Answers to Nothing: Preguntar a la nada

“Answers to Nothing”

EEUU

Director: Matthew Leutwyler

2011

Sinopsis (Oficial):

Cuando una niña de 11 años desaparece en Los Ángeles, una cadena de eventos se desencadena que afectará a varios extraños, todos luchando por encontrar su propio camino a la redención. Protagonizada por Dane Cook, Julie Benz y Barbara Hershey estas almas perdidas van encontrar juntas las respuestas a nada (“Answers to Nothing”).

Crítica Bastarda:

De acuerdo, es una especie de cruce (de caminos) entre “Crash”, “Magnolia” y un homenaje a Alejandro González Iñárritu en versión cutre pero tampoco era necesario tanto ensañamiento de la prensa estadounidense. Únicamente los pocos votantes de su ficha en Filmaffinity han salvado a la película que fue considerada la 6ª peor del 2011 según público y crítica. Y es que “Answers to Nothing” fue fusilada por la prensa especializada y también por el propio público norteamericano. ¿Los motivos? Creo que la película los deja reflejados y son bastante obvios: cuando un guionista plasma un libreto sobre historias cruzadas necesita algo crudo y honesto, algo que impacte a la audiencia y que crea auténtico. Pero los cimientos de esta cinta, que ¿bebe o copia? de “Crash”, están prácticamente ‘crash’ desde que uno de los protagonistas coge de la boca de su amante el esperma para inseminar posteriormente a su mujer en una clínica. ¿O no puede considerarse una broma que un personaje afroamericano odie a otros afroamericanos? ¿O que otro decida pasar de salvar princesitas pixelizadas a niñas secuestradas de carne y hueso por su olfato de videojuego? Efectivamente si uno busca respuestas a la nada… habrá que empezar por adornar la nada o, lo que es lo mismo, la nula y pésima interpretación de Erik Palladino. El resto es completamente salvable y no tan mediocre como han indicando.

¿De qué va todo esto?, se preguntarán muchos a los tres cuarto de hora… mientras no paran de mirar su reloj y inquiriéndose si esa suma de depresiones les conduce directamente a la suya propia. Cinco días a través de unos desconocidos cuyos destinos se cruzan en Los Ángeles genera todo tipo de situaciones dramáticas, que plantean la culpabilidad de sus actos pasados y sus conflictos existenciales, mientras se investiga el secuestro de una niña como punto común. Un contexto y fondo trágico que será el motor para plantear sus vidas y ofrecerles un punto de giro: insatisfacciones sexuales, matrimonios y personas a la deriva, infidelidades, incomodidades del destino y una completa complacencia en una serie de historias secundarias sin posibilidad de eficacia. Desde la idea a la indecisión hasta la premonición no se puede decir que realmente “Answers to Nothing” despegue en algún momento y aporte cierto entretenimiento entre su capacidad de somnolencia. Realmente la película Matthew Leutwyler trata sobre la fe ciega… una fe que tendrá que tener el espectador para saber si esa ramificación de tramas y subtramas proporcionarán un clímax tan satisfactorio como previsible. El filme busca conmover y seguramente lo consiga en un 5% de los casos… El otro 95% nos hemos hecho duros como piedras con otros cientos de películas similares y lidiando con problemas más potentes en nuestras vidas diarias… como saber a quién escogeríamos si tuviéramos una cita la misma noche con Elisabeth Mitchell o Julie Benz y el trío lamentablemente no fuera una opción…

Si Matthew Leutwyler quería copiar el final tan descaradamente a “Magnolia” —pero cambiando a Aimée Mann por una versión cutre de Juliette Lewis— podría haber hecho mucho antes una lluvia cataratica… de meteoritos, claro, para acabar definitivamente con la tortura de esos personajes teñidos de desgracia. ¿De verdad que nuestras decisiones nos definen? Entonces, si ver esta película es nuestra decisión también merece ser nuestro castigo o nuestra redención… aunque mucho me temo que el odio con el que ha sido recibida la propuesta la relega a una posición incluso beneficiosa: “Answers to Nothing” no es tan mala ni pésima para figurar entre las diez peores películas del 2011, pese a que lamentablemente no tenga ‘nada’ que ofrecer ni responder…