Director: Jared Cohn
EEUU
2012
EEUU
2012
Sinopsis (Página Oficial):
Cuando
el bebé Sebastian nace el 12/12/12 todos a su alrededor comienzan a morir. Al
poco tiempo, su madre se da cuenta de que su hijo es un engendro del infierno.
De los creadores de “11/11/11” y “11-11-11”, del guionista de “De diez a once” y del becario del productor de “2012”… llega… “12/12/12”. Bueno, en este caso no es así…
pero molaría. Entendemos que después de la cadena bodrio-alimenticia compuesta
por ‘01/01/01’, ‘02/02/02’, ‘03/03/03’, ‘04/04/04’, ‘05/05/05’, ‘06/06/06’, ‘07/07/07’,
‘08/08/08’, ‘09/09/09’, ‘10/10/10’, ‘11/11/11’
y ‘12/12/12’ no habrá güevos a dirigir y lanzar una futurible ‘13/13/13’.
Bueno, capacidad testicular no habrá… pero… ¿neuronas? Concebimos, pues, que el
filme de Jared Cohn y esos vendedores de calendarios apocalípticos mayas
tendrán su propia apocalipsis y destrucción cuando salga el sol el uno de enero
de 2013.
“12/12/12”
narra las peripecias de una madre, similares a la de una drogodependiente
nudista, por criar / amamantar / encontrar / sobrevivir a su evil-fuckin’-baby.
Ella solamente quiere recuperar a su niño pero
un loco satánico armado con un cuchillo de la tele-tienda no para de repetir: «¡ESE
NO ES TU HIJO!». Luego ponen la
musiquita de “Viernes 13” cada vez que
aparece el loco del cuchillo para que intente intimidar y a los propios actores
nos le dé un ataque de la risa. La película comienza el 11/12/12 y acaba el
21/12/12 con unos truenos más cutres que los de las películas de Parchís. Por no decir que los truenos son
en pleno campo y la película se desarrolla en una ciudad. ¿Un homenaje a Ed Wood? Que si hacen una cesárea, que si
está un satánico suelto, que luego llega el muñeco asesino de la muerte y que si finalmente empiezan a aparecer cadáveres de ratas, moscas… ¡A este niño satánico deberían
haberlo llamado PEST-REJECT en vez de Sebastian!
Repleta de planos aberrantes y aberrantes planos, “12/12/12” hace un popurrí made in Asylum del remake de “El pueblo de
los malditos”, “La profecía” y “Muñeco diabólico”. Desde un marido, mezcla de James Doakes y Benny
Hill, hasta un evil-baby comprado del todo-a-chien que hace desde cunilingus a
su mami que no para de darse duchas frías, ponerse más rápidamente a tono que
una famosa tras dar a luz e imitar a Chiquito de la Calzada cada vez que da un
paso, cacofonías pedunas a lo slytherin y ataques al cuello no vistos en
pantalla desde “El ataque de los tomates asesinos”. El inspector de policía interrogando
con chupa-chups, los momentos dramáticos en que los actores tienen que sujetar
al muñeco-con-ojos-de-alien y menearlo son de una proeza poética o una discusión en plan Gollum frente a un
espejo dejarán una imborrable y fecal huella como los instantes más emocionantes
de una cinta infernal.
[¡SPOILER!] El final es memorable. Lo normal es que la prota coja las llaves para coger un coche y huir como debería hacer cualquier persona a la que regalen el DVD de la película… Pero no, coge las llaves para ‘desbloquear’ el seguro la escopeta teniendo chorrocientas armas de fuego de los agentes muertos… Bueno, la película es un sinsentido en todo momento. Pero lo mejor viene al final con el exorcismo más bizarro desde “Reposeída” con todas las víctimas que ha dejado el evil baby para partirnos de risa y aplaudir con un final que nos dejará atenazados en el asiento y aguantando la respiración para morir antes de que acaben los títulos de crédito. ¿Consistía en eso?
[FIN DEL MUNDO] Si lo que realmente pretende esta productora de mockbusters es
plasmar el FIN DEL MUNDO en una de sus películas terminales y apocalípticas
deberían pasar las nóminas de los actores y equipo técnico durante 90
continuados minutos. Al ver semejante abominación, insulto y vulneración de los
derechos humanos, de la honra y la re-puta-ción… el público entraría en un
estado de cólera, rabia y violenta indignación. La gente saldría a las calles y
asesinaría con sus propias manos a cualquier parado, trabajador afectado por un
ERE, funcionario, pensionista, personal de la sanidad pública o transporte público
que osara quejarse por los recortes. De hecho, TVE debería emitir 24 horas
películas de The Asylum y nuestro gobierno firmar un acuerdo con tan insigne
productora para utilizar de extras a los 6 millones de parados abonándoles lo
mismo que cobran los actores por semejante humillación pública. El paro, desde
luego, descendería… aunque la tasa de suicidio estuviera en el 95%.
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