“Killers”
Director: Robert
Luketic
EEUU
2010
Sinopsis (Página Oficial):
Spencer (Ashton Kutcher) es un superagente
secreto del gobierno con licencia para matar que decide abandonar su trabajo
cuando encuentra a la mujer de sus sueños (Katherine
Heigl) y se casa con ella. Pero la felicidad dura poco, ya que han puesto
precio a su cabeza. No sabe quién va tras él, pero sabe que son varios asesinos
y que puede ser cualquiera. Sus vecinos, sus amigos, antiguos colegas, sus
actuales compañeros de trabajo... Spencer hará equipo con su mujer para
averiguar quiénes son los misteriosos personajes que quieren verle muerto antes
de que los matones acaben con ellos… ¡y con su matrimonio!
De acuerdo,
si se abre la puerta de un ascensor y allí aparece Ashton
Kutcher luciendo
abdominal a más de una se le caen las bragas de inmediato. Precisamente “Killers” acaba cuando en la premisa finaliza el
flirteo entre los protagonistas y, en sí, da el pistoletazo de salida la eterna
copia e intento de revitalizar “Sr. y
Sra. Smith”. La película de Brad Pitt y Angelina Jolie consiguió pésimas críticas y una supuesta cornamenta
que siempre quedará en los tabloides hollywoodienses. La industria lo intentó
posteriormente con “Esto es la guerra” y “Noche y día” y hay algo evidente en que no han conseguido cuajar en
la taquilla nada más allá de las previsibles pésimas críticas. Ni la cinta de McG fue un fiasco y el filme de James Mangold cosechó buena
recaudación, pero ninguna logró acercarse a los 478 millones que convirtieron a
la película dirigida por Doug Liman
entre las 10 más taquilleras del 2005. Katherine
Heigl y Ashton Kutcher se quedan
muy lejos en cuanto números y neuromas se refiere de “Sr.
y Sra. Smith”. ¡Y con un Razzie de regalo para Kutcher! ¡BIBA! ¿Les faltó sal, vinagre, pimienta o volver a la escuela primaria ante tanta falta de recursos cerebrales? ¿El matrimonio te vuelve tonto? ¿De verdad que es esa la moraleja de este BODRIO?
Y es que más
allá de la inocuidad de un argumento tan previsible tenemos muy poco donde
rascar. Podría tener su gracia con ese puñado de personajillos aparentemente
inofensivos que resultan ser asesinos a sueldo dispuestos a liquidar al
protagonista ante su atónita y sufrida esposa. Ver a Kevin Sussman, Stuart en “Big Bang”, agarrando un arma automática y pretendiendo ser letal tiene su
encanto… durante dos segundos… porque en “Killers”
todo está desaprovechado como los crecidos pechos pre-maternales de la Heigl. La ambición que pudiera tener la
película se diluye como sangre por un fregadero al ritmo de los cientos de
balas y secuencias de acción. No entiendo la dificultad de fijarse en “Atrapa a un ladrón” o “Encadenados” por encima del efectismo
publicitario para lucir un tráiler con cientos de explosiones, unos
abdominales, dos sonrisas bonitas y una rubia de bote sumada ante la bobería
universal.
La idea es
tan trillada que admite ciertas posibilidades en la paternidad de los
protagonistas o el predecible cerco paternal ante la mirada nublada de una
madre alcohólica. Que todo tu mundo esté construido sobre una mentira no es
nuevo. Que toda esa mentira te quiera muerto pudiera ejercer como comedia si
viéramos marujas asesinas o ancianos expertos en artes marciales. Incluso algún
enano o elemento irrisorio para dejar clara la absoluta estupidez de una
historieta simplona y sin ideas. Como siempre sorprende contemplar que estas
defecaciones están escritas por cuatro guionistas aparentemente con caché y que
Tom Selleck y Catherine O'Hara está por el cheque… y entre tanto talonario y
presupuesto abultado por la nómina les quedó poco para ofrecer auténticas y
espectaculares secuencias de acción. Que se hable de porno y asesinato no
despierta aquí de los ronquidos a nadie porque “Killers” fue considerada una de las Peores Películas del 2010 por público y crítica y lo peor de
todo es que no le extraña a nadie. Sin gracia, ni talento u originalidad, sin ritmo
y con mucho aburrimiento aquí se produce todo un asesinato cerebral a la
audiencia. ¡Asesinos! ¡Hijos de fruta! ¡Asesinos! ¡Us haveis cargao mi cerebro!
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