Páginas Bastardas

miércoles, 10 de octubre de 2012

Emily Owens, M.D.: Esto sí que es otra estúpida serie de hospitales

Serie de TV
Emily Owens, M.D.”
EEUU
2012

Sinopsis (Página Oficial):

Por fin, Emily Owens (Mamie Gummer, “The Good Wife”) se siente como si fuera una verdadera adulta. Por fin puede dejar atrás sus días en la escuela secundaria como chica-geek-con-sudores-en-las-axilas. Ella se graduó en la escuela de medicina y está comenzando sus prácticas en el Denver Memorial Hospital, donde y no tan casualmente se encuentra con su amor platónico de la universidad, Will Collins (Justin Hartley, “Smallville”), que también es un interno. Entonces, ¿por qué todo el mundo advierte a Emily de que el hospital es como la escuela secundaria? Ella pronto descubre que el camino es difícil —su némesis en el instituto, la hermosa y popular Cassandra Kopelson es también una nueva interna en el Denver Memorial—. Otra compañera e hija del director del hospital advierte a Emily que las camarillas en el hospital son muy familiares: los deportistas se han convertido en los cirujanos ortopédicos, las chicas malas están en cirugía estética, los rebeldes se encuentran en la sala de emergencia, los geeks ahora son los neurólogos… Nada, al parecer, ha cambiado…

Crítica Bastarda:

¿Por qué hacer series de hospitales teniendo todavía en antena “Anatomía de Grey”? ¿Es que quieren empezar a rellenar los vacíos futuros que deje? Lo suyo sería ofrecer variaciones o novedades. Lo han intentado infructuosamente Animal PracticeyThe Mob Doctor” y ahora llega “Emily Owens, M.D.” para ofrecer… ¿nada nuevo? De acuerdo, la premisa introductoria podría garantizar ciertas tentativas cómicas. El reflejo inicial y final en ese instituto que está enfrente del hospital y con esa joven que parece reflejarse en una adulta todavía imberbe tiene cierta credencial. Otra cuestión es que todo se evapore después de la presentación. Su archienemiga en el instituto es ahora su compañera aunque la serie revela demasiado pronto su vuelta de tuerca… También que ambas están allí por ser unas fanboys de la Dra. Gina Bandari ya que es una de las cirujanas cardiotorácicas más reputadas del planeta está un poco visto. Al parecer, van a luchar incluso por el mismo hombre y de paso por el aprecio de su nueva ¿profesora? Por supuesto tenemos la declaración y amor no correspondido de su amor platónico en la universidad, una bala en la recamara sexual llamada Dr. Micah Barnes o esa compañera lesbiana que está loca por una enfermera que es en realidad la amante de su padre y director del hospital. ¡Culebrón de encefalograma plano a la vista!


“Emily Owens, M.D.” se resume en aceptar quién eres… pero la propia serie  prefiere no aplicar la moraleja de la fábula que plantea. Acaba siendo una vulgar copia de “Anatomía de Grey” que pretende tener cierto encanto geek con esa voz en off de la protagonista que indica lo contrario a las ‘cómicas’ acciones venideras. Pero una vez mostrados los pocos trucos llega el vacío hospitalario. Las propias inseguridades de la plantilla entre casos y descubrimientos no son reveladoras. Una vez que se ha combinado la premisa de ser jóvenes inmaduros pero sobradamente preparados y tener que lidiar con decisiones que afectan a la vida de sus pacientes, se acabó “Emily Owens, M.D.”.


Todo está planteado por plantilla, los personajes son una acumulación de clichés y la sobredosis de lugares comunes convierte este hospital en un tanatorio neuronal. Todo, además, es suave y maravilloso en este hospital. ¡Da gusto morirse allí o que te digan que te quedan tres minutos de vida por implantarte por equivocación una patata en vez de un nuevo corazón! La utilidad que le veo a esta serie es ponerla en los hospitales a los pacientes que estén en coma. El 99% por cierto se levantarán para apagar la televisión. Lamentablemente el 1% cayó en ese estado viendo esta anodina, aburrida e inútil serie-plagio. 

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