Páginas Bastardas

domingo, 26 de julio de 2015

Los Minions: La Verdadera Historia de Los Minions

“Los Minions”
Título original: “Minions”
Directores: Kyle Balda, Pierre Coffin
EEUU
2015

Sinopsis (Página Oficial):

La historia de Universal Pictures e Illumination Entertainment comienza cuando surgen los minions como organismos amarillos unicelulares y evolucionan a través de las eras; sirviendo siempre a los villanos más despreciables. Fracasando constantemente a permanecer con ellos —desde el T. rex hasta Napoleón— los minions se quedan sin amo a quien servir y caen en una profunda depresión. Pero un minion llamado Kevin tiene un plan, y él —junto con Stuart, el adolescente rebelde, y el pequeño y adorable Bob— se aventuran hacia el mundo para encontrar a un nuevo jefe maligno a quien ellos y los suyos puedan servir. Después de fracasar constantemente por encontrar el amo perfecto, Kevin, Stuart y Bob se embarcan en una aventura emocionante que los lleva a su siguiente amo potencial, Scarlet Overkill, la primera mujer súper-villana del mundo y su esposo Herb Overkill. Parten desde la gélida Antártida hasta la ciudad de Nueva York de 1960, para terminar su viaje en el moderno Londres; donde deben enfrentarse a su mayor obstáculo hasta ahora: Salvar a toda la especie minion de la aniquilación.

Crítica Bastarda:

¿Cuál es ‘La Verdadera Historia de los Minions’? ¿Tienen un oscuro origen o han sido víctimas también de esa decadente sociedad en la que vivimos adicta a los creepypastas, a las leyendas urbanas, a las biografías de Belén Esteban, los ‘jits’ de Kiko Rivera y Ylenia y a sacarle, en definitiva, a todo algo malo? Los hechos son que el film que se ha estrenado en 2015 dedicado a dar forma a su mitología —tras el éxito internacional de “Gru, mi villano favorito” y su secuela “Gru 2 - Mi villano favorito”— lleva recaudados más de 759 millones de dólares hasta el momento en todo el mundo y ha sido prácticamente imposible que un ser humano no haya sido víctima de su campaña de marketing. Pero la película también fue noticia debido a que esos medios, que critican virulentamente la ‘web de desmentidos’ del Ayuntamiento de Madrid, se hicieron eco de un bulo viral… para desmentirlo. Vayamos a los propios hechos. Un usuario de Facebook, Luciano Gonzalez, publicó en su muro el siguiente texto acompañado de una foto el día 19 de julio de 2015
¿Sabía usted?  
«Minions» (del alemán «minion» => «esbirro») se denominaba a los niños judíos adoptados por los científicos nazis para sus experimentos. Pasaban gran parte de su vida en sufrimiento y, como no hablaban alemán, sus palabras eran sonidos hilarantes para los alemanes.  
Foto referencial: niños buzos británicos entrenando auto-rescate de submarinos equipados para colocar minas submarinas.  
Lo leo y pienso: «qué absurdo».

