(2011)
Chile
Director: Cristián Jiménez
Sinopsis (Oficial):
Julio se reúne con Gazmuri, un viejo escritor que necesita
a alguien para mecanografiar el manuscrito de su última novela. Pero no
consigue el trabajo. En vez de contárselo a Blanca, su vecina y amante,
decide escribir una novela a mano para que parezca ser la de Gazmuri.
Buscando una trama, Julio recuerda el romance que tuvo hace ocho años
con Emilia, cuando ambos estudiaban Literatura en Valdivia…
Una
historia de amor, libros y plantas.
“Bonsái” es una película ‘bonsái’: ornamental, pequeña e impedida de
crecimiento. Como si Cristián Jiménez hubiera querido cortar las raíces
a la ya escueta novela de Alejandro Zambra. Se trata de una historia de
amor de ‘chico conoce a chica’ y el reflejo y recuerdo de ésta, pasado el
tiempo. El filme es desarbolado en la primera secuencia donde se nos anuncia la
resolución y al mismo tiempo se sigue el paralelismo, espíritu y germen de
todas las historias que la componen. Ante el planteamiento queda el envoltorio
y Cristián Jiménez ha decidido jugar con la analogía y la metaficción
que plantea su argumento: reescribir una novela ficticia que da nombre a la
propia película ya de por sí dividida en capítulos y con estética visual de
novela.
“Bonsái” vive del Proust de ‘En busca del tiempo perdido’ y sus siete partes que en realidad unieron y desunieron la relación de una joven pareja. Entre mentiras, plantas y libros, la mirada nostálgica y melancólica de la cinta es lo más interesante. La película sabe mover sus líneas ambiciosas en elementos formales y referenciales con el humor y la levedad de una historia romántica, basándose en el arte del recuerdo y enlaza con los paralelismos que proponen Proust y la memoria involuntaria. Los personajes no han leído sus siete partes (no llegan ni a las primeras cien páginas sin quedarse en estado narcoléptico o incluso romper la relación para evitar la ‘tortura’) y se mueven a ciegas reconstruyendo la novela, como el protagonista haciendo lo propio con la de ese viejo novelista… reformulando sus vidas a través de la ficción. Pero “Bonsái” habla también de necesidades interiores y anímicas: la ‘partida’ del antiguo amor es física en el presente y el protagonista se ve necesitado a transcribir sus propios recuerdos.
Algunos verán al Godard de “Una mujer casada” en la fragmentación de esos cuerpos o la proposición de cajas ficcionales que proponen las variaciones del cuento de ‘Tantalia’ de Macedonio Fernández. No obstante, me siento como Ricky Gervais en los Globos de Oro 2012 presentando a Antonio Banderas y Salma Hayek y… siento decir esto pero «I can't understand a fucking word they say!». No digo que todo el cine chileno tenga que estar subtitulado pero me siento como esos norteamericanos a los que tuvieron que subtitular “Trainspotting”. No sé si será porque no me he enterado de cosas que dicen los personajes, que los actores no vocalizan ni focalizan su voz correctamente o simplemente que las copias de guión que entregaron a los mismos estaban borrosas e hicieron un homenaje a Ash leyendo el Necronomicón (obra capital de la Literatura muy por delante del mejor Proust) en “El ejército de las tinieblas”. No lo sé… pero no me he enterado de cosas que dicen, aunque el contexto me indica que la película, como mi oído, podría ser mejor.
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