Páginas Bastardas

viernes, 3 de julio de 2015

Hannibal (3x05) Contorno: Poniendo cerco a Hannibal Lecter…


THE END. A la noticia de la cancelación de “Hannibal” por parte de NBC se ha ido sumando un clima hostil compuesto por un encadenado de noticias adversas. La última ha sido el cumplimento del plazo a la opción que tenía la productora Gaumont International Television para renovar los contratos de Mads Mikkelsen y Hugh Dancy. Ambos han quedado libres para buscar nuevos proyectos y aceptar alguna de las muchas ofertas que seguro comenzarán a recibir en breve. El desinterés de Amazon por resucitar la serie y el proyecto de Bryan Fuller para Starz (“American Gods”) son conceptos también claves para determinar que el futuro del show al servicio del Dr. Hanninal Lecter es cada vez más oscuro e inexistente. THE END? Prácticamente pudiéramos confirmar que el final es definitivo por un acuerdo exclusivo con Amazon y las intenciones de Fuller de centrarse primordialmente en su próximo drama adaptando la novela homónima de Neil Gaiman. La recuperación de una de las mejores propuestas que se emiten en la actualidad parece prácticamente imposible. Al menos, a corto plazo. Mads Mikkelsen es un actor al alza y que aparezca en el último clip de Rihanna (‘Bitch better have my money’) es otro de esos sinónimas de una popularidad y caché emergente. Las condiciones para contratarlo de nuevo, por lo tanto, no serían las mismas y ese inconveniente se suma a una ya pila funeraria compuesta de innumerables problemas. Pensemos que estas tres temporadas de “Hannibal” darán sentido al ya existente y complementario universo cinematográfico alrededor del material de Thomas Harris. Pensemos en disfrutar y gozar con cada nuevo episodio de esta póstuma temporada. Repasemos “Contorno”, quinto capítulo de esta tercera entrega del show al servicio del ‘Grupo de Apoyo a las Víctimas de Hannibal’ antes de que ese ‘THE END’ oscurezca todo…

La caza ha comenzado pero vamos a tener algunos giros de guión para que nadie pueda utilizar la palabra «previsible». “Contorno” aterriza para dejarnos claro cómo el Dr. Lecter disfruta al sentir esas perceptibles amenazas que han puesto cerco a su persona y libertad. Considero que el capítulo se resume en las secuencias que comparte junto a Bedelia Du Maurier, en esos recurrentes caracoles, es ese conflicto que une y distancia a Hannibal y Will sobre el deseo de matar y, sobre todo, un flashback de ese joven Il Mostro. El dibujo ha sido sustituido por la música, por un concepto más etéreo, amplio y resonante. Recordemos que precisamente fue un dibujo el que alertó a Miriam Lass de la verdadera identidad del Destripador de Chesapeake. La Sonata para piano nº 13 de Mozart marca esa juguetona melodía argumental, como si el villano volviera a sonreír y ser feliz en esa cuerda floja ante un abismo donde se encuentra. El Dr. Lecter incluso se regodea de esa recompensa para ser capturado vivo que cierne sobre su cabeza. Es su escudo, su forma para sobrevivir y lidiar con esos policías que deciden operar fuera de la ley, tentados por el cuantioso dinero que ofrece Mason Verger. Ese contraste es visible en esas secuencias en las que vemos a Du Maurier y Lecter como amantes pero con otras capas de deseos bajo su epidermis. Sobre todo respecto a Bedelia y su representativo y frágil rostro, como si ella estuviera tejiendo y moviendo los hilos, construyendo una amplia telaraña cada vez más opresiva para atrapar al depredador que se halla sobre la misma. Sus compras en Dal Vera 1926 son rastreadas por Alana Bloom y Mason Verger cada vez tiene más claro su paradero, como si Du Maurier estuviera dando señales codificadas al mundo, como si quisiera ser rescatada y al mismo tiempo parte fundamental de la caza. En el viaje de Chiyo y Will —en su búsqueda de Hannibal— aparece también el concepto sobre la influencia y que no tiene que ser necesariamente la violencia el medio más efectivo. En esta tercera temporada del show de Bryan Fuller da la sensación de que los personajes femeninos están utilizando distintas artes acerca de la manipulación y la autoridad sobre el resto de protagonistas: ellas están al mando y no utilizan prácticamente la violencia.


