelven locos por ‘viajar en el tiempo’. Cuentan los lectores de la novela de Mott que la ficción ha realizado sospechosos cambios y aquí entra en juego la aparente dulcificación de la serie francesa para fines comerciales y captar la atención a base de recursos sensibleros de la audiencia adicta al drama barato. No sé si irán a por un thriller tenebroso o al drama más infantil y familiar pero, de momento, el piloto de “Resurrection” se queda en tierra de nadie: escasamente existencial y adulto para ser tomado en serio por el público de la televisión por cable y auto-censurado y bienintencionado para no transformarse en una variación de “La Cúpula”. 

Pese a que tenemos misterios mi interés por esta serie (y seguimiento) acaba aquí aunque el hecho de los ‘mensajes ocultos’ del piloto sumados a su éxito me preocupan. Para empezar, ¿por qué China? ¿Es el futuro del pueblo americano? ¿Quieren contarnos que los niños tienen que trabajar hasta la muerte como chinos? ¿La ropa del niño, por cierto, también es a prueba de muerte (y olores)? Es que el mocoso no se cambia en varios días y puede que se la dieran en el cielo y tenga poderes o intolerancia a la suciedad y mal olor (y esas cosas). Esperemos que en el segundo capítulo cambien de ropa al niño y expliquen cómo reconoció a sus padres cuando ningún espectador hubiera entablado algún tipo de relación entre Claire Bronson como versión joven de Frances Fisher (y viceversa). Únicamente tengo claro que el niño ha regresado para malmeter, sacar trapos sucios y provocar el final del mundo (como poco), pero el público americano no paró de mojar sus bragas y emocionarse con el piloto de una serie que ya considera una obra maestra de la televisión. Para mí, desde luego, está muerta… y enterrada.

P.D.: A este niño cuando le digan que tiene que volver al colegio se vuelve a tirar al río.

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