“Capitán Phillips”
Título original: “Captain Phillips”
Director: Paul Greengrass
EEUU
2013
Sinopsis (Página Oficial):
Capitán Phillips examina desde múltiples puntos de vista el secuestro en 2009 del buque portacontenedores estadounidense el Maersk Alabama por parte de una tripulación somalí de piratas. Gracias a la perspectiva inconfundible del director Paul Greengrass, la película es tanto un thriller que acelera el pulso como un complejo retrato de los innumerables efectos de la globalización. La historia se centra en la relación entre, el oficial de mando del Alabama’s, el Capitán Richard Phillips (interpretado por el actor ganador en dos ocasiones del Oscar® Tom Hanks), y el Capitán pirata somalí Muse (Barkhad Abdi), que lo toma como rehén. Con Phillips y Muse se inicia una imparable colisión cuando Muse y sus hombres ponen la mira en el buque desarmado de Phillips. Tras el enfrentamiento que se produce, a más de 230 kilómetros de la costa somalí, ambos hombres se hallarán a merced de fuerzas que escapan su control.
¿Y ya está? ¿De verdad que esto es una película que aspira a los Oscars? ¿De verdad? O sea, ¿Míster Somalía secuestra a Forrest Gump, FIN y te nomino hasta el alicatado del barco? ¿Nos están trolleando en Hollywood o esta película es una alegoría de la piratería y la imposibilidad de coaccionar a la industria? Veamos (y esto no es spoiler porque es una noticia de periódico): 20 minutos de prólogo para presentar al capitán, su tripulación y a los piratas; otros 15 minutos de tensión para un intento de asalto de los piratas somalíes; otros 15 minutos para la siguiente y exitosa captura; ¡y casi una hora y cuarto para su infructuoso intento de secuestro del Capitán Phillips y su petición de rescate millonario! En condiciones normales esto sería la primera media hora del capítulo de “Alakrana” de Telecinco. Olvídense de un secuestro de 20 días sin ducha o ver al Duque en plan bondage porque aquí el argumento es más simple que el mecanismo del saca-pezones que utiliza Tom Hanks. Sí, porque vaya desconcertantes pezones… Entre que el líder de los piratas somalíes es Míster Somalia —un hombre muy guapo y atractivo que parece el hermano gemelo (y requete-güeno) de Will Smith— y nadie puede dejar de mirar los maco-pezones picudos de Tom Hanks, “Capitán Phillips” provoca sensaciones encontradas en el espectador. ¿Era una película sobre un secuestro de buque portacontenedores estadounidense o la versión masculina de “Emmanuelle: Secuestrada en el Cuerno de África”?
Míster Somalia, demasiado guapo para ser verdad |
Hay que reconocer que únicamente Paul Greengrass puede sacar tajada al anodino asunto y secuestro. El inventor del twerking cinematográfico es capaz, con sus meneítos y su montaje de infarto, hacer que la compra de una anciana con andador en un Carrefour se convierta en “Misión imposible: Protocolo Fantasma” o que el paseo de un tetrapléjico por el pasillo de su casa para ir al baño contenga más tensión y giros que “Origen”. Muchos le critican pero fue el primero en hacerlo y nadie puede imitar sus meneos de cámara sin hacer vomitar a la audiencia y, ahora, es capaz de conseguir que un secuestro chorra dure dos horas y cuarto (más, al parecer, de lo que duró el propio secuestro) y parezca una odisea que moje las bragas de millones de espectadores y críticos. Lo fuerte es que me esperaba otra cosa teniendo en cuenta que la propia tripulación había desmentido la versión heroica de ese capitán (don perfecto, gran líder y por supuesto padre ejemplar de familia) que arriesgó su vida para salvarles. Según ellos, Richard Phillips es un hijo de fruta déspota, imprudente y sin ningún plan en su cabeza de serrín que nadie quiere como capitán. Es más, cuentan que fue realmente el ingeniero aquel que ejerció de héroe y rol que se atribuyó a sí mismo Phillips… Con todo lo anterior esperaba, por lo tanto, a Tom Hanks con un cuchillo en la boca y buceando entre misiles, disparos, helicópteros en llamas zumbando el Dolby Surround y megatones de explosiones en esos supuestos cuatro días de cautiverio (que aquí parecen veinte minutos alargados). Nada de nada… La mayor heroicidad que comete Hanks es conseguir ponerse la camiseta que el negociador da a los piratas para dejar de torturar a la audiencia con sus pezones mutantes. ¿Y ya está? Perdone, yo he pasado a pie por un polígono de Mordor y es mucho peor que todo esto.
¡FORREST GUMP HA VUELTO! |
Otra cuestión es que se analice el discurso sobre la falta de oportunidades en el mundo civilizado actual y la imposibilidad de las nuevas generaciones en poder optar a ese survival horror que se ha convertido el mundo laboral. Si eso pasa en EEUU, ¿qué ocurre en el Tercer Mundo? Pues, según la película, se hacen piratas para poder subsistir… Lo dicen aquellos que practican la ‘piratería’ birlando los recursos a otros y aprovechándose del subdesarrollo (impuesto) para generar millones a su costa, claro. Únicamente esa línea de debate puede ser interesante para una historia en la que el supuesto héroe acaba llorando como una niña y haciendo de Forrest Gump... again. ¿Por eso estaba tan interesado Tom Hanks en el proyecto? No sé, demasiados pezones extraños y un atractivísimo Míster Somalia me descolocan y desubican un tanto de la trama… que algunos dicen que es la repera y, otros, una recreación digna de la más maruja portera. Yo, mejor, le preguntaría a un pirata somalí… si no caigo desmayado ante tanto y tan magnánimo atractivo. Ay, pirata... secuestrarme... soy todo tuyo. Soy tu Forrest... ay.
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