Will y Chiyo viajan en tren con destino a Florencia y el episodio aprovecha para tratar de conectar a ambos personajes y contarnos más sobre el pasado de la asiática: fue contratada como asistente de la tía del Dr. Lecter pero fue finalmente él aquel que se convirtió en su maestro. La diferencia entre ambos es que Chiyo nunca perdió el control sobre sí misma, no fue manipulada ni es tan maleable como el ex agente especial del FBI. Precisamente ese tren propicia una atmósfera recargada por esos diálogos de caracoles que son capaces de atravesar y sobrevivir a sus depredadores, de recorrer el mundo… pero también el tiempo. La puesta en escena hace hincapié en el pasado pero también en los conflictos y las intenciones de los personajes: Will debe acabar con Hannibal para no convertirse en él, para cerrar el ciclo y mutación. Ese aparente viaje y trama de transición se transforma, por el contrario, en un golpe de efecto cuando Will es alertado por una desagradable pesadilla en la que Chiyo es ‘empalada’ por esas astas que representan su transformación. La asiática no se halla en la litera de su camarote y Will la encuentra en el último vagón del tren disfrutando de la noche, ese lugar que define como aquel en el que la vida parece más un sueño. Will va a descubrir por boca de Chiyo que ella nunca estuvo buscando a Hannibal porque sabe exactamente dónde se encuentra. Florencia es el destino, un beso el punto de encuentro y hay otros medios de influencia aparte de la violencia… pero Will es el único método que entiende y conoce. Chiyo sorprende a Will y a la propia audiencia lanzándolo y arrojándolo al exterior con el tren en marcha, como si el guión quisiera formular que no hay un concepto previsible en ese viaje y reencuentro de esas almas gemelas. ¿Existe aquí una alegoría sobre el caracol que logra atravesar a ese pájaro que lo devoró? Will aterriza en las propias vías… boca abajo y es despertado por ese ciervo que guía su camino y siniestra metamorfosis. Le vemos ensangrentado, golpeado por la brutal caída… aunque es capaz de levantarse y seguir a ese animal interior que marca su destino. 


En Florencia Jack Crawford y el Inspector Rinaldo Pazzi son los protagonistas de la caza del Dr. Lecter. Jack arroja las cenizas de Bella sobre un puente para dar sentido a ese círculo vital sobre la ciudad en la que se conocieron. Jack incluso tira su anillo de bodas y Vincenzo Natali se recrea en todos esos conceptos extrasensoriales tan característicos de la serie. A través de Jack vamos a conocer la esposa de Pazzi, interpretada por Mía Maestro —la amante de la rata muerta que lleva sobre su cabeza Corey Stoll en la comedia The Strain—, pero se trata de un recurso para conectar a los investigadores del Il Mostro. Pazzi está investigado al Dr. Lecter bajo una agenda oculta y paralela a la policía y Jack le advierte que no siga el mismo camino erróneo donde él falló. Pazzi le ignora y acude en solitario al Palazzo Capponi para encontrarse con Hannibal y jugar su rol dirigiéndose a él como el Dr. Fell. Lecter siempre sabe cómo voltear una situación y recuerda a Pazzi que uno de sus ascendientes es ilustre por el horrible modo en el que fue asesinado. Pazzi no es disuadido y sigue ese guión establecido por el propio Hannibal: no delatando a Il Mostro a las autoridades y contactando con Mason Verger para conseguir la recompensa. Verger exige a Pazzi una huella dactilar y éste tiene que aceptar las peligrosas condiciones impuestas ante esos suculentos beneficios. Alana sabe de antemano que Pazzi va directo a su propio asesinato y no sabemos si Verger también está alimentando a la bestia para entretenerse. El nuevo encuentro entre Pazzi y Hannibal viene determinado por un juego de ‘máscaras’ y señuelos, como ese pequeño cuchillo que utiliza el Dr. Lecter para comer una pieza de fruta y dejar su huella dactilar. Hannibal lleva los tiempos e incluso deja claro a Pazzi sus intenciones al revelar un tallado de su ancestro colgado con sus entrañas saliendo de él. Pazzi se encuentra cegado por ese cuchillo y Hannibal utiliza la distracción para regresar con un pañuelo empapado de cloroformo y preparar al maniatado inspector ante el balcón y su fatal destino. Precisamente la llamada de Alana a Pazzi para advertirlo sobre los peligros de su misión es respondida sardónicamente por el Dr. Lecter y por primera vez vemos a la que fue la amante de Il Mostro emocionalmente tocada. Hannibal es el Dios (y Diablo) y ‘corta’ esa llamada y ‘corta’ esa comida para destripar a Pazzi y dejarlo ahorcado… pero alguien se encuentra en el patio y no es otro que Jack Crawford, alertado por la esposa del inspector. 



