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jueves, 26 de mayo de 2011

Juego de Tronos (1x07) You Win or You Die: Ganar o Morir


Ganar o morir. No hay excusas cuando uno inicia el Juego de Tronos y se inmiscuye en asuntos tan peligrosos y afines a un trono embadurnado de espadas. El séptimo episodio de la primera temporada “Juego de Tronos”, “You Win or You Die”, llega con estreno previo online en la propia página de la HBO para despertar dragones y leones. La audiencia de la primera temporada está siendo buena así como la recepción por parte de la crítica. Otra cosa es el público entregado que la ha encumbrado entre las mejores seres de ficción de la historia cuando el bebé apenas ha comenzado su llanto.

La primera novela extraída de “La canción de Hielo y Fuego” y que da origen al título de la serie, “Game of Thrones” demuestra que el material impuesto por George R.R. Martin está encajando con un perfecto guante en la mano de la todopoderosa cadena de cable y que esa embestida se está extendido por otros Siete Reinos alrededor de nuestro Poniente y Tierra particular. Puede que la novela y su adaptación en esta súper-y-muli-millonaria-producción deje hueco a las elipsis a la incompleta transcripción del primer impacto narrativo pero diez buenos episodios merecen un reino y el mejor caballo para que cabalgue una de las nuevas series reinas televisivas sobre nosotros.

Resulta muy interesante ver como una serie con tantísimos personajes principales y secundarios (que alternan en viceversa) se permite presentar al Rey de los Leones, Tywin Lannister, en el séptimo episodio despellejando un animal y sacándole las entrañas. El encuentro se produce en los preparativos previos a batallas venideras. Tywin recrimina a su hijo Jaime la forma de comportarse ante el secuestro de su hermano. Para el primero cuenta la familia y su nombre y para el segundo su honor personal. Parece que Jaime Lannister no quiere que le llamen Matarreyes y desea limpiar su nombre y futuro. Con honor y peleando de frente aunque su padre le pida una rápida madurez para que la familia no perezca y acabe como los Targaryen.


Eddard Stark y Cersei Lannister tienen su esperado encuentro para que ella le suelte la frase de la serie y primera temporada: “Cuando se juega al Juego de Tronos sólo se puede ganar o morir”. Dicho eso también se dicen todo aquello que deben decirse. La Mano del Rey le ofrece un exilio ya que le contará todo al Rey Robert cuando regrese de la cacería… Como siempre todo parece orquestado por las largas melenas rubias y es ahí donde la labor del escudero del Rey, también Lannister, ha tejido su particular plan. Vino y vino… Vino muerto, claro. El Rey Robert llega herido de muerte por un jabalí y le otorga poderes a Eddard para mantener el trono… No le cuenta nada porque antes va el honor. Oh, el honor, aquel que Meñique expulsó como un demonio de su cuerpo cuando fue marcado por el amor en un duelo. Puede que Petyr Baelish sea únicamente humano por el amor que profesó y sigue profesando hacía Catelyn Stark. En este episodio nos abre su corazón y parte de su cabeza: quiere el trono y el poder aunque conoce sus limitaciones. Y como es sabio le da otro a Lord Stark: hacer las paces con los Lannister, casar a su hija con Joffrey Baratheon y tener el poder para dar el futuro golpe definitivo. También Renly Baratheon no pierde el tiempo y quiere que el trono le pertenezca antes que al heredero natural, Stannis Baratheon, al no ser ninguno de los hijos con Cersei legítimos. Pero, ah, el honor está por encima de todos e incluso del propio Eddard.


Las dos tramas secundarias del episodio se centran en Jon Snow (por fin) y su juramento como Guardia de la Noche junto a su amigo Samwell Tarly y el motivo con el logra convencer Daenerys Targaryen a Khal Drogo para que su hijo logre el trono de occidente que le corresponde. Respecto al primero vemos lo mal que le sienta que le nombren mayordomo del Lord Comandante Mormont. Lo que inicialmente parecía un castigo de su enemigo y antagonista dentro del muro, Ser Alliser Thorne, se torna en un premio preparatorio para ser líder natural. Con los votos frente a un árbol corazón por creer en los antiguos dioses. No es la única sorpresa sino dos: primero habemus lobo huargo y, segundo, Fantasma localiza una mano… que puede estar relacionada con la aparición del caballo de su tío desaparecido… Respecto a la trama de Daenerys sirve para que veamos la fidelidad de Ser Jorah Mormont aunque sea el espía del reino y que, pese a los esfuerzos de Eddard y el moribundo Rey para parar el asesinato de la joven khaleesi, ya han empezado a surgir los primeros intentos de atentado. El primero se produce con un vino y gracias a la intervención de Jorah Daenerys consigue que su marido y Rey movilice los ejércitos en busca de ese trono perdido.


Aunque aquí, con la muerte del Rey Robert, el trono recae en Joffrey Baratheon bajo la supervisión de Cersei Lannister. Eddard Stark se revela y busca apoyos que son engañados por el más listo de la clase: Meñique. “Os advertí que no confiarais en mi”. Ah, ese honor perdido y robado.

2 comentarios:

  1. Y ya en el séptimo!13 de julio de 2011, 21:45

    Retomo un tema del episodio anterior que se me olvido: hombre........no hace falta que Stark vaya al libro de los linajes o que la anterior mano del Rey (o sea, su cuñado) le vaya dejando pistas. ES QUE SE VE CLARAMENTE QUE ES HIJO DEL PRINCIPE DE SHERK!!.

    Y ya en el episodio:
    -La escena de las putas, la verdad, pensaba que era más. Meñique es un soso y no sabe aprovechar las oportunidades de la vida.
    - Ser criado del Lord Comandante no es para tanto! Que no se queje con todo el paro que hay.

    Saludos, ya queda menos.

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  2. Hola Y ya en el séptimo!,

    Lo de Stark está claro pero necesita una prueba concluyente para que no le descuarticen vivo. Es más, lo dejan claro desde la primera secuencia que protagonizan Cersei y Jaime juntos en ¡EL PRIMER EPISODIO! Está clara su traición y hasta dónde pueden llegar...

    - Meñique es un tipo listo. Para sobrevivir en la corte de Desembarco de Rey hay que estar castrado o hablar de amor en medio del frenesí putil.
    - Es que Lord Snow quiere partir bacalao pero no en la cocina... Cosas de tener la espada siempre de punta.

    Saludos bastardos,

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