Boardwalk Empire (2x03) A Dangerous Maid: Una criada peligrosa

“Boardwalk Empire” es una serie de demasiada información y aglutinada en un gran reparto coral. Una pequeña red de intereses contradictorios que maniatan una ciudad como si ese Atlantic City fuera el Baltimore de “The Wire” alojado en la turbulencia de cambio de los años 20. Y en este tercer episodio de la segunda temporada, “A Dangerous Maid”, se despliega de nuevo la dosis perfecta de calidad, información y sutileza que alimente el ansia etílica de aquellos que frecuentamos el nuevo bar de la HBO. «Nucky es un personaje complejo. Le gusta disfrutar de la vida, pero ha sufrido mucho dolor. Al mismo tiempo, es muy sociable y le gusta su poder e influencia» comentó Steve Buscemi en una reciente entrevista. Y es precisamente la complejidad de los personajes la que convierte “Boardwalk Empire” en un argumento fundamental para vanagloriar los sabores de la mejor ficción televisiva.

En este episodio la acción se va a centrar en uno de esos frentes abiertos y relaciones imposibles. Lucy Danziger está embarazada del Agente Nelson Van Alden pero éste la mantiene encerrada a cambio de dinero. Lucy no puede más con la situación: con su cuerpo ‘deformado’ (nuevo desnudo frontal), con la visita de Eddie Cantor y viendo que es el objeto principal de cotilleos, con la imposibilidad de volver a los escenarios… aunque la música puede amansar a las fieras y evita que el suicidio sea una válvula de escape. Toca bailar y mirar el espectáculo. Otros, por el contario, miran atónitos algo que en teoría no les compete: Meyer Lansky y Lucky Luciano tienen que pagar por los asesinatos de Jimmy que desconocían hasta que son acusados por Masseria. Arnold Rothstein intercede.

Nuevas incógnitas del pasado

Margaret Schroeder contrató los servicios de una agencia de detectives para encontrar a su familia irlandesa y recibe una carta indicándola que se encuentran en Brooklyn con un número de teléfono. Su criada, a la que da demasiadas confianzas, llama en su nombre y le informan que la Srta. Peggy Rohan está muerta… ¿Quién es Peggy Rohan? ¿La hermana de Margaret Schroeder? Aunque esa criada cotilla y peligrosa tiene otra respuesta: Peggy Rohan es la propia Margaret…

Criada peligrosa

Al Capone lleva a Nucky Thompson un mensaje de Johnny Torrio: Chicago no comprará más alcohol de Atlantic City. El nuevo origen será Canadá. Al aprovecha la visita para pasarse por casa de su amigo Jimmy Darmody. Ambos ascienden posiciones y parecen que serán el futuro de sus respectivas ciudades. Al siente envidia de esa relación que mantiene Jimmy con su hijo y que él nunca tendrá. De nuevo, las relaciones paternales dirigen los horizontes de esos personajes muchas veces perdidos.

La música como salvación

Nucky tiene numerosos problemas y frentes abiertos: Chalky White va a tener su fianza en breve, la cárcel parece inminente y sus apoyos en la Casa Blanca no le corresponden, todo el mundo está en su contra y los pocos que están a su favor también tiene problemas. Damien Flemming ve reducido los ingresos del casino por la ausencia de alcohol. Un alcohol que va a llegar y que el Comodoro Louis Kaestner quiere evitar cerrando el grifo. Primero lo intenta con el capitán Bill Fallon y ante la negativa del mismo lo hace con la guardia costera. Owen Sleater es el nuevo brazo armado de Nucky aunque él no sea todavía consciente de sus múltiples habilidades. Sleater salva que el Comodoro empieza a vender su mercancía etílica en el casino y le lleva a conocer a otro soldado aunque estén en bandos enfrentados: Richard Harrow.

La voracidad del antagonista y enemigo

Una vez cerrada la fuente de ingresos del enemigo queda la parte política y una cena con el gobernador con el Comodoro y Jimmy como rostros visibles de ese nuevo poder de Atlantic City sentará las bases. Pero en el restaurante coinciden con el Alcalde, Nucky y sus respectivas parejas. Nucky observa como la langosta que había pedido Margaret está siendo devorada por el codicioso Comodoro. Metáfora y explosión. Deja clara sus intenciones a todos ellos. Comienza la guerra en “Boardwalk Empire”… otra vez…