Páginas Bastardas

martes, 12 de julio de 2011

Superviviendo a Supervivientes

Los medios estarán contentos con todo el aluvión de noticias y en las redacciones el verano no es sinónimo de crisis informativa. Otros años las plegarias de los redactores y periodistas vieron forma en tragedias para todos los disgustos que convertían la labor y la profesión en una apología del mal gusto. ¿Informar o escarbar en la herida y entrañas de las víctimas? Los celebrados terremotos, accidentes aéreos con culebrones veraniegos de grandes clubes eran el pan informativo de cada día. Este año, con la llegada siempre agradecida del fular rojo y traje de compresa en los Sanfermines, se ha alanzado un punto de giro en uno de los acontecimientos mediáticos de la temporada que ha conseguido empapar kleenex y bragas por igual: Ortega Cano sigue vivo pese haber muerto cada mañana en Telecinco y Antena 3. Son gajes del oficio de torero. Aunque en este ruedo hay mucho toro y mucho cuerno. Mucha mala baba y una gran declaración del diestro (con siniestro a cuestas): «Ha sido el toro más difícil de mi vida». Lo que no sabe es que era el primero de la tarde. No sé si a Ortega Cano le harán un monumento las víctimas de accidentes (DIA) o la asociación para prevenirlos (PAT) o estarán preparando a los medios para erigirle como nuevo Farruquito con carné pero con litros de alcohol por sus venas imprudentes. Lo que está claro que esto es otro episodio de un grandísimo culebrón que nos queda por vivir. ¿Podremos sobrevivir?

Como con todo famoso muerto (y vivo a la vez, siguiendo la cola del gato de Schrödinger) viven otros cincuenta en los platós televisivos. Telecinco, o Telecirco para los amigos, sigue explotando en su reality “Supervivientes” (propulsado en el share por la diarrea de La Pantoja y su hijo) a su concursante Rosa Benito, cuñada del viudo de Rocío Jurado. Lo hace con la inestimable ayuda de la eterna concursante del formato, Aída Nízar, calificada por Jorge Javier Vázquez de ‘hija-de-puta’, de puertas para fuera, y de ‘mala-persona’, de puertas para adentro. Todo delante de la madre de Aída y cuatro millones de espectadores al otro lado. Jorge Javier es al parecer el nuevo censor de la moralidad de la cadena de contenidos incorregiblemente violentos y de dudosa re-puta-ción y ha sido respaldado por su compañero Jordi González, presentador de “La Noria”

JJ, nuevo justiciero y defensor de la moralidad
Conviene recordar que Jordi fue trending topic en Twitter por insultar a una usuaria de la popular red social con las mismas palabras en diferente orden: «Telebasura, tu puta madre». Personalmente yo y mi mando a distancia nos sentiremos mucho más seguros cada vez que veamos juntos la televisión actual con esos dos grandes defensores de la moralidad catódica. Aunque lo tendrán difícil, difícil de superar el listón amoral de su cadena, claro. 


Como en toda cornada con cuerno, éste viene de dos en dos: la mujer y suegra de Jesulín de Ubrique han dejado de ser presuntas para declaradas culpables y ser condenadas a un año y once meses de prisión. No verán los barrotes de la cárcel por ser su primer crimen (sin castigo), aunque se encuentran destrozadas según sus ‘enseres’ cercanos: entendemos se recuperará en los platós de televisión donde están decorando la puerta grande, preparando el talonario y afilando los cuernos de nuestra tora del eterno momento llamada Aída Nízar.

Nuevo golpe de Aída, polémica y audiencia en mano

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