Páginas Bastardas

martes, 17 de octubre de 2017

Crisis in Six Scenes: «Huye de los fanáticos por muy justa que te parezca su causa».

Serie de TV
“Crisis in Six Scenes”
EEUU
2016

Sinopsis (Página Oficial):

Esta es una comedia que tiene lugar en la década de 1960 durante tiempos turbulentos en los Estados Unidos. Una familia de clase media es visitada por una invitada que pone su hogar patas arriba.

Crítica Bastarda:

Considerada una de las mayores decepciones televisivas de 2016, la serie de Woody Allen para Amazon junto a Miley Cyrus no consiguió despertar la simpatía de la crítica y mucho menos el aplauso unánime de un público que, en aquel entonces, comenzaba a estar en shock por estrenos como Westworld. Más que no estar a la altura de las circunstancias catódicas, a “Crisis in Six Scenes” se le pidió un cúmulo de genialidad que el cineasta tampoco está ofreciendo en su actual obra cinematográfica salvo en contadas ocasiones. Ni es tan mediocre como dicen unos ni tan reveladora como apuntan otros, he ahí la gran verdad. Podemos entender su propuesta como un largometraje ampliado y diseccionado en seis episodios que, en su formato original, tampoco hubiera causado ninguna clase de revuelo ni alboroto. El propio Allen se arrepiente de haberla hecho no por su calidad creativa sino por el formato y el rodaje inherente que existe en los cánones televisivos. La oferta era irresistible aunque entendemos que Amazon, después de la recepción de su producto, tendrá dudas en buscar proyectos similares. ¿Hasta qué punto merece la pena contar genios como Woody Allen si la cuestión al final va a ser simple marketing? La razón es que “Crisis in Six Scenes” no mejora esa percepción de muchos autores por preferir las posibilidades que ofrece la pequeña pantalla para contar historias ‘de diez horas’. La idea del director de “Annie Hall” es elaborar una especie de largometraje de poco más de 120 minutos que ya se resiente de manera notable aunque, sin embargo, no está todo perdido para el espectador. Ni mucho menos. Lo interesante de la proposición de Allen es esa línea caricaturesca y satírica que podríamos continuar hasta inclusoAmerican Horror Story: Cult”. El autor parece hablarnos de esas dudas y pajas mentales de la burguesía estadounidense desde los años 60 en Estados Unidos cuando todo comenzó a irse a la deriva ideológica. ¿Exactamente qué querían/quieren ser? ¿Burgueses, revolucionarios, antisistema… sin perder aquello que consiguieron gracias a la prosperidad de la nación que salió victoriosa de la Segunda Guerra Mundial? Quizás la Guerra Fría subyaciera en ese enfrentamiento y dicotomía existencial y filosófica. No solamente existía un pensamiento y Miley Cyrus da la impresión de ser ese concepto anarquista y radical del cineasta en sus piezas para retratar la metáfora de una entidad atrayente a la vista que escondía, por el contrario, toda una parodia de la estupidez que rodea a esos mitos e iconos que han seguido perpetuando los ‘acomodados’ liberales estadounidenses desde entonces. 



“Crisis in Six Scenes” se pude entender, por lo tanto, desde el personaje de Lennie Dale y las implicaciones de su representación: Hannah Montana se convirtió en una prófuga radical y miembro del ejercito Constitucional de Liberación que desea irse a Cuba antes de poder ser arrestada por el país que detesta. Todas esas peroratas y furia envuelta en bilis son parte de una enfermedad ideológica que Lennie va a extender entre todos aquellos que tratan de protegerla o se encuentran a su alrededor. Es obvio que esto incluye al habitual escritor neurótico e hipocondríaco que habitualmente interpreta Woody Allen. La serie de Amazon se ciñe a asentarse sobre discursos políticos y ‘teatralizar’ esos 60 en los que las dudas y contradicciones de la sociedad de EEUU comenzaban a asentarse. La idea que nos traslada el rol que implementa Cyrus en el conjunto no es otra que las consecuencias de la siguiente generación que cuestiona el eje bélico sobre el que se asentaron sus predecesores y padres morales. Un hijo suele contradecir la palabra de sus progenitores, parece decirnos Allen. Y si una generación establece dicotomías y discordancias ideológicas sus descendientes perpetuarán una decadencia de ideas de facto que se irá ampliando a medida que vaya existiendo nueva descendencia. Aquí no es de extrañar la otra sátira que están realizando Ryan Murphy y Brad Falchuk sea la cúspide que tiempo atrás se intuía: una sociedad sectaria que da pie a un espectáculo circense por parte de políticos que ya son simples payasos de una farsa. Toda la crisis existencial de “Crisis in Six Scenes” nos habla en cierta medida de que la vida puede ser impredecible por encima de esa auténtica verdad que supone la muerte. El problema es que para vivir aventuras conviene alejarse del cinismo de otros y esos fanáticos que tratan de ganarse su hueco en la sociedad con supuestas causas justas. Nunca se fíe de ellos porque, simplemente, son fanáticos. He ahí la moraleja de esta historia con interesante fondo que se deja ver por encima de su irregular forma.

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