Dexter (5x06) Everything Is Illumenated: Die-Die

“Everything Is Illumenated” sería “Everything Is Illuminated” si una tal Lumen no formase parte de la vida de Dexter Morgan y su quinta temporada. El juego de palabras no es sólo simbólico sino que se ha convertido en pieza clave de la psicología del personaje para darle una enésima vuelta de tuerca. Tal vez ese desamparado personaje funcione como un espejo para el protagonista de “Dexter” y a su vez todo el conjunto sea un marco a través del que miramos los espectadores. Bienvenidos al mayor horror de todos, que es descubrir el interior de uno mismo. Bienvenidos a la quinta temporada y sexto episodio de “Dexter”.

Parece que todo se recompone y vuelve al origen. Dexter embala todo y se prepara para la mudanza de la casa que compartió con Rita. Vida pasada que se fue ensangrentada por el desagüe de la bañera. Y ese regreso al inicio es ‘solucionado’ por los guionistas con un hombre llamado Quinn. La relación con Debra parece más sólida y el rollo ‘folla-amigos’ parece el conato de un noviazgo con derecho a piso. Arreglado todo, “Dexter” tiene sintomatología de reboot con criterio porque nuestro asesino en serie no vuelve a la vida de soltero sino de viudo y con un bebé debajo del brazo. Las primeras palabras de Harrison no son ‘bye-bye’ sino ‘die-die’. Los fantasmas de que su vástago siga sus pasos continúan latentes aunque esa funcional encargada llamada Sonya le quite hierro y peso etimológico a sus palabras. Está claro que su personaje, de momento, es un mero mecanismo del guión para dejar atado el lado paternal de Dexter Morgan. Un móvil cuya cobertura puede aparecer y desaparecer al antojo de unas pulsaciones en un teclado llamado libreto.

El objetivo del episodio es Lance Robinson, ligón de internet, que seduce a otros hombres para… acabar en la mesa de Dexter. Parece que el círculo que traza la serie sigue la melodía de frases celebres e iniciales como ‘Esta noche es la noche’ y el ‘pasajero oscuro’ de nuevo forman parte del leitmotiv del episodio. En el anterior episodio vimos que Lumen ‘alargaba’ su estancia en Miami y su secuencia y primera aparición incita a pensar en “Vestida para matar”.

Die - Die

Debra tiene un plan. Sabe el local que frecuentan los hermanos Fuentes, el Club Mayan. Y tiene un dispositivo de vigilancia que incluye a uno de los personajes secundarios de esta temporada, la Oficial Manzón. Pero todo esto no resulta del agrado del jefe supremo que no había hecho acto de presencia en lo que llevábamos de temporada. Tiene una razón lógica: si los hermanos Fuentes hacen acto de presencia en el local significará que han vuelto a matar… pero es la única pista que tienen los detectives en este momento. Aunque todo lo anterior implique divertimento pagado con dinero de los contribuyentes. Trapos sucios, asuntos internos y el nombre de Angel Batista sobre la mesa. Como si fuera de una sucesión de matrioskas la trama para esta temporada del matrimonio Laguerta y Batista incluye desde la confianza hasta el poder adquirido. Si Batista cae también lo haría el trabajo que ha realizado durante toda su carrera para llegar hasta su posición y los futuros ascensos. Esa tensión sigue dando coletazos y los guionistas la están reconduciendo por caminos menos previsibles que convertirían a “Dexter” en un culebrón barato. Obviamente el ‘trabajito’ que ha hecho Laguerta para Asuntos Internos tiene como consecuencia un nuevo enemigo llamado Robocop. O sea, Peter Weller, es decir, Stan Liddy. La venganza se sirve fría y el policía corrupto va a seguir los pasos de Dexter.

