Páginas Bastardas

viernes, 3 de febrero de 2012

Smash: ¿Rubia o Morena? ¿Mucha Mierda o Mierda y mucha?

Serie de TV
“Smash”
(2012)
EEUU

Sinopsis (Página Oficial):

“Smash” es un musical dramático que celebra la belleza y la angustia de los musicales de Broadway, ya que sigue la acción en paralelo de los soñadores y conspiradores quienes tienen un deseo en común —ser algo rompedor. La serie se centra en el deseo de crear un musical de Broadway basado en la vida de Marilyn Monroe —escrito por el exitoso dúo de compositores Tom y Julia. Julia inició recientemente el proceso para adoptar a un niño con su marido Frank desde hace muchos años, pero sus planes se rompen cuando tiene la oportunidad de escribir otro éxito de Broadway. Una rivalidad emerge pronto para el papel principal entre una bella joven y sin experiencia venida del medio oeste llamada Karen —que está tratando de encontrar la fama en la gran ciudad a pesar de todo— y una veterana llamada Ivy Lynn, que está decidida a salir de la segunda fila y finalmente conseguir su gran oportunidad. Una tenaz productora, Eileen, descubre ‘Marilyn’ y salta a bordo del proyecto con un brillante director, Derek —cuyo talento equivale a su amoralidad, astucia y egocentrismo.

Crítica Bastarda:

La idea es muy buena y llega con el boom de Marilyn y “Glee” en horas bajas: la creación de un musical sobre la tentación rubia con dos aspirantes que lo darán todo por el papel que puede cambiar su vida. “Smash” se basa en el juego que proponen los sueños (y sueños dentro de sueños) que afortunadamente, como espectadores y partícipes indirectos del show, vemos plasmados en ese producto final que está en elaboración, pero que no sabemos si podrá ver la luz. Es, en definitiva, una serie sobre el backstage y lo que se esconde más allá de las bambalinas, cuando todavía ni siquiera han sido colocadas. Presenciaremos todos los mecanismos y resortes con los que se forma un musical de Broadway. Luces, diseño, telones, aspiraciones, emoción, tensión… e imaginando los futuros aplausos…

El Jurado... no-popular
Toda esa suma de ideas muy llamativas y proyecto inicial llega en plena fiebre de ‘American Idol’ y con “High School Musical” y “Glee” como referentes aunque ambas buscan otro tipo de espectadores frente al carácter adulto y sofisticado que propone “Smash”. Si a eso se le suma contar como productor con Steven Spielberg y con Theresa Rebeck como creadora y guionista, aumentan sus alicientes. A primera vista la serie parece una mezcla de vida, telerrealidad y ficción en formato musical para un público adulto que no tiene otro vínculo catódico. Los ecos de Marilyn resonantes con “Mi semana con Marilyn” y esa nominación al Oscar de Michelle Williams y los que están por llegar con “Blonde” de Andrew Dominik. La suma de elementos es, a priori, perfecta con dramas en los personajes que componen el reparto coral. La vida personal de esa compositora con una adopción por medio y las familias de las aspirantes que no entienden e infravaloran el talento de sus hijas. También un novio que cree ciegamente en la estrella que brilla sobre la cabeza de su amor pero tal vez el éxito pueda separarlos o crear celos. 

La idea del nacimiento de un musical se traslada a la pantalla con composiciones de muy buena factura de Scott Wittman y Marc Shaiman, que ya trabajaron en el remake musical de “Hairspray”, y el talento de Josh Bergasse con las funcionales y eficaces coreografías. Esa perfecta mezcla de telerrealidad (si permiten al público votar por las candidatas sería hasta el negocio del siglo) y de patrones clásicos sobre el mundo de la fama (trabajo o familia, diferencias irreconciliables y, sobre todo, el dinero como base y motor de cualquier creación). Todos esos intereses están perfectamente integrados en un piloto que, por el contrario, deja a la serie prácticamente tocada para cualquier seriefilo con criterio y me llevan a apuntar a “Smash” a mi lista de decepciones del 2012.

¿Rubia o Morena? 
Cuentan que “Smash” fue ideada e inicialmente desarrollada en Showtime por el productor Bob Greenblatt (“A dos metros bajo tierra”) aunque al ser ahora el presidente de la NBC el proyecto ha migrado hacia esa cadena. ¿Hubiera sido preferible que se quedara en la cadena de cable? ¿O se está pensando en ampliar el éxito de ‘The Voice’ de la NBC ante el bajón palpable de “Glee”? Viendo el buen recibimiento por parte de la crítica y, sobre todo, del público me hace sentir como un bicho raro que pasa demasiadas horas delante de series de la HBO. En mi opinión la serie Invitaba, con esas ensoñaciones, a un montaje y dirección a lo “All that jazz” o “Chicago” pero en “Smash” falla todo: no hay guión, ni frases suculentas e inspiradas, ni emoción tras las cámaras y ni mucho menos un montaje funcional que alcanza el clímax en el piloto en una secuencia en montaje paralelo con sendas candidatas. No es suficiente. Al menos, para mí. Me imagino esta serie con la calidad de los libretos de “Studio 60”, con un entramado perfecto en esas metaficciones que nos propone y tiemblo… pero ahora apenas me emociono y ni mucho menos aplaudo. Y eso que ni siquiera han levantado el telón…

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