Los medios que odian los ‘desmentidos’ oficiales con datos, decidieron desmentir el viral… con datos… pero eludiendo una de las pautas fundamentales de su profesión: contrastar la propia fuente del bulo. El mismo autor, tras el incontrolable efecto dominó de ‘likes’ y ‘compartidos’, decidió editar su propia publicación posteriormente hasta que el día 23 de julio dejó constancia y en evidencia, mediante el siguiente texto, a su propio desmentido y sobre todo a esos periodistas con fobia y, al mismo tiempo filia, por el desmentido:
La siguiente publicación se hizo viral hace unos días. Puedo ser el responsable de haber posteado en Facebook, sin embargo esta información existe desde que se lanzó la primera película “Gru, mi villano favorito”. La información es FALSA. Pude haber dicho que se trataba de un experimento social y lo hice, pero sin embargo no nació así. Yo solo tomé la misma información, agregué unas sandeces y la publiqué para mi pequeño perfil en Facebook de no más de 600 contactos. Esta bola fue creciendo y a los 10 minutos ya había 2.000 y mas compartidos. Ahí fue cuando hice la primera edición de la publicación aclarando que la foto era de niños buzos, sin embargo la gente subconsciente continuaba asociando la foto a la publicación, y se seguía compartiendo. A la hora ya había casi 7000 y para final del día ya había explotado en todo Sudamérica. Pues bien, saco a conclusión la falta de lectura que nos falta como sociedad, la falta también de cultura, y de atrevernos a preguntar. Nadie en las 24 horas en que se hizo viral la publicación me preguntó directamente o por mensaje sobre la veracidad de la información. Salían unos a desmentir pero a ese mismo salía otro y le decía «¿pero que no ves la foto?». Estamos mal como sociedad, y eso no es culpa de un «gordo salame», «chileno cochino», «cerebro liso», «genio», «capisimo» «ídolo» u otro de los adjetivos con los que me han calificado y enviado mensajes estos últimos días. Esto es culpa de cada uno, de lo adoctrinados que estamos por los medios, por las influencias de masas, la publicidad y todo lo demás. ¿Lo de los judíos les parece atroz? Investiguen sobre el Escuadrón 731, vea las noticias actuales sobre lo que ahora están haciendo los judíos a los palestinos, librando una guerra a un país que no tiene ejército. Y los palestinos a los judíos, las atrocidades del EI… Cada uno demoniza a sus enemigos siempre, todos exageramos a veces. No sea grave, no se haga parte de una guerra ajena, no va a cambiar nada del pasado compartiendo una imagen en su Facebook. Si quiere cambiar el mundo apártese de su computadora, suelte su celular, salga de su casa, hable con su familia, eduque a sus hijos, para que nadie, nadie, pero absolutamente nadie le pueda nunca «meter el dedo en la boca». Facebook no regala un dólar por cada compartido de una foto de un niño esperando una operación, ni regala un dólar a África por cada like en una foto de un niño desnutrido. Enseñe a sus hijos a trabajar, a compartir, a producir, a aprender, para que sean hombres y mujeres de bien, y no habrá más hambre. Lea, incremente su cultura: es gratis y no quita espacio. Como escribió alguien por aquí en la publicación: no me levanto todos los días pensando «hoy haré un chiste cruel sobre judíos». Esto fue un caso fortuito, que develó un problema grave que existe en la sociedad, y que no va a cambiar ahora, pero que espero que de los 41.398 compartidos a la hora unos 1000 vuelvan a leer esta edición. Saludos, les dejo el resto de la publicación original, para que vea lo absurdo que suena si lo ve de nuevo.

Vayamos de vuelta a aquello que realmente nos interesa. ¿Cuál es ‘La Verdadera Historia de los Minions’? ¿Existe? Este bulo que se ha reactivado en estos últimos días tiene como origen un creepypasta que obviamente ha sido ‘desmentido’ con el propio ‘desmentido’ de los ‘desmentidos’. El origen de los minions no es bajo los designios de una influencia nazi, ni están basados en niños judíos que los soldados del Tercer Reich utilizaron para experimentos. La foto de los buzos del submarino Royal Navy extraída del Museo Nacional de la Marina Real del Reino Unido —y que data antes de la Primera Guerra Mundial— ya desmentía el propio creepypasta. La película “Los Minions” da precisamente todas las respuestas para entender a esos seres cuyos creadores ya tuvieron que aclarar previamente algunas cuestiones planteadas por la audiencia. ¿En qué idioma hablan? ¿Por qué no hay minions hembras? ¿Tienen o no sexo? ¿De verdad eran una creación del Dr. Nefario — mezclando ADN mutante, ácidos grasos y dos tazas y media de plátanos triturados— dando sentido a esa leyenda urbana de niños secuestrados —y torturados por innombrables y aterradores experimentos— por el mismísimo Gru para obtener mano de obra gracias a un ejército de fieles seguidores? Sea como fuera, la cultura popular sirvió a los guionistas para dar forma a los minions y, sobre todo, a sus nombres. Las aventuras de Kevin (Kevinos, «líder»), Stuart (Stuartalumni, «que cede») y Bob (Robert abreviado) en esta película son precisamente lo menos interesante para entender la historia y origen de estos adorables seres que esconden un oscuro secreto que nos revela el propio prólogo de la obra… Todo aquello que va a leer a continuación no es ni un creepypasta ni una leyenda urbana o invención, simplemente son hechos que relata (y también no quiere desarrollar) la exitosa cinta titulada “Los Minions”. Evidentemente los creadores no habían dejado claras algunas cuestiones respecto a esos diminutos ‘esbirros’ de color amarillo con forma cilíndrica con uno o dos ojos y, ahora, conocemos las respuestas a las siguientes preguntas: ¿Por qué tiene tan poco auto-control y son tan inocentes como un niño? ¿Por qué puede incluso sobrevivir a las mortales condiciones del espacio exterior? ¿Por qué buscan agradar tanto a Gru como al Dr. Nefario y colaboran en sus maléficos planes y malvadas maquinaciones? ¿Por qué son en apariencia tan retrasados como los rabbids pero, al contrario, son suficientemente inteligentes para operar con armas (e incluso construirlas), manejar computadoras y conducir todo tipo de vehículos? ¿Por qué hablan de ese modo tan incomprensible… si es que tienen algún tipo de lenguaje y patrón? ¿Por qué ese amor por las bananas y las manzanas? ¿Por qué tienen sólo tres dedos y no tienen sexo aunque sí sentido de la decencia cuando aparecen desnudos cubriéndose sus inexistentes genitales o pezones? ¿¡Y cuántos hay!? ¿899? ¿10.400? 


