Bates Motel: Charlie y la fábrica de sangre

Serie de TV

“Bates Motel”

EEUU

2013

Sinopsis (Página Oficial):

“Bates Motel”, sirve como precuela contemporánea al género que definió la película “Psicosis” y se compromete a ofrecer a los espectadores un retrato íntimo de cómo Norman Bates desenreda su psique a través de sus últimos años de adolescencia. Los aficionados tendrán acceso a la historia de fondo oscuro, retorcido y conocerán de primera mano cuán profundamente intrincada relación tenía con su madre, Norma, que verdaderamente ayudó a forjar al asesino en serie más famoso de todos. “Bates Motel” está producida por Universal Television para la cadena A&E con Carlton Cuse (“Perdidos”) y Kerry Ehrin (“Friday Night Lights”) como productores ejecutivos. 

Crítica Bastarda:

Me gusta mucho el comienzo. Norman Bates en su post-adolescencia durmiendo y despertándose para comenzar la pesadilla. En la televisión tiene puesta “Luna nueva” y el plano no deja claro si estamos en los años cincuenta o en la actualidad. La suma de anacronismos continúa hasta que aparecen unos cascos, un móvil de ‘marca’, un descapotable y un grupo de chicas que nos llevan a nuestro tiempo. Ahora entendemos esa combinación de ‘modernas’ luces de neón, que suponen el logotipo e introducción, y un fondo como el mítico motel y la casa original de “Psicosis”. Lo nuevo y lo viejo… frente a frente… ¿otra vez? Universal siempre quiso rentabilizar el exitoso filme de Hitchcock con flojas y lamentables secuelas que finalizaron con “Psicosis IV: El comienzo” en 1990. La muerte de Anthony Perkins en el 92 y el remake (o insulto, según se mire) de Gus Van Sant en el 98 finalizó el ciclo de explotación de la franquicia y personaje hasta el homenaje que proponía “Hitchcock” de Sacha Gervasi al rodaje y concepción de la mítica película de género y la serie que quiere marcar una precuela (y futuribles revisiones y secuelas)…

Curioso que el niño de “Charlie y la fábrica de chocolate” y “Descubriendo Nunca Jamás” se transforme en Norman Bates en su post-adolescencia… Los dulces cuentos se pueden transformar en pesadillas y esa mezcla de fragilidad e inocencia quebrada ha provocado que la decisión de que Freddie Highmore continúe el relevo de Perkins. Todavía las puñaladas de Gervasi en el mutilado cuerpo de muchos cinéfilos son palpables y recientes aunque muchos ansiaban una serie para lucimiento de Vera Farmiga. Es también curioso el dimensionamiento de la precuela: actualizando a nuestro tiempo como la “Psycho” de Van Sant pero formulando un mundo imaginario y nuevo. Lo interesante y lo que realmente da juego de “Bates Motel”, más allá de esos secundarios como un hijo/hermano criminal y una enferma de fibrosis quística que le introducirá en el mundo de la taxidermia y ¿del sexo bondage?, es que en el pueblo llamado White Pine Bay, donde van a vivir, la criminalidad y el horror van ligados de una cadavérica y oscura mano… Un pueblo de sociópatas es la mejor tapadera y fórmula de entretenimiento para tener serie para rato, desde luego, pero no veo a “Bates Motel” como una alumna destacada o con capacidad de desbancar del trono a “American Horror Story”. Sí, ambas juegan en tableros del género muy distintos pero es cierto que la serie que han confeccionado Anthony Cipriano, Carlton Cuse y Kerry Ehrin pierde cierta capacidad de sorprender al espectador y queda regalada al recital interpretativo de Vera Farmiga. La serie tiene su aquel pero no su aquello… Se puede ver y disfrutar pero no se puede sentir del todo el tacto del terror psicológico que podría albergar.

La buena acogida, en cuanto audiencia se refiere, de “Bates Motel” es una afilada arma de doble filo: la transformación de Norman Bates en Norman Bates puede dilatarse tanto como el aburrimiento. De momento, la relación enfermiza entre Norma y Norman ha dado su primer acuchillamiento de salida, pero en seco. Los personajes se difuminan en su dependencia del uno en el otro, sus nombres se confunden… y su psique sólo aloja oscuridad y fatalidad a la vuelta de una mortecina esquina. Los secretos son bastante obvios y la premisa simple, sencilla y directa como una puñaldada… Lamentablemente ha pasado demasiado tiempo desde la “Psicosis” de Hitchcock y uno va armado y con un escudo en su corazón ya hasta en la ducha. Mucho más cuando ve el piloto y el siguiente episodio de una nueva serie de televisión. Esperemos que la ficción retrate esa posesión de la madre sobre su vástago correctamente y no se esfume… El ADN de Norman Bates está presente pero ya no somos moscas ni inocentes hombres… Tenemos un pueblo tan pequeño, pero con tantos secretos y con una brutal regla propia: ojo por ojo… Puede dar esperanza. Lo bueno de “Bates Motel” es que puede ser “Dexter” o “Smallville” con psicópatas en vez de superhérores… Se hubiera agradecido que la serie se volteará sobre “Twin Peaks” y no sobre un decálogo de manual de asesinos en serie y crimen organizado en la América más local y rural. No sé qué opinará Hitchcock desde su tumba… Tal vez aplauda o incluso cambie de canal… o se levante de la misma para acuchillar a los responsables… o volver a encerrar a Charlie en su fábrica de chocolate. El mismo que se utilizó para la mítica e inolvidable secuencia de la ducha… En blanco y negro no importa el color sino tener la misma densidad… pero “Bates Motel” es en color… y con visibles colorantes.