Páginas Bastardas

lunes, 28 de junio de 2010

Mundial de Fútbol 2010: Bofetada al karma

El karma los tiene bien puestos y el destino es la mayor injusticia del mundo-mundial. Pecadores sean aquellos que lo abofetean y salen bien parados. Mal-líbranos de ese perversidad llamada justicia porque tal vez no exista y si existe no quiero que me quiten lo bueno, lo bailaó. Es injusto y cruel. ¡Maldito  karma!


El Mundial está deparando injusticias y pormenores en forma de silbato y hombre de negro. Ese señor que debería representar los ideales de justicia y acato a la norma se está convirtiendo en desequilibrio y la oda a la adversidad. Los árbitros están meando fuera del tiesto (o en la cabeza de uno), ninguno va a ser tan popular (y calvo) como Collina y su cegatez permanente y mal fario están  permitiendo que el dedo acusador se cierna sobre sus vacías cabezas. ¡No dan ni una a derechas! Y ahí entra en juego el denominado común denominador llamado karma; justicia kármica para otros. Eso consiste en que si uno se encuentra en su casa una bolsa de basura con cientos de billetes de quinientos euros (verdaderos y de los buenos) al día siguiente lo enchironan o le cae un meteórico en la cabeza cuando va a ingresarlos a su banco. O si alguien liga con la mujer de sus sueños al hacer el amor con ella y desnudarse ambos descubrirá que tiene pito o una vagina con dientes insaciable, como poco. 
La cosa es tan chunga que si usted fuera tostada no sólo caería por el lado que tiene mantequilla sino que le chuparía un perro, le pisotearía una señora con obesidad mórbida, resbalaría y, al caer al suelo de culo, descubriría que no lleva bragas. Eso, como mínimo. 
¡Maldito  karma!


Que el mundo es cruel se lo pueden decir a un alemán y a un inglés. A un argentino o a un español, lo que podría recordar a esos chistes internaciones donde el más pícaro era, por supuesto, el español. Pero si en esos chistes hubiera un árbitro de la FIFA acabarían todos finiquitados y empalados según empezase. Todos con tarjeta roja y expulsados. 
No hay piedad si el ‘hombre de negro’ está presente. Al alemán le dio un inglés y a éste, con el paso del tiempo, le acabaron dando y no pomadita. Al argentino le han dado mucho y, por lo tanto, mucho le tiene que quitar. Siguiendo la lógica kármica-inglesa-alemana Argentina palma como una campeona por diez goles con la mano y en fuera de juego (simultáneamente, es decir en fuera de juego y con la mano)  de los alemanes. Pero puede que nadie los vea porque la solución pasmosa de la FIFA ante tanta polémica de videomarcador y cagada arbitral ha sido el silencio y la ceguera, a juego con el don innato de sus mejores árbitros, eso es decir que el apagón analógico cobra una nueva dimensión. ¿Anal y Lógico? Puede que por ahí vayan los disparos. 



Pero para disparo la bofetada de Heinze, casi como la mayonesa y el ketchup, donde muestra su chulería monumental siguiendo la estela de su entrenador, que caía mejor cuando se empolvaba y decía paridas, ya que al menos eran coherentes a su estado mental. ¡Pero es que ahora dice lo mismo! 
Lo del gol de Argentina (no el del clamoroso fuera de juego que abrió la lata mejicana) fue una intrusión de la intimidad en su concepto deportivo. Al pobre cámara le mandaron con su steadycam a filmar la celebración del gol pero realmente se van a la banda, al exterior de la banda… ¿no es entonces eso un intrusión en la intimidad de los medios? Le cayó una yoya y ya resuenan los titulares con la palabra ‘agresión’. Esperaremos al parte de lesiones de ese ser inerte y agredido por una mano argentina ejecutora. 
A un cámara o fotógrafo, hace poco, le pisaron la cabeza (o casi, seamos dramáticos como los equipos implicados en los ‘robos) en una celebración y nadie dijo nada… Fue Luis Suárez celebrando ese golazo que daba la victoria y el pase a cuartos de su selección en el URUGUAY 2 - COREA DE SUR 1. Al parecer ser ‘estrella’ del fútbol da licencia para pisar y ‘fostiar’. ¡Maldito  karma! 


Esperemos que esa justicia kármica en forma de penaltis tangados a España (por no hacer historia de usurpamientos anteriores) suponga que mañana trinquemos algo que nos de victoria. Si no, estaríamos ante un ejemplo de mala suerte y escasa compensación de la justicia kármica porque, por mala suerte y oportunidades robadas y perdidas, la final debería ser un España - Holanda. Aunque lamentablemente la bofetada al karma puede ser injusta, inerte y monumental. Una auténtica yoya con la mano abierta de algo maldito llamado karma. 













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