Beauty and the Beast: La Bella y… ¿la Bestia Tróspida?

Serie de TV

“Beauty and the Beast”

EEUU

2012

Sinopsis (Página Oficial):

Catherine ‘Cat’ Chandler (Kristin Kreuk, “Smallville”, “Chuck”) es una inteligente y sensata detective de homicidios, que es perseguida por su propio pasado trágico. Cuando era una adolescente, Cat fue testigo del asesinato de su madre en manos de dos pistoleros, que habrían matado también a Cat… si no hubiera sido por alguien —o algo— que le salvó… Aunque nadie ha creído lo que contó, ella sabe que no era un animal aquello que atacó a los asesinos… Aunque era extraño y aterrador, era humano…

Los años han pasado y, aunque ella piensa en su madre todos los días, Cat es ahora fuerte y valiente. Trabaja junto a su compañera Tess Vargas (Nina Lisandrello, “Nurse Jackie”) y forman un buen equipo, aparte de convertirse en amigas mientras trabajaban en un sinnúmero de casos de homicidio bajo la supervisión de su jefe duro-pero-justo, Joe Bishop (Brian White, “The Shield”, “The Cabin in the Woods”).

Mientras investiga un nuevo caso Cat y Tess descubren huellas que conducen a un apuesto médico llamado Vincent Keller (Jay Ryan, “Terra Nova”), quién fue dado muerto por fuego enemigo mientras servían en Afganistán en 2002. Investigando en profundidad, Cat se entera de que Vincent está todavía vivo… y que podría ser aquella misteriosa bestia que le salvó años atrás… 

Crítica Bastarda:

The CW ha sido una de las cadenas que más inteligentemente se han reforzado para este cierre de año con productos combinados. Mientras que “Arrow” y “Supernatural” van de la mano los miércoles, “Beauty and the Beast” acompaña los jueves a “The Vampire Diaries”. Ambas consiguieron uno excelentes datos en su primera semana, aunque otra cuestión es investigar por qué la serie que protagonizan Kristin Kreuk y Jay Ryan ha sido considerada por muchos como uno de los peores estrenos para este otoño. “Beauty and the Beast”, aparte de confirmar la utilización de ‘Midgnithg City’ de M83 para todas las bandas sonoras de lo que nos queda de año, demuestra que los refritos metidos directamente a la freidora huelen a aceite churruscado. ¡Sí, le falta pelo para rebozar en esta croqueta llamada guión! La sensación que le queda a uno después del piloto es que es un mal capítulo de “Expediente X” o Antena 3 se dedica ya a vender guiones traducidos en google.

Aunque probablemente nos encontremos ante un producto que podría mantenerse con éxito en antena es momento de despedazar a la bestia. “Beauty and the Beast” es pura desesperanza y una auténtica tomadura de pelo cuando se comprueba que el argumento tiene más parecidos razonables con “El legado de Bourne” que con el cuento tradicional. Desde una de las premisas más tróspidas y absurdas vistas en mucho tiempo —de servir copas en 2003 a detective de homicidios del NYPD nueve años después— se inicia el proceso de (re)encuentro. Salvada por una ‘bestia’, salvada por un médico buenorro ¿mutilado? llamado Vincent Keller y dado por muerto… que revela una conspiración del gobierno estadounidense y ejerce de súper-salvador. La bestia se pone muy calentorra y se lía a aniquilar a todo lo que pilla… ¿Todo? Sí, todo… incluidas nuestras neuronas. En tiempos del destape de “True Blood”, vampiros que firman por compañía de cosméticos en la Saga Crepúsculo y viendo el panorama publicitario basado en la imagen de “Teen Wolf” o “Vampire Diares”, ver a Kreuk con esa peculiar cicatriz haciendo llaves asesinas a lo Tekken produce más risa que pavor.

“Beauty and the Beast”, no obstante, podría haber sido perfectamente la base argumental de “Scary Movie 5” para parodiar “Crepúsculo” y similares. El momento más tróspido es cuando se encuentran y ella suelta esa frase cliché en este tipo de tramas y argumentos: «Te ves muy bien para estar muerto». Desde luego, esta serie no se ve nada bien para estar tan muerta desde su piloto… Aunque los hijos bastardos y tróspidos de “Crepúsculo” en variación procedimental-policíaca podrían deparar sorpresas fan… Lo mejor en esos casos es estar definitivamente muerto para no morir del susto. Pero vuelvo a lo anterior: un guaperas con una cicatriz sigue siendo un guaperas, ¿no? Las cicatrices como son… A algunos les horrorizará la propuesta por no mostrar ningún tipo de lección desde su premisa: ¿no juzguemos a los hombres con cicatriz? Atracción, intriga y pasión son los dominantes emocionales de una de las series más aborrecibles, oportunistas y de diseño que se han estrenado este otoño. Puede… que la que más. … Y uno sigue preguntándose… ¿por qué le han puesto el nombre de “La Bella y la Bestia” a algo que no tiene nada que ver con “La Bella y la Bestia”? ¿Será que la fealdad, el amor y la estupidez también son relativas?

La bestialidad aquí es interior, la ira indócil y rebelde… el resultado: la trospidez. Este niño tiene de ‘bestia’ lo que Brad Pitt en “Malditos bastardos”. Esperábamos una bestia a lo… Disney, a lo Hal Hartley o a lo Jean Cocteau… E incluso nos valía a lo Paris Hilton sin depilar y recién levantada. Pero frases como «A veces las cosas no son lo que parecen. No puedes decir quiénes son los verdaderos monstruos» nos dan la razón: los monstruos han sido los guionistas. Superficial y tonta hasta decir basta, la bestia aquí no horroriza sino el propio piloto. El espectador se convierte en esa ‘bella’ que se encuentra con el vómito directo en sus entrañas ante la repulsión profunda que acaba de presenciar. Aterrados, pues, nos han dejado la puerta abierta del castillo para abandonar este hedor hecho serie o quedarnos atrapados en el palacete para enamorarnos, por la vía de la paciencia, de “Beauty and the Beast”. Recurriré, como los guionistas de esta ficción, a una nueva frase cliché: «¡Marica el último!».