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miércoles, 23 de octubre de 2013

La chica invisible (Awkward) (3x11) Surprise!: Los 17 apestan

El regreso de Jenna Hamilton a nuestros televisores está rodeado de numerosas novedades desde que el pasado 11 de junio con Redefining Jennadecidiera darse un respiro para retomar en otoño la segunda parte de su tercera temporada. MTV optó por dar una continuidad a su serie más querida por público y crítica extendiéndola y fraccionándola y el pasado agosto anunció la renovación por una cuarta entrega para 2014 que no contará con su creadora. Después de que Lauren Iungerich anunciara su marcha de la ficción, que construyó a golpe de ironía y viejos mitos de la adolescencia, se desconocía qué haría la cadena con su serie insignia. Sobre todo tras los tumultuosos cambios hormonales en el personaje principal entre su ombligo de escritora y una voz en off (marca y seña de la serie) que pudiera comenzar a agotarnos... Chris Alberghini y Mike Chessler serán los showrunners para la cuarta temporada y veremos el estado en el que queda la comedia. “La chica invisible (Awkward)” optó por jugar sus nuevas cartas en la recta final de esos episodios de su primera parte para retomar ahora ese universo de instituto revolucionado y ahora es momento de repasarlo en “Surprise!”, undécimo capítulo de su tercera temporada.

Presentar a una adolescente infiel (y adúltera) delante de nuestros ojos bajo la premisa de rellenar su ombligo de escritora y cometer locuras antes de hacerse adulta, bien pudiera ser un arma de doble filo. Después del impulsivo e irrefrenable beso de Collin y Jenna era momento de saber tanto sus consecuencias como qué pinta Matty en todo el libidinoso asunto. Es evidente que los creadores de “La chica invisible (Awkward)” saben que su serie les ha funcionado como ‘cosa de tres’ y la tensión sexual ahora va a provocar una víctima llamada Matty. “Surprise!” decide poner las cartas sobre la mesa: el 17º cumpleaños de Jenna es inminente y su deseo carnal sobre Collin no puede ser detenido… Tamara les cazará rápido y actuará como subconsciente para plantear el escenario (y lío) en el que se encuentra metido (sin mencionar su nuevo rol de zorra –bohemia- de instituto). Jenna quiere evolucionar desde sus ‘interiores’, tanto artísticos como uterinos, y Collin es el chico perfecto a dichos intereses. Obviamente su universo actual va a someterse a un terrible terremoto y el riesgo de la serie es saber si está dispuesta a romper cabos sueltos o dotarlos de un nuevo sentido para que funcionen convenientemente.


Veamos, Matty está ciego respecto a la infidelidad de su novia y Tamara deja claras las dos únicas opciones a las que se puede acoger Jenna: dejar a Collin o contárselo a Matty. La tercera pasa por la que la propia Tamara se lo cuente directamente a ese complemento y/o bolso de mano llamado Jake… y ahí tendrá el protagonismo la secundaria en sus cómicos intentos de no guardar más secretos de los que su interior pudiera albergar. O sea, dos. Tamara y Jake se merece mayor poder en los capítulos para rentabilizar su amor de pose y postureo por encima del tontoneo y contoneo de Jenna y sus eternas dudas románticas. Esta niña nació insatisfecha y ha quedado confirmado que un polvo no le ha quitado la tontería… Entre que su madre no desea arruinar su fiesta sorpresa y Matty pide información a Collin para su regalo de cumpleaños, los 17 se aproximan y Jenna Hamilton se niega a salir de su cascarón y pasar a ser esa zorra negligente de instituto devora hombres para fines de auto-bombo y escritura. Collin y ella son tal para cual y su magnetismo y pasión les acabará pasando factura. Antes veremos cómo Ming es la nueva fruta-ama del instituto y gobierna gracias a la Mafia y sus peticiones por su smartphone. La vuelta de Fred Wu le recordará que todo gran poder conlleva una gran responsabilidad y que el poderío corrompe por mucho nuevo look de estrella de Hollywood. Ming se convertirá en Becca… ¿y Becca en Ming? Esperemos que Ming ponga en control a su fogosa amiga… porque el affaire de Jenna y Matty serán descubierto por todos y todas en una fiesta sorpresa cancelada que finalmente cobró forma. Por primera vez en la vida de Jenna su cumpleaños fue revelador e inesperado… y en pleno y fogoso beso en la entrada de la casa de la chica. Con la cara de todos sus seres queridos y ese poema de dolor en el rostro de Matty, “Surprise!” plantea un complicado escenario sentimental y social de esa escritora adúltera (sí, no está casada ni ha tenido sexo... pero ya puestos a criticar). Sí, Saddie tenía razón y se perfila para ser el pañuelo de lágrimas de Matty si el profesor Hart no la asesina antes, claro.


Ahora es momento de ver cómo focalizar todo y la evolución promiscua y amoral del personaje principal. Sadie es la villana y como toda cucaracha se puede adaptar a cualquier condición. Aquí debería liarla parda, ¿no? Lacey, como sufrida madre, pudiera generar todo tipo de situaciones cómico-dramáticas al igual que Valerie, siendo ambas las consejeras ‘descerebradas’ de todos los cambios de la protagonista. Bien, hasta aquí Tamara tendría que reformarse para saber si simplemente va a ser un anexo y complemento de Jenna o tener protagonismo por sus propios medios. Su relación con Jake parece inamovible y realmente el chico ya no pinta nada en la serie pudiendo acabar como Lissa. Ming ha demostrado que “La chica invisible (Awkward)” gana enteros cuánto más poder tiene y el terrible Mr. Hart ha dotado de mayor brío y maldad las tramas románticas/artísticas de Jenna/Collin, como si ambos fueran sus experimentos y sujetos de sus maquiavélicas torturas para transfórmalos en voces autorales. La ficción de MTV qué quiere ser e incluso jugar con otros puntos de vista. ¿No sería ahora necesario un capítulo bajo el prisma y punto de vista de Matty y dejar las pelusillas de Jenna aparte? Veremos cómo avanza todo... y si tenemos ¡SORPRESAS!

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