(2011)
Francia
Directores: David
Foenkinos y Stéphane Foenkinos
Título
original: “La délicatesse”
Sinopsis (Página Oficial):
Nathalie
pierde en un accidente al hombre del que está perdidamente enamorada. Después
de una etapa de duelo, no puede creerse que el amor llame de nuevo a su puerta
de la mano de Markus, un
compañero de trabajo que nunca ha tenido éxito con las mujeres, pero cargado de
bondad y de ternura. Un hombre que para ella supone la vuelta a la vida.
Crítica Bastarda:
Se podría abordar una película como “La
delicadeza” desde su concepción de drama romántico que se
quiebra nada más emprender sus primeros latidos. Traza inicialmente un drama
romántico eliminando parte de la información mediante elipsis marcadas a nivel
de la separación en el tiempo que originan, pero que fueron disueltas como
leves transiciones visuales. Eso provoca que el espectador pueda quedar algo
desorientado ante esa representación de la delicadeza visual y formal que
proponen David Foenkinos y
Stéphane Foenkinos. Lo que realmente interesa en ese paraje repleto de
elipsis y avances sobre el que transita “La delicadeza” es la
ley de encabezar y trazar una vía de escape respecto al género, que suele
ceñirse a esos resortes del cortejo y del embelesamiento formal para generar
emociones en el espectador.
|
Enseñando nuca y huesos |
La protagonista pierde algo que ama y ese quiebro
resurge en la propuesta mediante un cambio de tono: se transforma en una
comedia romántica, dejando cada vez más soterrado el drama que planteaba
inicialmente. Se trata de una especie de maldición en la que la protagonista
descubre, mediante el amor ciego, una respuesta a su vida: un desconocido, que
no encaja con lo que se espera de ella. Y a partir de ese punto se expone una
comedia romántica en la que los personajes, aparentemente distintos
físicamente, averiguan que son almas gemelas, pero que el mundo alrededor de
ellos no ve con buenos ojos. La fórmula no es novedosa y se repiten demasiados
los mismos recursos de sorpresa. En un mundo rosa, aquel que nos ha hecho creer
el drama y comedia romántico universal (y sobre todo comercial), no hay lugar
para que Audrey Tautou pueda enamorarse o
simplemente salir con un tipo corriente. ¡Está condenada eternamente a la
perfección!
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Parejas mal vistas por la sociedad |
El fondo desaparece para hacer superficial a la
forma. Podría ahondar en el drama social que designa el destino de las personas
y sus conexiones: el feo está condenado a la soledad, así como la viuda que
debe deambular como un alma en pena durante toda la existencia. Pero se opta
por lo frívolo: una secuencia (entendemos que onírica) donde ese nuevo galán
seduce con su vista (y con su mochila a la espalda con nuevo look divino) a
modelos lozanas y sensuales en una cuesta o la mera repetición de patrones
sobre la perspectiva de terceros. Finalmente la propuesta decide divagar entre
conflictos sobre elecciones personales y laborales que subrayar cualquier tipo
de línea crítica con la sociedad y las imposiciones. No entiendo que el mundo
se paralice cuando la Tautou en “La
Delicadeza” (muy delgada, por cierto) empieza a verse con este
señor. Los suecos feos con look ‘nerd’ son ya compatibles con las más bellas
efigies del planeta. Siempre y cuando sean ricos o futbolistas, claro.
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