“Man with a Plan”
es el séptimo capítulo de la sexta temporada de “Mad Men” y donde la serie de Matthew
Weiner quiere perfilarse definitivamente. El abismo de Don Draper siempre
está al acecho y en esta nueva tanda de episodios hemos visto un nuevo
reintento de reinvención por parte de su protagonista. ¿Lo conseguirá? ¿O tendrá que volver a regenerarse eternamente Mr. Draper para
sobrevivir en un mundo que quiere hacer suyo? El deseo por saber aquello que
realmente desea un hombre que debe fingir y enmascarar su auténtica
personalidad ha difuminado su esencia y alma a un mero producto de consumidor.
Puede que siempre esté insatisfecho una vez que ha alcanzado tocar el cielo o
simplemente sueñe con unas posibilidades que le fragmentan en su realidad. El
póster promocional de la sexta temporada pretende ser premonitorio y “Man with a Plan” va a funcionar como
bisagra de aquello que veremos en la recta final. Es momento de repasarlo.
Don desciende en el ascensor al piso 16 y escuchará una fuerte pelea entre Sylvia y Arnold. La renuncia de Arnold no ha sentado nada bien a su mujer que, prácticamente, le echa de casa. ¿Cómo encajará Don la situación? Parece que lo tiene claro… aunque lo primero es cerrar la puerta del ascensor antes de ser descubierto. El drama personal deja paso al drama existencial y laboral. Peggy y Ted llegan a SCDP mientras que Joan asigna oficinas a los empleados de la CGC. La vuelta a la ‘antigua’ empresa de Peggy con su nuevo despacho y el recuentro con Joan son focos de interés, aunque nos empuja a saber qué ocurrirá en el reencuentro con Don con aquella que fue su secretaria y huyó por su continuado abuso de poder.
Obviamente la fusión de las empresas va a generar un cúmulo de despidos y reorganización interna pero la negociación del poder es clara dentro de la sala de conferencias. “Mad Men” siempre seduce a la audiencia por esas incursiones en la comedia ácida y negra, tan estilizada como el drama que plantea. Pete teme quedarse sin silla mientras la llegada de su madre (y mente quebrada) revoluciona su ya maltrecho mundo al indicarle su hermano que debe quedarse con ella. Ted planea volar Don y Pete para satisfacer Mohawk Airlines mientras que Roger les anuncia nuevos negocios con la margarina de Fleischmann. Ted visitará al socio de CGC Frank Gleason en el hospital, donde será advertido que es el juguete de Don hasta que se canse de él.
Don desea imponer su ley y poder… pero nada le sale tan bien al final. Su dictadura da la impresión de estar impuesta y sus deseos carnales y etílicos capaces de igualar su ego y seducir a sus víctimas. Sylvia acabará en un hotel y sumida a las órdenes de Don, que la quiere solo para él. El gallo del gallinero da las instrucciones e intenta salir del paso por llegar 40 minutos tarde a la reunión creativa de margarina de Fleischmann. Ted acaba emborrachado por Don y Peggy le dejará las cosas claras. Ted, con el que viajará en una avioneta pilotada por él y ante la ausencia de Peter por problemas maternales, marcará el territorio en las alturas. Roger despide a Burt Peterson y a su salida se encontrará con Bob Benson, que recibirá un consejo y ultimátum. Ya sea por su naturaleza arribista digna del mejor trepa, el aviso de muerte laboral o porque Bob Benson al final va a ser buena gente (mira que lo dudamos), se encuentra con una Joan maltrecha y con dolores en su tripa. La apendicitis queda descartada y la intoxicación alimentaria es obvia. Bob será todo un caballero en el hospital provocando que sea atendida con agilidad en la sala de emergencias con una mentirijilla, visitándola el día después a su casa para traer un regalo al pequeño Kevin y será recompensado con el salvamento de su culo y cabellera.
De «Tú existes únicamente en este lugar para mi placer» al manido «Please, don’t go» va una sutil diferencia de látigo, lencería de color ardiente y pasional y traje negro de ejecutivo. Sylvia pone fin a la aventura y la relación.... definitivamente. Está claro que tendría que haberse leído un libro de interpretación de sueños porque no da una a derechas. Sylvia volverá con su marido y seguramente se vayan juntos a empezar de nuevo a otro estado mientras que el silencio desconecta a Don Draper de la realidad. Megan será enmudecida y la cobertura del asesinato de Bobby Kennedy marca el distanciamiento emocional del matrimonio. “Mad Men” queda (en)marcada en sutiles detalles como la superposición de la música de Friend and Lover (‘Reach Out of the Darkness’) con la noticia del asesinato de Bobby Kennedy. Los mundos cabalgan en paralelo y Don ya no es el señor de ninguno de ellos, tan solo el silencio.
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