Volvemos a un nuevo enfrentamiento entre el Dr. Lecter y Crawford pero esta vez el ritmo y melodía es dispuesto por el ex jefe de la unidad de ciencias del comportamiento del FBI. ‘La urraca ladrona’ de Gioachino Rossini marca ese contraste entre música clásica y un beat 'em up con cristales explosionando alrededor, como un gran espectáculo circense. Como si hubiera aprendido de todos sus errores, Jack da una auténtica y brutal paliza a su rival sin que Hannibal tenga la más mínima oportunidad. Los trucos de Lecter ya no funcionan y mencionar a Bella no va a distraer a un efectivo contrincante que utiliza todo aquello que está a su alrededor para incluso acuchillar con un garfio de anclaje la pierna del asesino en serie al que persiguió tiempo atrás y acabó derrotándolo. Este ‘round 2’ va a finalizar con Hannibal defenestrado en una especie de ojo por ojo para vengar a Pazzi… Lecter apela al romanticismo del héroe y villano pero Jack tiene el control de la situación y de su venganza:

—¿Cómo te sentirás cuando me haya ido?

×Vivo. 

Lamentablemente para Jack el propio cuerpo de Pazzi le sirve a Lecter para hallar una salida y aminorar una caída que hubiera sido mortal. El plano desde las entrañas del difunto inspector no tiene precio… Magullado y ensangrentado huye del lugar remitiéndonos a la propia imagen de Will sobre esas vías. Ya no son dioses ni demonios sino seres de carne y hueso. El encuentro final de ambos se ha visto alterado por la violencia: el único diálogo del que disponen en sus discursos y manipulación. Hay más intérpretes en ese circo de tres carpas y cada uno tiene su propia voz y contundente aparición en un alegato de justicia poética y el sabor de la venganza… Continuará. 

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3 comentarios:

  1. Tremenda golpiza que le dieron a Hannibal, seguo que Jack tiene los días contados..
    Es una lástima que un material tan bueno como este acabe de esta forma, cancelado. me hubiera encantado llegar a la culminación de tan apasionante show. Pero, supongo que lo bueno dura poco.

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  2. Por cieto esa secuencia de la pelea entre Jack y Hannibal me recordó a la Naranja Mecánica, y la vieja ultraviolencia. hasta el fondo musical era el mismo. solo faltaba Alex DeLarge y sus drugos.

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  3. Yo no lamento que se acabe, esta última temporada está siendo un desmadre pretencioso (aunque me siga gustando mucho y la vaya a ver hasta el final) que cada vez es más gratuitamente retorcido y con menos sentido.Además, una vez que se llegue a la captura de Hannibal tropezamos con las novelas y sería difícil mantener a Hannibal como protagonista absoluto en RD y SOTL a no ser que rompiesen completamente el canon de Harris.Yo creo que sabían de sobra que iba a ser la última temporada y han echado el resto haciendo lo que les ha salido de los huevos... ;-)

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