Vayamos a aquello que nos cuenta los créditos y prólogo de “Los Minions”. Los minions existen desde que hay vida en el planeta Tierra y comenzaron siendo seres unicelulares amarillos que fueron evolucionado y siguiendo a aquellas criaturas más peligrosas y mortíferas que se formaron en el caldo primigenio. Cuando salieron a la superficie esa tribu, ya desarrollada en su forma definitiva, se dio cuenta de que el Tyrannosaurus rex era el villano más despreciable al que debían servir… Su relación duró tanto como el descubrimiento de las bananas como objeto (¿fálico?) del deseo. La llegada del hombre a sus vidas tampoco cambió esa tónica de acabar accidentalmente con los amos a los que servían. Ni el hombre de las cavernas o el faraón egipcio se salvaron de la destrucción por parte de esos seres amarillos que, en cierto modo, les respaldaron a convertirse en los villanos más despreciables del planeta. ¡Y tontos no eran, que construyeron las pirámides! Más o menos Hasta el mismísimo Drácula y Napoleón sufrieron los errores de esa tribu de desastrosos secuaces y sirvientes. Éste último no se tomó nada bien la derrota provocada por los minions y tuvieron que huir del ejército de Bonaparte hasta encontrar una nueva vida y construir su propia civilización en la Antártida. Ese impuesto exilio provoca con el paso del tiempo una depresión generalizada en la tribu: sin un amo al que servir su existencia carece de significado. Al guión también le viene bien alejar a los minions de la historia del Siglo XIX y del comienzo del Siglo XX… porque es obvio que se hubieran estado presentes en el ‘mundo terrenal y mortal’ habrían servido a otros personajes históricos… como Adolf Hitler, Pol Pot, Stalin y si seguimos avanzando hasta Osama Bin Laden entre muchos otros. ¿Los minions trabajaron para la Inquisición? ¿Sirvieron a señores esclavistas? Las elipsis, ese ‘destierro’ y, sobre todo, el tono infantil general impiden que veamos otra cara menos amable y más sádica a ese concepto de servir al mal. Alejados de todo lo anterior, en 1968 Kevin tiene la idea de partir en una misión de salvación junto con otro par de voluntarios (Stuart y Bob) para encontrar un villano en ese mundo exterior. Esa premisa le sirve al guionista Brian Lynch para desplegar una historia de aventuras y comedia gracias a la relación que se establece entre los minions y la pérfida e invencible Scarlet Overkill. Iremos de Nueva York a una convención de supervillanos en Orlando (Villain-Con) para acabar en Londres y generar una gran crisis en la realeza en Reino Unido. ¿Adivinan quién la provoco? Volvamos al principio y centrémonos en las respuestas a esas iniciales preguntas. Los minions son seres prehistóricos que, en realidad, no evolucionaron y quedaron relegados a sus emociones primitivas. Son criaturas inmortales o, al menos, no conocemos una vía de acabar con los mismos salvo la muerte por depresión si no encuentran un despreciable villano al que servir. El tiempo y su experiencia les han convertido en unos expertos en los descubrimientos tecnológicos e históricos del ser humano y han establecido su propio lenguaje mezclando las diferentes culturas e idiomas con los que han convivido. Al haber existido desde siempre y ser imperecederos también nos preguntamos si necesitan comer… o, al menos, no tuvieron necesidad en su exilio en la Antártida. En apariencia tienen un sistema digestivo pero aquí llega el planteamiento que deja caer la película y que abre una línea oscura para esos personajes supuestamente inocentes e infantiles: los minions, en realidad, se alimentan de maldad. 


