¿Merece o no merece la pena la nueva comedia de la HBO? Veamos, ni es “Veep”, “Curb Your Enthusiasm” o “Extras”… Y me refiero únicamente a la serie para y por la gloria Julia Louis-Dreyfus como objeto de notoriedad desde su concepción y asentamiento en premios mayores. Está claro que “Family Tree” quiere ser una ficción con una extraña capacidad para sorprender con personajes ¿sorprendentes? No es que la serie que protagoniza Chris O'Dowd sea para nada original: sigue tantas pautas conocidas y se sumerge en el territorio del mockumentary gracias al currículum de su creador. Pero, en realidad, estamos ante un proyecto de un recorrido dividido en dos grandes actos. Si el anterior capítulo cerraba un ciclo dentro de la investigación familiar del protagonista en Reino Unido, ahora, es momento de cruzar el charco para ver si se es capaz de reinventar la propia serie. Es momento de repasar “Welcome to America”, quinto capítulo de la primera temporada de “Family Tree”.
Al y Kitty son el próximo destino de Tom Chadwick
para encontrar las pistas que necesita y asentarse como ser y entidad
actualmente a la deriva tras sus ¿fallidos intentos? en su propia tierra. El
escenario californiano va ejercer como parte de esa renovación de “Family
Tree” y vamos a encontrar señas de identidad que gravitan alrededor de los
Chadwick: tiene un imán para que lo extraño se aproxime a ellos. La casa de Al
pertenecía a su padre y seguramente esos recuerdos que no consigue recordar den
pistas en futuros capítulos. Al es podólogo y conoció a su mujer por un
teléfono escrito en un cuarto de baño… aunque deje claro que Kitty no sea ese
tipo de chica. Tom se alojará en la habitación de la hija del matrimonio que
ahora está estudiando lejos… y obviamente los chistes van a ser sobre estancias
en cuartos femeninos y Hogwarts.
No sé si en realidad la serie hace la gracia que
pretende o simplemente su propósito es llamar la atención con elementos surrealistas
y situaciones estrafalarias gracias a sus personajes excéntricos. Prueba de lo anterior
podría ser los secundarios de “Family Tree”: me imagino a Pete y a la recién
despedida Bea viajando a EEUU con Monk para cerrar la primera temporada
mientras que los nuevos personajes ganan protagonismo. Un ejemplo de ello
podría ser Mike, el vecino, que es interpretado por Fred Willard o la
aparición del co-creador de la serie (Christopher Guest) como parte del
elenco y familia. Mientras que Mike y sentido peculiar del humor llama la
atención descubriremos el odio y paranoia gatuna que padece el propio Tom. Al
tampoco deja de tener su lado característico con sus entrenamientos para
sobrevivir sin electricidad labrados en un campamento en su adolescencia.
Rick Tillman, pariente de Tom de Redondo Beach, y
su novia Julie son también parte de los invitados junto a David Chadwick (Guest)
cuya esposa es peruana y lleva tres años desaparecida… aunque el propio David
ha dado por perdida la búsqueda. ¿Tendremos noticias de ella en próximos
capítulos? El abuelo de David tocaba el banjo y ha traído información y futuras
tramas para amenizar la serie… como una cola vestigial que le impide meterse
junto a Kitty, Tom y Al en la bañera de hidromasaje. El matrimonio deja solo a
Tom y Mike llega para despojarse de su traje de baño y sumergirse desnudo.
¿Entraba dentro los planes de Tom y su viaje a las Américas tener contactos tan
primitivos y masculinos? “Welcome to America” es un capítulo que no
funciona demasiado por su humor; los chistes son manidos, las situaciones como
el golpe que recibe Kitty por un tiro con el bate de beisbol por parte de
Mike y sus intentos de enfriar la herida
con mariscos frescos no funcionan bien. En realidad, “Family Tree” trabaja
más excentricidad sobre el documental y la improvisación que una ficción
trabajada para construir un objeto de culto. Veremos la evolución de ese
estrafalario árbol familiar o su imposibilidad de ramificaciones con la propia
audiencia…
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