“Rare Exports A Christmas Tale”, la flamante ganadora de Sitges 2010, puede encuadrarse dentro de un nuevo epicentro revelador del género que intenta levantar estandartes pertenecientes al pasado. Desmitificadora, aunque acabe siendo completamente moderada, demasiado mesurada y lógicamente irregular aunque intenta evolucionar una especie en peligro de extinción: el cine de terror y fantástico con calidad.
En su cortometraje “Rare Exports Inc.”, que da pie al largometraje, trataba la temática de la cacería a niveles mitológicos de Santa Claus por los mejores cazadores en formato de falso documental. Se trataba de un anuncio cachondo y tal vez esa transformación en una dramatización guionizada sobre viejos tiempos no acabe de funcionar por problemas de ritmo… o tal vez presupuesto. No es lo mismo que este argumento caiga en una urbanización con centro comercial que en un pueblecito de dos casas y cuatro habitantes. Las ínfulas de cuento pueden dar sentido a la historia aunque minimalismo para contar grandes historias se puede quedar corto. Y “Rare Exports A Christmas Tale” es muy resultona en su recta final cuando pretende epatar al espectador en su parte más vibrante y directa.
Bill Goldberg, un conocido luchador de la WWC, fue el protagonista de “Santa's Slay” en 2005, donde ya quedó desmitificado Santa Claus como demonio que al perder una apuesta con un ángel tuvo que dar a los niños juguetes y felicidad durante las fiestas navideñas. Tal vez se añore el ritmo, trepidación y comedia negra que hubiera podido insuflarla Joe Dante con este material y siguiendo la estela de sus mejores películas en los ochenta.
DE CAZA |
El error y al mismo acierto del filme del finlandés Jalmari Helander es mostrarnos las cartas de su jugada en el trailer… y guardarse un as en la manga para sorprender y crear un punto de giro. Tal vez todo resulte demasiado articulado y apañado para conducir la historia hacia los derroteros que pretender cerrar la cinta con un original y al mismo tiempo visto final. “Rare Exports A Christmas Tale” queda en mi opinión como una oportunidad fallida por quedar congelada entre el género infantil navideño, el cine fantástico y los ribetes de terror. Aunque su mensaje final resulta acertado al contarnos que el origen de la Navidad, eso sí, es tan falso y comercial como el lado más salvaje, pagano y demoniaco de un hombre sonriente vestido de rojo. Todo parece indicar que detrás de toda la campaña de desprestigio de los trabajos de Jalmari Helander y “Santa's Slay” se encuentran tres manos reales enguantadas en oro que exigen la vuelta al monopolio. Aunque si ambas se complementasen y fueran más entretenidas, inteligentes, regulares y divertidas hubieran ganado puntos y un merecido regalo navideño.
EL EQUIPO A-NAVIDAD (Chiste tan flojo como la película) |
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