“Declaración de Guerra”
(2011)
Francia
Director: Valérie
Donzelli
Título original: “La guerre est déclarée”
Sinopsis (Página
oficial):
Una
pareja, ROMEO y JULIETA.
Un
niño, ADÁN.
Una
lucha, LA ENFERMEDAD.
Y,
sobre todo, una gran historia de amor, LA SUYA.
De la reseña para Cinema ad hoc.
La deconstrucción y
descontextualización de la épica y, por lo tanto, de cualquier carga dramática
ha sido objeto de interesantes y sencillos experimentos. No hace falta ningún
recurso elaborado salvo una secuencia que haya hecho historia a través de la
heroicidad y el recuerdo cinematográfico y añadir un horrendo cover con
una armónica o flauta a mano o desmano (mejor que a máquina). En la X
edición de Notodofilmfest se ha presentado uno de los cortometrajes
más sencillos y al mismo tiempo efectivos trabajando sobre la
descontextualización de una tragedia. En “Funny Webcam Effects” de
Néstor Fernández un plano fijo de una webcam y un efecto que propicia la
misma desfigura una noticia trágica para convertir su efecto en algo cómico. Pero
“Declaración de Guerra”, película autobiográfica encarnada por sus
propios protagonistas reales y también actores de la ficción, desvela una corriente
prácticamente inédita en tiempos de perfección de la comedia dramática con “Los
descendientes” de Alexander Payne o revisiones indies
y sumamente inteligentes de “Love Story”, como en el caso de “Restless” de
Gus Van Sant. El material que maneja Valérie Donzelli es, por el
contrario a todas las propuestas anteriores, una historia de amor condenada y
atada, cual cuerpo atado a una pesada ancla, a la tragedia desde la grave enfermedad
del hijo que comparten ambos. Una tragedia que les amarra imponiendo su
historia de amor como única salvación y sacrificio para salir a flote.
El fruto del Amor |
En el póster de “Declaración de
Guerra” me parecen desfigurados, en cierta manera, sus actores principales.
Ni Jérémie Elkaïm ni Valérie Donzelli se presentan en ese
instante congelado de efusiva felicidad como ellos mismos, entre esa juvenil
iluminación e irradiante despreocupación. El mérito de la propuesta, no
obstante, es no ser ni una comedia ni un drama ni mucho menos una comedia
dramática. Los elementos cómicos y musicales están tan bien incrustados en la
narración fatalista de los hechos que parecen parte de los efectos etílicos y
etapas de una borrachera: desde la exaltación de la amistad y la celebración
del momento a la resaca y la depresión cuando la evidencia se ha hace cada vez
más palpable. Parte de esos elementos es tener cierto aire godariano y de nouvelle vague con personajes que parecen
narrar su propia historia desde la voz en off de otros. Como si fuera, al igual
que la historia de Romeo y Julieta, algo universal y se nos
contase la misma tragedia desde diferentes narradores sin poder evitar la
condena impuesta por el destino. Como si la misma película se mirase en un
espejo y se entendiera como tal.
Sacrificar aquello que más amas por amor |
Ese destino nos es mostrado desde su
arranque y credenciales narrativas y cinematográficas. El interés de la cinta
de Valérie Donzelli reside en mostrarnos sus cartas desde su presentación.
Sabemos que el hijo de Romeo y Julieta, Adán, sigue vivo y
su estructura parece incluso clásica con un gran flashback que desvela dicha baza
dramática para restar suspense y centrarse en la historia de amor que cuenta. Porque realmente “Declaración de Guerra”
nos cuenta, aparte de ser una dedicatoria a la sanidad pública, la historia
(musical) de dos enamorados y un amor, a golpe de post-punk, a primera vista y
flechazo inmortal con lanzamiento de flecha en formato de fruto seco. Ellos son
conocedores de su destino de antemano y saben que sólo los dos pueden
enfrentarse a él. La descontextualización del drama y la tragedia, de este
modo, se realiza sobre referencias
claras del mundo del clip, la chanson, el decibelio y la vertiente musical de Jacques
Demy. Ante una noticia trágica, por ejemplo, la explosión de tristeza es
apagada por un instante que podría figurar en “Hanna” de Joe Wright
cambiando a The Chemical Brothers por Yuksek. La vertiente
lacrimógena queda enterrada por un viaje a la madurez de sus protagonistas
entre la contención, la efusividad y la proeza de acabar un maratón del que se
desconoce su recorrido y duración. Con toda la riqueza sonora disuasoria el
drama queda conducido al intimismo de una pareja que tiene que sacrificar
aquello que aman por aquello que más quieren en el mundo. Como en toda guerra
hay víctimas. La tragedia y la condena del vil destino hacen que aquellos que
se convierten en héroes tengan que sacrificar algo a cambio. Valérie
Donzelli quiere hablarnos, desde el optimismo, sobre la destrucción la
entereza de las personas, como una pareja de ave Fénix, que renacen de sus
cenizas aunque regresen a los cielos en solitario mirando al sol de cara… en un
nuevo día y horizonte dejando atrás, pero no olvidando, el ayer.
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