Criminal e Indecente preparador de crímenes sexuales

La investigación de Santa Muerte parece un seguimiento a la espera y en dique seco pero hábilmente se trabaja sobre una doble trama. Angel Batista entra de lleno a por una presa con escote y protuberancias frontales. Se llama Yasmin y Angel se hace con sus encantos en cuestión de dos minutos. Las apariencias engañan o delatan. Yasmin tiene un collar del rito de Santa Muerte y conoce a los hermanos Fuentes. También tiene bastantes cargos por asuntos con drogas y quiere negociar con la policía. Yasmin Aragón es la nueva pieza clave del caso y el roce entre Batista y Laguerta comienza fortalecer la relación de ambos.

Sin problemas y enrevesadas tramas “Dexter” no tendría sentido. Lumen Pierce ha ‘matado’ a uno de los ‘abusadores’ en los hangares de un muelle. El problema es que Dexter, que se encontraba a punto de hacer los deberes con Lance Robinson, tendrá que esperar a coger a su víctima de su maletero en tiempos mejores. Toca de nuevo improvisar y parece ser una de las tónicas de esta quinta temporada. Habitualmente había un clímax y ascensiones previas en el guión pero todo desembocaba a la misma escena de marras: Dexter se cepilla a su objetivo criminal plastificado en una mesa; corta a Dexter tirando sus restos en alta mar en su bote. Los tiempos cambian y las complicaciones aumentan. Dexter fue aumentado de peso dramático y emocional en sus tramas para complicarlas más. Eso es que Dexter tenía novia, que luego fue mujer divorciada con dos niños, que luego fue la madre de su hijo y ahora, quitado de cargas narrativas, hay que corregir el peso mediante otra pesada incorporación llamada Lumen. No sólo Lumen hay tiroteado a su presa sino que ésta se ha escapado desangrada prácticamente. Aquí todo es utilizado para que los personajes se conozcan mejor y puedan confiar el uno en el otro buscando una simbiosis. Lumen descubre que Dexter trabaja para la policía y éste descubre a la presa mentirosa reinterpretando la escena del crimen y siguiendo el reguero de sangre.

Unidos y nacidos en la sangre

Con un más difícil todavía se suman los problemas pero se allanan otros. Lumen y su intuición tienen razón y la persona, un tal Dan Mendell a la que ha pegado un tiro con intención previa de que le facilitase los nombres de sus captores y torturadores, es realmente ‘uno de ellos’. Una delatora llamada por móvil a uno de sus compinches le sirve a Dexter para improvisar une ejecución un ‘die-die’. No es el único problema porque había aviso a la policía y Lance Robinson ha escapado plastificado del maletero del coche de Dexter. Lumen huye de la escena del crimen hacía una dirección indicada por Dexter pero su principal problema es capturar a Lance antes de que sea avistado por Debra y Masuka que siguen correctamente el rastro de sangre hacía el escondite de Dan. Queda poco tiempo y esta vez la improvisación toma nuevos rumbos. Dexter planifica en cuestión de segundos una escena del crimen. Lance ahogado con el plástico y Dan como víctima sexual. La imaginación viciosa y pervertida de Masuka hace el resto. Crimen resuelto y tres por uno. Queda ahora resolver las nuevas intenciones de Dexter con Lumen. El punto de encuentro era la casa de matrimonio de Dexter. Para unir y atar cabos Lumen se da un baño en la escena del crimen que acabó con Rita. Todos los cabos unidos en un círculo que comienza a dar forma y fondo a esta interesante temporada. Dexter nos muestra su lado más humano por sus caídas depresivas y traumas de los que no se ha recuperado. 

Ella ha conocido al ‘oscuro pasajero’ (o pajero según la interpretación criminal de Masuka) pero no sabe su nombre, tan sólo su significado. Su vida carece del mismo desde que sus sueños fueron aplastados por todas las torturas y violaciones a las que fue sometida. Su único sentido y rumbo para acabar con esa agonía es liquidar a todos los involucrados. Dexter, como justiciero y serial killer, también ha encontrado una nuevo horma de su zapato para moldear y allanar el camino que le falta por recorrer. Tal vez sea esa luz que quisiera nuestro protagonista para iluminar su oscuro camino. Próximo objetivo: vivir y ver morir.