(2012)
EEUU
Director: RZA
Título original: “The man with the iron fists”
Sinopsis (Página Oficial):
“El
hombre de los puños de hierro” (“The
man with the iron fists”) es una película de aventuras y acción inspirada
en los clásicos del kung-fu. Cuenta la épica historia de un grupo de guerreros,
un clan de asesinos y un solitario forastero en la China del siglo XIX a los
que nos les quedará más remedio que hacer fuerza común si quieren acabar con el
traidor que quiere deshacerse de todos ellos. Desde su llegada al Pueblo de la
Selva, en China, el herrero (RZA) se ve obligado a elaborar sofisticadas
herramientas de destrucción para diferentes facciones tribales. Cuando la
guerra se hace realidad, el forastero canaliza una antigua energía para
transformarse en un arma humana. Mientras lucha al lado de héroes icónicos
contra villanos desalmados, deberá aprender a controlar este poder para
convertirse en el salvador del pueblo que le acogió.
En los extras de “Kill Bill”, RZA hablaba de cómo conoció a Tarantino, su historia de ‘HAMOR’ y la manera inmediata en que se dieron cuenta que compartían los mismos gustos, debilidades y perversiones por el cine de artes marciales. Mientras que el que fue líder de Wu-Tang Clan tenía todos sus tesoros en DVD, el director de “Reservoir Dogs” disponía de las mismas películas en VHS. Comento todo lo anterior por el simple hecho del tesón, el homenaje y la nostalgia. “El hombre de los puños de hierro” en manos de Tarantino o el rey del V-Cinema, Takashi Miike, hubiera sido más auténtica y menos aburrida y ridícula. Menos digital… aunque los problemas aquí pasen directamente por un nulo y mediocre guión de relleno a las imágenes que tenía en mente el improvisado cineasta.
Entre lo burlesco y la vergüenza ajena, el pastiche conglomerado forjado en acero oriental trata de encontrar el equilibrio entre lo putativo y lo puta-relativo. Más que un guilty pleasure pretende generar cierta condescendencia friki con ese target fan que ya dejó desplantados a Tarantino y Robert Rodriguez en “Grindhouse”. Divaga por ser un anuncio de una televisión china de ropa interior femenina y un cambio de ‘canalillo’ a un clásico feudal de artes marciales. “El hombre de los puños de hierro” es una retahíla de efectismo, sex&blaxploitation y pose ideal para fanboys… que a juzgar por su pobre recaudación en EEUU estarán esperando a que salga en VHS.
RZA quiere ser el discípulo de Tarantino pero le falta tener un punto bastardo entre tanto anacronismo y referencia con una aburridísima imitación finalmente adulterada. La película se resume en ese interminable ciclo [con ¿SPOILER?] «Quiero irme con mi novia», PELEAS CON CHINOS VOLADORES, «Quiero irme con mi novia», PELEAS CON CHINOS VOLADORES, «Quiero irme con mi novia», PELEAS CON CHINOS VOLADORES, «Quiero irme con mi novia», PELEAS CON CHINOS VOLADORES, «Quiero irme con mi novia», PELEAS CON CHINOS VOLADORES, «Quiero irme con mi… upss», LA GRAN PELEA FINAL CON CHINOS VOLADORES…
Efectivamente, ‘en casa del herrero… RZA de palo’. Se recomienda encarecidamente desde este bastardo blog al actor, productor, director y guionista que dé unas clases de interpretación. Tantas, como DVD de artes marciales tenga en su mansión. También que siga el ejemplo del herrero que ¿interpreta?: si su película es su arma necesitaba el metal adecuado —no las referencias ni homenajes sino cierta consistencia argumental—, la sed de venganza precisa —y crear un aura y alma cinematográfica— y alguien a quién matar. Precisamente “El hombre de los puños de hierro” es tan artificial que no mata… simplemente envenena y duerme al espectador como el más letal de los venenos. Otro consejo a RZA: debería dilapidar en oro a Eli Roth siguiendo el ejemplo de uno de los protagonistas… Porque cobrar algo por este guión debería considerarse delito.
En resumen: a la película le falta chi y le sobran chi-chis.
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