Páginas Bastardas

lunes, 29 de julio de 2013

Dexter (8x05) This Little Piggy: Terapia Familiar

“Dexter” eligió el final del camino tiempo atrás desde que decidió proyectarse más allá de una quinta temporada y negoció con sus actores dos entregas extras durante su fallido sexto año de curso catódico para dejar todo completamente cerrado. Si bien Dexter Morgan es un incuestionable icónico televisivo, cualquier crítica podría pasar por su estiramiento para que Showtime sacara todo el jugo y la exprimiese hasta su completa… sequedad. No es la primera vez que hemos visto algo similar en series que comenzaron como ilustres ficciones y acabaron… porque ya tenían que acabar. Algunos indicarán que ya no tiene sabor, que se quedó sin sangre a partir de su cuarta y memorable temporada y la caída a los infiernos de Debra precisamente coincide con los abismos en los que se encuentra la propia ficción. Las incógnitas dan la impresión de ir revelándose poco a poco aunque es obvio que el cerco sobre el personaje va ligado al de su hermana desde que los guionistas se sometieron a su disolución como potente tensión dramática. “This Little Piggy”, quinto capítulo de la octava temporada de “Dexter”, tiene la función de dejar asentados los planteamientos de la despedida de Dexter Morgan.

El resumen previo de Scar Tissue y su no-cliffhanger final deja claro cierta incoherencia (o tal vez no) en el personaje de Debra Morgan. ¿Intenta asesinar a su hermano y suicidarse ella a la vez para después arrepentirse y salvar a su familiar asesino en serie que la ha dejado completamente traumatizada? El tono rojizo escogido en la fotografía para empapar ese triángulo diabólico compuesto por la Dra. Evelyn Vogel, Dexter y Debra deja clara la crisis psicológica y afiladas tensiones que se enfrentan entre sí y entre todos. Para Dexter la familia va acabar siendo una carga y una molestia… ¿y la lápida de su tumba? Debra ha tocado fondo y la neuropsiquiatra piensa que, a partir de ahora, comenzará a recuperarse pese a que Dexter odie someterse a terapia familiar… “This Little Piggy” quiere dejar todo asentado aunque hay componentes que tendrían que tener más encanto y carisma. ¿Es realmente A.J. Yates ‘The Brain Surgeon’? ¿O un fetichista asesino en serie rencoroso? La cuestión es que esperábamos algo más (y mejor) para un neurocirujano que ha establecido un juego macabro con su antigua psiquiatra…


Como si el incidente tuviera que quedar olvidado rápidamente para volver a la acción nos quedan más dudas sobre el post-accidente inmediato que sobre el post-post-accidente. ¿Se me entiende? La intención de los guionistas es unir de nuevo a Dexter y Debra y lo sencillo y simple es obviamente lo más efectivo. Yates secuestrará a Vogel y los hermanos tendrán que trabajar para localizarla y salvarla. Aparte de la trama troncal de esta temporada tenemos que ver (o sufrir) con los secundarios que nos quedan y que deberían aportar cierto juego a una partida de cartas… sin cartas importantes. Angie Miller después de cinco capítulos ha decidido que es el momento de presentarse y mostrar su valía. Hija mía, ¿sabía alguien que trabajabas en la Miami Metro como detective o trayendo el café a los compañeros? Vince Masuka, por el contrario, sigue conociendo a su hija Niki aunque quiere hacer suyo el dicho de que piensa mal y acertarás. La empresa de detectives de Debra es aquí como el comodín del público para investigar si habita el lucro en las intenciones de la atractiva bastarda o para localizar una llamada de Vogel y dar con su paradero.


Una alargada secuencia final en plan thriller con Vogel haciendo al canario cantar y ganando tiempo mientras que Debra y Dexter conducen hacia el inevitable encuentro, es el potencial del capítulo que pretende ser catártico para esa familia actualmente rota. Pero, ¿qué tiene de especial además el capítulo? Janer Thorton, la victima apuñalada por Yates y dejada en el hospital por Dexter, está viva y consciente señalando como culpable a Yates… El caso y asesinato de Norma Rivera fue presentado en el capítulo anterior y da la impresión que quiere ser el relevo para Yates y ‘The Brain Surgeon’. Oh, no... vamos a tener otra temporada de villanos y casos de quita y pon hasta el desenlace... ¿con una vengativa Hannah Mckay? Alguien tuvo relaciones sexuales con Norma, su ex novio fue descartado rápidamente por estar en la otra punta del país y nos queda su antiguo jefe y ex amante Ed Hamilton. Los Hamilton son ricos y el sospechoso no es el padre, que finalmente colabora, sino su hijo (Zach Hamilton) con su mirada inquietante y sus preguntas sobre el lugar del crimen al propio Dexter. Que nos digan que es el supuesto asesino no sorprende a nada ni a nadie… aunque pudiera ser una pieza para la afinidad de la familia con Matthews y todo aquello que podría envolver la burocracia, el dinero y la lucha por un puesto de sargento. Veremos dónde quieren llegar con el asunto… aunque en realidad la pregunta es otra: ¿realmente nos importa salvo que Dexter se meta por medio?


Por otro lado descubriremos a las víctimas de Yates en su propio jardín, sus rosas, falanges rotas y sus zapatos… Aparte de presentarnos más y mejor a Cassie, nos toparemos con los traumas maternales de Yates y ante la amenaza de perder alguno de sus dedos de los pies, Vogel pasa a la acción para demostrarnos que sabe manipular las torturadas mentes. Que la mesa de Dexter sea sustituida por una lanza y la mirada de Debra y el respaldo psicológico de Vogel dejan claras las intenciones finales de la serie: familia que mata unida permanece unida. Y Dexter Morgan así desea perseverarse en su última temporada, intentando que Debra entienda aquello que nunca comprendió su padre Harry... al que hemos perdido la pista en este capítulo un tanto precipitado, todo hay que decirlo. ¿De verdad que está todo resuelto con los contrastes entre la secuencia de apertura y la de cierre y esos pasajeros oscuros subidos al bote del Sr. Morgan?

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