Páginas Bastardas

sábado, 7 de julio de 2012

La delicadeza: Audrey Tautou condenada a la perfección

“La delicadeza”
(2011)
Francia
Directores: David Foenkinos y Stéphane Foenkinos
Título original: “La délicatesse”

Sinopsis (Página Oficial):

Nathalie pierde en un accidente al hombre del que está perdidamente enamorada. Después de una etapa de duelo, no puede creerse que el amor llame de nuevo a su puerta de la mano de Markus, un compañero de trabajo que nunca ha tenido éxito con las mujeres, pero cargado de bondad y de ternura. Un hombre que para ella supone la vuelta a la vida.

Crítica Bastarda:

Se podría abordar una película como “La delicadeza” desde su concepción de drama romántico que se quiebra nada más emprender sus primeros latidos. Traza inicialmente un drama romántico eliminando parte de la información mediante elipsis marcadas a nivel de la separación en el tiempo que originan, pero que fueron disueltas como leves transiciones visuales. Eso provoca que el espectador pueda quedar algo desorientado ante esa representación de la delicadeza visual y formal que proponen David Foenkinos y Stéphane Foenkinos. Lo que realmente interesa en ese paraje repleto de elipsis y avances sobre el que transita “La delicadeza” es la ley de encabezar y trazar una vía de escape respecto al género, que suele ceñirse a esos resortes del cortejo y del embelesamiento formal para generar emociones en el espectador.

Enseñando nuca y huesos
La protagonista pierde algo que ama y ese quiebro resurge en la propuesta mediante un cambio de tono: se transforma en una comedia romántica, dejando cada vez más soterrado el drama que planteaba inicialmente. Se trata de una especie de maldición en la que la protagonista descubre, mediante el amor ciego, una respuesta a su vida: un desconocido, que no encaja con lo que se espera de ella. Y a partir de ese punto se expone una comedia romántica en la que los personajes, aparentemente distintos físicamente, averiguan que son almas gemelas, pero que el mundo alrededor de ellos no ve con buenos ojos. La fórmula no es novedosa y se repiten demasiados los mismos recursos de sorpresa. En un mundo rosa, aquel que nos ha hecho creer el drama y comedia romántico universal (y sobre todo comercial), no hay lugar para que Audrey Tautou pueda enamorarse o simplemente salir con un tipo corriente. ¡Está condenada eternamente a la perfección!

Parejas mal vistas por la sociedad
El fondo desaparece para hacer superficial a la forma. Podría ahondar en el drama social que designa el destino de las personas y sus conexiones: el feo está condenado a la soledad, así como la viuda que debe deambular como un alma en pena durante toda la existencia. Pero se opta por lo frívolo: una secuencia (entendemos que onírica) donde ese nuevo galán seduce con su vista (y con su mochila a la espalda con nuevo look divino) a modelos lozanas y sensuales en una cuesta o la mera repetición de patrones sobre la perspectiva de terceros. Finalmente la propuesta decide divagar entre conflictos sobre elecciones personales y laborales que subrayar cualquier tipo de línea crítica con la sociedad y las imposiciones. No entiendo que el mundo se paralice cuando la Tautou en “La Delicadeza” (muy delgada, por cierto) empieza a verse con este señor. Los suecos feos con look ‘nerd’ son ya compatibles con las más bellas efigies del planeta. Siempre y cuando sean ricos o futbolistas, claro.

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