Director: Rian Johnson
EEUU
2012
Sinopsis (Página Oficial):
Año
2072, los asesinatos están terminantemente prohibidos, por lo que los objetivos
son enviados a través de una máquina del tiempo al pasado, al año 2042, donde
existe una red de sicarios, conocidos como loopers, que se encargan de acabar
con ellos y deshacerse rápidamente de los cuerpos. Uno de los mejores loopers
es Joe (Joseph Gordon-Levitt) para quien esta profesión sólo supone un
trabajo muy bien pagado. Hasta que recibe un nuevo objetivo desde el futuro: él
mismo (Bruce Willis).
De “Metropolis”
a “Matrix” pasando por “Blade Runner”, “Terminator”, “Regreso
al futuro” y “Alien, el octavo pasajero”. De “Star Wars” a “Donnie
Darko” y “Avatar”… de “La Jetée” y “Stalker” a “Manoel
dans l'île des merveilles” para llegar a “Los cronocrímenes”. De “The
Twilight Zone” a “Battlestar Galactica” y “Futurama” pasando
por los universos de “Ghost in the Shell” y “Doctor Who”. El
sci-fi ha encontrado un reducto para crear una plataforma sobre la que el culto
y el mainstream han permitido a todo tipo de cineastas cierta liberación
de formas, premisas y desarrollos. Desde el éxito de “El efecto mariposa”
o nuevos talentos como Duncan Jones (“Moon” y “Código Fuente”)
y Neill Blomkamp (“District 9”) e incluso Tony Scott se
atrevió con “Déjà Vu”… “Looper” llega en el mismo año en el que Will
Smith ha viajado en pasado en caída libre en “Men In Black 3”.
Digamos que la cinta de Rian Johnson ha anclado en el reino cinéfilo
como un hype por necesidad ante un vaciado de ideas general. “Looper” no
es novedosa ni en el fondo ni la forma, simplemente efectiva perdonando sus
innumerables carencias y lagunas en un guión cogido con las mismas pinzas y
celofán que le han colocado los maquilladores a Joseph Gordon-Levitt.
De momento, “Inception” de Nolan continua ese podio del cine actual que define ese rumbo de culto, controversia y mainstream. “Looper” da la sensación de que podía ser un película mucho mayor y al mismo tiempo también destrozada por Hollywood. Me parece tan entretenida como irregular e incluso como cierta comedia involuntaria con la imposibilidad, por mucha prótesis y estiramiento, de que Joseph Gordon-Levitt se convierta en Bruce Willis. Todo es tan imposible como el propio argumento sobre el que oscila, como un complemento de ortopedia cinematográfica en tiempos de crisis y deficiencias carnales. La película se rompe como si quisiera explotar y dividirse en dos actos que formen un resonante conjunto. “Looper” es, en sí, un loop influenciado por Philip K. Dick y el Chris Marker de “La Jetée” aunque acabe en un remake-mash-up sci-fi de “Terminator” y “Único testigo” con multitud de referencias cinematográficas incrustadas para regocijo del espectador.
Pese a que Rian Johnson se ciñe a su propio guión sobre la ciencia ficción el halo de cine negro es visible y notable. “Brick” sigue pasando factura como cinta infinitamente superior y con capacidad de reinventar el género desde la forma; “Looper”, en cambio, es simplemente una premisa. No falta una desaprovechada femme fatale como stripper y una redención bipolar en formato oriental y madre soltera. Al final a Johnson le preocupa más el fondo que la forma, consiguiendo que el absurdo y la incoherencia queden atrapadas en la historia de su relato. Pero lo llamativo de “Looper” son los lazos argumentales con “12 monos” y Bruce Willis dando el relevo en perspectiva y tiempo a Joseph Gordon-Levitt, que a su vez desafiara a la gravedad en la “Inception” de Nolan. De nuevo se marcan las pautas del cine de ciencia ficción contemporáneo: visiones individualistas de sujetos que buscan y ansían la libertad y el escape pero se encuentran atrapados y sumidos en los designios del sistema, bajo conspiraciones globales o sindicatos del crimen, que les utilizan y les tratan como meros objetos aprovechables.
En “Déjà Vu” explicaban que no es la imagen lo que se mueve rápido sino nuestra perspectiva de ella. Un argumento original es divisado por el movimiento temporal como algo nuevo y trascendente. “Looper” es simple colirio, nuestra dosis de estupefaciente anual… que olvidaremos el año que viene. Porque efectivamente la moraleja es aplicable al propio espectador: somos víctimas de nuestras propias desgracias y decisiones. Lo mejor es aceptar el sufrido destino que tenemos impuesto. Y “Looper” es nuestra película de un borroso, confuso, difuminado y fugaz presente que ya es simplemente y a estas alturas pasado.
P.D.: Si quiere trollear a una Guadalupe (Lupe para los amigos) pueden regalarle esta película con una nota indicando: «Vi el título de esta película y me acordé de ti... Además, Joseph Gordon-Levitt se depila las cejas igual que tú...».
'Looper' es una película curiosa, entretenida, que parte de una premisa interesante y te hace pasar un buen rato. Eso sí, mejor no darle vueltas porque los agujeros pueden engullirte en cualquier momento. Si te mola la acción y la ciencia ficción, es para ti. Un saludo!!
ResponderEliminarGracias por el comentario y saludos!
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