Páginas Bastardas

miércoles, 31 de octubre de 2012

Boardwalk Empire (3x07) Sunday Best: Domingo de Pascua

El show debe continuar y la tercera temporada de “Boardwalk Empire” va llegando, poco a poco, a su recta final. No sé si es justo valorar una serie con un desarrollo tan abierto en capítulos separados. Es obvio que las grandes series tienen siempre puntos álgidos en su perfeccionamiento y progreso de la narración. Pero esta temporada, ya con siete capítulos emitidos, da síntomas no de agotamiento ni falta de ideas sino de desplegar correctamente los múltiples elementos que tiene a su alcance. El gran piloto que dirigió Martin Scorsese, al contrario de imponer un estilo y molde tal y como realizó Gus Vant Sant en Boss”, dañó en cierta medida a la ficción que trata la década de los 20 y la construcción del crimen organizado en EEUU. Terence Winter quiere realizar un cruce de The Wire con Los Soprano recogiendo el legado generacional de Deadwood para dar una completa amplitud y diversidad en personajes y puntos de vista. Su lado coral se recuperó después durante la primera temporada y ofreció una segunda sobresaliente… pero decidió jugar con un gran clímax final y reconversión. “Sunday Best”, séptimo capítulo de la tercera temporada, muestra todavía ese intento de hallar el correcto camino.

Barack Obama es fan de la serie aunque me gustaría saber qué opina tanto de los niveles de corrupción que muestra la ficción de la HBO como de su punto de vista sobre esta tercera temporada. Nos encontramos ante otro episodio de transición… y van siete. La impecable puesta en escena y ambientación recubre virtuosamente una carcasa que cada vez se está quedando más hueca. Eli esconde de modo furtivo en su patio algo que lleva en una caja. Vigilia que nadie le observe y finalmente revela que son huevos de Pascua… Tenemos un capítulo ‘familiar’, intimista y donde las reuniones sociales jugaran efectos secundarios en los protagonistas. Nos quedamos en Atlantic City y nos ceñimos a la familia Thompson en su completa extensión. Margaret y Nucky llevan a los pequeños a ver a sus primos por invitación de Eli. Es obvio que hay una bomba de relojería dramática y Eli y Nucky deben aclarar muchos asuntos pendientes. También Margaret confiesa a June, la mujer de Eli, que es infeliz… Nucky y Eli acaban hablando en privado de negocios y surge la traición pasada. Eli se pone melodramático y le da a su hermano un revolver para que le mate si así lo desea para acabar con su sufrimiento y eterna tortura y venganza. Eli siente que Nucky le sigue castigando y no puede soportar estar a las órdenes de idiota integral como Mickey Doyle. El concurso de talentos familiar aminora la tensión y ejerce de catalizador. Margaret vuelve a ser seducida por Nucky y viceversa. Al regresar a casa parece que Nucky quiere volver a restablecer lazos afectivos pero Margaret, entre líneas y con para-líneas, indica que ‘ya es demasiado tarde’. No obstante, Nucky medita la situación de su hermano y le llama para informarle que llevará el negocio junto con Doyle y agradece sus intenciones en todo lo relacionado con Tabor Heights.


Gillian tiene planes con su nuevo mozo, clon de Jimmy, pero desea la soledad en su mansión. Richard Harrow se llevará a su pequeño con la advertencia de evitar el lenguaje soez. Los Sagorskys (el cascarrabias de Paul y su hija Julia) llevan a algunos chicos de la legión a una comida de Pascua donde también acuden Harrow y el pequeño Tommy. Con la gran casa, reconvertida en prostíbulo, Gillian y Roger tienen cualquier espacio para hacer lo que quieran para rellenar espacios. A falta de Paz de la Huerta, Gretchen Mol se va a encargar de los desnudos femeninos. Mientras que Paul Sagorsky ejerce de troll familiar e incomoda a los invitados, Harrow come en privado por mediación de Julia. Harrow siente atracción por la joven y su mutilación no parece un impedimento más allá de un padre insoportable siempre al ataque y destrucción anímica y emocional. El pequeño Tommy levanta de nuevos las ampollas y reabre las heridas que nunca cicatrizarán en Sagorsky. El niño se equivoca de habitación al ir al baño y entra en la de Fred, el hermano de Julia que murió en Argonne. Tommy juega con los soldados de plomo de Fred y es descubierto por Paul, que entra en cólera y debe ser detenido por una amenaza de muerte del propio Arrow. Todos dejan la casa con Paul encerrado en la habitación de su hijo llorando y Arrow pide a Julia que coja su abrigo y les acompañe. En la feria ambos conectan y un fotógrafo les interrumpe para hacerles un retrato a los tres como si fueran una familia. Harrow se gira mirando a Julia para que no quede plasmada en la instantánea su prótesis. Mientras tanto, Gillian decide seducir al joven clon de su hijo con un baño caliente y le pide que cierre los ojos. Al relajarse, algún espectador puede pensar en alguna secuencia a lo “Hostel” pero Gillian es de jeringuillas tomar. La heroína que le proporcionó Lucky Luciano para dejar al amante seco y mojado al mismo tiempo. Una vez que ha ahogado sus penas pone la cadena de Jimmy para que así su hijo sea reconocido como muerto y pueda tomar posesión de la mansión del Comodoro. Irrumpe en la habitación de Arrow esperando que sus chicas descubran el bello cadáver… Es hora de que Gillian acepte la verdad, que su hijo está muerto y nada en la Tierra lo traerá de vuelta. Es momento de llorar de verdad.


En Nueva York, el socio Gyp Rosetti explica la situación al mafioso: su guerra en Tabor Heights les ha debilitado y han perdido parte de su zona en su propio territorio. Los ingresos han descendido y para colmo Gyp es humillado por su familia ‘femenina’. Gyp acaba en una iglesia implorando a Dios los motivos de sus continuadas desgracias. Un joven sacerdote se acerca al preocuparse por la bizarra situación. Entre orar y gritar hay una sutil diferencia. Para finiquitar el momento y experiencia religiosa, Gyp golpea al sacerdote, recoge su bolsa llena de monedas con las limosnas y pregunta: «¿Dónde guarda Dios el resto?». Con la respuesta divina en calderilla y cash, llega el juicio final con su jefe Masseria. El italiano quiere liquidarlo por su fallida guerra y pérdida de territorio en Nueva York. A Gyp no le parecen formas ni fechas. Recordemos que el Domingo de Pascua coincide en ese momento con el Aprils Fool en EEUU. Con la muerte en los talones, Gyp lanza su órdago y proposición: quiere que su Boss sea King y acabará con Nucky Thompson, Arnold Rothstein, Lucky y sus amigos judíos. ¿Esto es la guerra y ahora comienza la tercera temporada de “Boardwalk Empire”?

1 comentario:

  1. Un capítulo de transición... y excelente...esa es la grandeza de Boardwalk Empire que no sólo tiene tramas políticas, gangsteriles, por encima de todo están sus personajes y puede permitirse un capítulo así de intimista sin decaer en ritmo (en mi opinión). Un saludo bastardo

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