Séptimo episodio. “Boardwalk Empire” llega a su particular “Home”, a ese punto de ensoñamiento que tanto se ansiaba como punto de escape. La HBO había apostado fuerte y duro. Necesitaba producir de manera contundente una reacción explosiva, en una edad de oro de las series de televisión, como marca de diferencia. Un lanzamiento público de una nueva ley seca televisiva: a partir de este momento ninguna serie te sabrá igual. Pero hacerse un nombre y crear una marca es un trabajo de años. Como la labor de una marca por hacerse nombre que dicte sentencia. HBO tiene nombre, marca y mil siglos de amnistía por su calidad aunque desde “Los Soprano” hasta “Deadwood” pasando por “A dos metros bajo tierra”, “The Wire”, “Carnivàle”, “Roma” no ha existido la ansiada continuación. “Treme” tiene y debe de hacerse un nombre bajo cierto anonimato y “True Blood”, “Big Love” o “Hung” no han calado como se esperaba. “Canción de hielo y fuego” y la nueva serie de Terence Winter pretenden ser los nuevos explosivos y revulsivos que reabran las gargantas hacía pasados ritos de admiración. “Home” demuestra y confirma que “Boardwalk Empire” es una serie condenada a perdurar y la HBO sigue pariendo gratificantes botellas de licor de una inequívoca marca de calidad.
La concepción de cada episodio pretende ser tan redonda como la del anterior. Todo, además, manteniendo un conjunto y cadencia respecto a la temporada completa. La teoría dice que si continúa así “Boardwalk Empire” será una de las series más admiradas de la inaugurada década. Visto lo visto el conjunto se refuerza a cada pulso antes del ansiado cierre. Los personajes cada vez están mejor y más formados pero quedan huecos en el pasado que les han llevado a un presente repleto de esperanzas, temores y lucha por sobrevivir. Marcas latentes a modo de estigmas y cicatrices que hacen recordarles sus caminos y errores.
Esperando una revelación |
Chicago.- La portada de un periódico nos sitúa inmediatamente en el punto de acción. El objetivo es empezar a cerrar tramas abiertas ante la inmensidad de los personajes que se amontan. Hay chivatazo que revela dos asuntos: primero, Al tiene amigos en la policía que le dan información y, segundo, el tío que desfiguró a Pearl ha sido localizado en un bar-restaurante que habitualmente frecuenta. Los griegos dieron con sus sesos en la pared y parece que la trama Pearl puede cerrarse. Como “Boardwalk Empire” es lo notablemente inteligente dirige un terrible dolor que sufre Jimmy en su pierna maltrecha hacia un hospital. Lo del test llamado ‘inventario personal’ del Dr. Robert Woodworth es un simple mcguffin para presentar a un nuevo personaje y reabrir heridas del pasado. No sé si una de las conexiones con el presente pueden ser esos soldados olvidados y relegados a meros enfermos mentales y farsantes por parte de sus mandatarios una vez acabado el conflicto. Richard Harrow es reconocible por su rostro desfigurado en su mitad que oculta con una máscara. Aquí uno desconoce el poder persuasivo de Jimmy pero empieza a dar signos de elevación de poder y un grado de lo sibilino superlativo. Plan redondo: Richard Harrow es seducido por mujeres (putas), alcohol (en pajita) y la amistad (interés) de un antiguo compañero de guerra pero nunca de batalla. Tenemos a un letal asesino en forma de francotirador y Jimmy como maestro de orquestas y titiritero mayor. Venganza cumplida con un monólogo vil incluido.
¿Sabrá Jimmy que a Angela no le gustan los fotógrafos sino las fotógrafas? ¿Sabrá que Billy Winslow, el señuelo que utilizaron para robar el alcohol, ha cantado todo al agente federal Nelson Van Alden para eludir la cárcel en un robo armado a una joyería?
Dos caras |
Atlantic City.- Un viejo andrajoso en una casa completamente inhabitable persigue a unos gatos y cae al suelo. Está herido en su pierna y no puede moverse. Esta es la presentación del padre de Nucky y Eli. Poco aprecio por su Enoch y mucho más por su Elias. Tiene la foto de su hijo policía favorito pero para Nucky sólo hay recriminaciones y desprecios. Ni siquiera recuerda que su mujer ha muerto… lo que hace ‘saltar’ la alarma en Eli sobre la nueva ‘amiguita’ de su hermano: es viuda… porque alguien mató a su marido y otro lo ordenó. Casualmente tanto el ejecutor como el ordenante de la ejecución se encuentran en esa casa repleta de meados. Eso no es un hogar. Tal vez se despierte aquí cierto grado de humanidad en un personaje bastante calculador y sibilino. ¿Será su personal ‘Rosebud’? Nucky quiere ‘ceder’ la casa a alguien que pueda convertirla en un hogar. Fleming parece el hombre y nombre indicado.
Dulce hogar |
Por otro lado Chalky White es tentado por la oscura maniobra de Lucky Luciano en manos de Michael Lewis o Mickey Doyle para los amigos (o Meyer Lansky para nosotros). Chalky entiende que es Nucky quién está probando su lealtad y manda al pequeño mafioso con sus 10.000 $ de vuelta a Manhattan. No es su destino sino seguir los pasos de su patrono que quiere malmeter a los enemigos locales de Nucky y sacar tajada del asunto: atracar uno de los casinos cuya caja al final de la semana engrosa la cantidad de 150 mil. 50 % para Arnold Rothstein.
No es el único problema de Nucky: Luzy se persona en la ‘oficina’ del Tesorero de Atlantic City y monta un numerito. El cambio por Margaret Schroeder parece definitivo. Ésta sigue los consejos de otra de las concubinas y pretende dejar un hueco a sus parsimoniosos sentimientos. ‘Si hablan demasiado la concubina será un constante símbolo de lo débil que es su dueño’. Ese mal consejo provoca que Margaret frene los impulsos de desempolvar el pasado de Nucky y abrirse a ella. Al parece su padre no era demasiado angelical en modales y Nucky se ganó más de un castigo que le dejó marcas y señales para recordar. Tampoco su padre le perdona el ‘abandono forzado’ de hogar y ‘ha quemado’ toda la basura de su ingrato hijo. Margaret pide disculpas a Nucky por su egoísmo y quiere que confíe en ella ya que son íntimos y quiere que pueda hablarle. La vida y sus secretos del pasado pueden ser horribles.
Negocios, pruebas y cacahuetes |
¿Se convertirá Lucy en un terrorífico Mr Hyde hasta que quede saciada de sangre de una viuda?
Con toda la obra en la casa de su padre Teddy, el hijo de Margaret, acompaña a tío Nucky para comprobar el final de la obra. Su padre, el villano de su infancia, sigue allí hasta en silla de ruedas. Quedan traumas en las viejas cicatrices de guerra. Parece que hay más interconexiones entre Nucky y Jimmy y que este nuevo Tony Soprano de época tiene tan mala hostia como el mítico personaje que creó Terence Winter. Los dulces hogares nunca serán hogares si nunca fueron dulces.
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