“Sunshine and
Frosty Swirl”, segundo episodio de la séptima temporada de “Dexter”,
debe conducir la serie sobre ese nuevo giro que ha
dinamitado todas las anteriores premisas. La vuelta de Dexter Morgan a nuestras
pantallas ha supuesto el olvido cuasi-inmediato de todo lo malo que ocurrió en
esa decepcionante sexta temporada. Nos hemos quedado, eso sí, con lo bueno: Louis
Greene y el cliffhanger que cerraba la anterior campaña y que nos puso
los pelos de punta. “Homeland” y “Dexter”
suponen una poderosa apuesta de Showtime para
la noche de los domingos que se saldó en su estreno como la más exitosa de la
vida de la cadena de cable. Parece que ha quedado atrás el cáncer de Michael
C. Hall y su matrimonio con Jennifer
Carpenter. Ambos parecen darlo todo en estos nuevos capítulos
que van a acercarlos lo máximo posible. ¿Ha nacido una nueva “Dexter”?
Un arranque tan formidable como “Are
You...?” se merecía una continuación a tono… y “Sunshine
and Frosty Swirl” no pretende para nada defraudarnos con las
revelaciones y cambios que se van a producir. Esta vez los personajes
secundarios aportan (y aportarán) algo a las tramas venideras y eso que
simplemente ese ‘todo’ está arrancando. Nos importa, principalmente, ese
encuentro final con Dexter y Debra en el apartamento, donde se ha puesto todo
sobre la mesa… literalmente. Debra abandona el apartamento de su hermano conmocionada
y vomita en la calle. Dexter se ve obligado a revelar el carrusel de secretos:
empezó desde que tenía 20 años, mata solamente a personas como Travis y el
padre de ambos estaba al corriente de todo. Revela, dentro ya del apartamento
con una Debra más ‘calmada’, lo que denomina ‘oscuro pasajero’ y el código que
lleva a cabo por imposición de Harry Morgan. Debra ahora mismo no está segura
de qué hacer… Eso sí, Dexter se lleva un puñetazo en la cara antes de que su hermana
salga de su apartamento.
A la mañana siguiente Debra busca información sobre el Carnicero de la Bahía de Harbor y un artículo que escribió su antiguo amante asesinado por la hija de Trinity: Frank Lundy. En el mismo se indica que los asesinos en serie sufren una adicción que les obliga a asesinar hasta que sean capturados. Así, su hermana en vez de entregar a su hermano por el que llegó a tener potentes sentimientos amorosos, decide intentar ‘curarle’ tratándole como un adicto… Dexter debe iniciar un nuevo código bajo la atenta mirada de su hermana 24 horas al día. Dexter se mudará al apartamento de Debra y ella dormirá en el sofá para estar al tanto de sus movimientos. El nuevo código empieza a cobrar forma:
Regla Número 1: Sinceridad.
Regla Número 2: Avisar a Debra cuando el Pasajero Oscuro se active.
De momento, ninguna más hasta que avance la
temporada y se confirme el funcionamiento de las anteriores, algo de lo que
realmente quiere tratar “Sunshine and Frosty Swirl”.
Como los movimientos de Dexter están maniatados por Debra, nos centramos en Louis
Greene. Dexter descubre la mano del Asesinó del Camión de Hielo gracias al ‘registró’
en su apartamento de Debra. Dexter confirma que no está en las pruebas de los
crímenes que cometió su hermano y decide hablar con Masuka… Todo le lleva a Louis
Greene. En una hora libre logra confirmar que Louis le odia y que fue capaz de
meter a su socio en la cárcel utilizando pornografía infantil para hacerse con
el control de su empresa de videojuegos. Louis llega al apartamento y Dexter le
intimida y amenaza para hallar la verdad: su antipatía se debe al malestar que
le causó la opinión de Dexter sobre su videojuego sobre un asesino en serie en
que tantos años trabajó. Dexter le da un ultimátum para no volver a verle… pero
Louis hace caso omiso. ¿Actuará Dexter y pondrá un letrero en su corazón que
indique ‘Game Over’?
Maria LaGuerta sigue con su investigación en paralelo para limpiar el nombre de su amigo James Doakes y descubrir quién es el Carnicero de la Bahía de Harbor. Como sospecha del personal del departamento de policía de Miami decide encargar las pruebas a un laboratorio privado. Confirma que la sangre del vidrio pertenece a Travis por lo que descarta el suicidio y coincide con el modus operandi del asesino en serie. Es momento de hablar con el FBI…
La trama troncal de esta temporada la va a propiciar
el club de striptease que propició el asesinato de una bailarina y del
prescindible Mike Anderson. La presión sobre el club y su dueño George es
brutal y una de las bailarinas, Nadia, habla con Joey Quinn. Tanto Quinn como Batista
llegan al mismo nombre: Tony Rush, uno de los gorilas del local que no ha
aparecido a trabajar. Tony es interrogado y revela que estaba enamorado de Kaja, pero ésta salía con Viktor. Sabemos que Viktor fue liquidado por Dexter y que tenía
antecedentes por Interpol al estar asociado a la Hermandad Koshka de Ucrania, conocida
por el tráfico de drogas y personas. Para agilizar todo Isaak
Sirko se persona en el club de George al confirmar que Viktor nunca se montó en su avión. Sabe que
está muerto pero al interrogar a George se da cuenta que no le miente. Así que
decide presentarse ante Tony y también ante la audiencia para que conozcamos
sus improvisados métodos para liquidar al personal y regalarnos una muerte
cachondísima que haría las delicias del público de Sitges. También nos
descubren que Quinn y Nadia tienen un destino conjunto, aunque sea para
arreglar un coche con dinero del detective…
¿Conseguirá Dexter curarse como si fuera un alcohólico
anónimo? El gato Silvestre lo intento en el corto de los Looney Tunes “Pájaros
anónimos”… Pero aquí ese choque y contraste lo marca un asesino
llamado Randall, que cometió una serie de asesinatos en varios estados con su
novia y ahora ha revelado nuevos crímenes adicionales para limpiar su
conciencia. A Dexter le interesa lo que tenga que decir sobre esa redención
para intentar curarse. Le aporta cierta luz… que aplica a sí mismo al drogar a
su hermana e intentar liquidar a Louis Greene. Finalmente se da cuenta de los
actos que está cometiendo y llama a Debra… Evita el crimen y deja a Louis en un
banco de un parque sin que su hermana sepa nada al respecto. Para ambos
significa un avance de acuerdo con el nuevo código y demuestra que tiene
curación y que tal vez el padre de ambos no optó por esta posibilidad. El
problema es que Dexter se da cuenta por Randall que no es oro todo lo que
reluce. Randall no tiene problemas sobre su conciencia, simplemente la mujer
que amó ahora le ve como un asesino y monstruo. Ha montado todo el tema de las
víctimas para salir de prisión, conseguir unos días al sol y estar cerca de los
helados Frosty Swirl para tomar uno… Solo hay una última persona a la que tenía
que matar Randall y no es otra que a sí mismo. Así que decide lanzarse sobre un
camión que lo destroce y deja la cara de Dexter salpicada por pequeñas gotas de
sangre. Randall no cambió y no pudo encajar la cadena perpetua. ¿Podrá Dexter
Morgan?
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