Es el perfecto momento de hablar del color de los minions. ¿Por qué el amarillo? En las anteriores entregas parecían insinuar que los minions eran una creación del Dr. Nefario, obtenida gracias a una mutación en el ADN, pero ellos son seres prehistóricos que evolucionaron desde el principio de los tiempos. Así que ese color estimulante y que cuentan que es el primero que registra nuestro cerebro, también entraña esa ‘mala suerte’ ligada a su leyenda. Más allá de la crónica negra alrededor de la muerte de Molière, la realidad es que el amarillo ha sido un color ligado a una época que precisamente elude a conciencia la película dirigida por Kyle Balda y Pierre Coffin. En la Edad Media los herejes y los apestados eran obligados a vestir de tal fatídico color y una bandera amarilla ondeaba sobre los lugares donde existía una epidemia. ¿Una advertencia de que había minions con gripe asesina allí? La Inquisición es posible que fuera la responsable de asociar ese color al del fuego y azufre que gobernaba el infierno. Científicamente hablando, el núcleo de la Tierra representa representan aproximadamente el 90% de azufre del planeta y llegamos de nuevo al enfoque y lectura más oscura de “Los Minions”: esas criaturas son el mal reencarnado, inmortal e incansable para encontrar y alimentarse del mismo sobre la faz de la tierra, aunque esos seres sean tan inconscientes (e idiotas) para darse cuenta de sus acciones. Después de extinguir a los dinosaurios y a otras especies superiores a los seres humanos como los vampiros, cualquier persona debería temer a esos seres infernales capaces de acabar con cualquier amo… hasta que conocieron a Gru, claro. ¿Albergaba tanto mal el alma de Gru que al final se hizo bueno gracias a los minions? ¿Volverán a quedar huérfanas Margo, Edith y Agnes o ser el protagonista de una franquicia que lleva recaudados más de 2.273 millones de dólares es el mejor seguro de vida? La cuestión y respuesta se halla en qué siente el espectador por esas adorables criaturas capaces de hacerte vender tu alma para comprar algo de su marketing o perder la cabeza intentando entender la letra de sus versiones de Village People. Los minions, desde luego, son el mismísimo diablo fragmentado en miles y miles de horrocruxes. Esas entrañables criaturas son el mal reencarnado aunque su función, como criaturas mitológicas fantásticas, precisamente sea mantener el equilibrio bajo ese espíritu bromista e incluso malicioso. Los duendes, gnomos o trasgos siempre han servido al cine de género más aterrador para recrear peligrosas y en apariencia inofensivas criaturas que acababan siendo tremendamente mortíferas. Gremlins, Critters, Ghoulies o esas cosas que te transformaban en un batido vegetal en “Troll 2” ya tienen unos nuevos rivales en el firmamento cinematográfico. 

[VOZ DE ULTRATUMBA] 
Los minions ya están aquí… 




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4 comentarios:

  1. Que no soporto tu escritos los empastelas mucho, tan sencillo es hace una critica asertiva y precisa de las cosas, escribes demasiada paja, te dejo de leer, lastima que por tu afán de extender tus escritos al mejor estilo leguleyo pierdas la esencia de la critica.


    Mi critica de la película: de los Minions poco, son perfectos para pequeños cameos dentro de las películas de mi villano favorito, el relleno perfecto que pierde toda su gracia al extenderlo en una película para ellos, cansa las tonterías que hacen y cansan mas de la forman que hablan, sobre la sinopsis de la película no tiene ni pies ni cabeza total carente de sentido coherente, mi consejo, comprenla en DVD y no vayan al cine a perder su dinero...

    Me despido de la pagina, no te leo mas...

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    Respuestas
    1. «mi consejo, comprenla en DVD y no vayan al cine a perder su dinero...»

      ¡Vaya consejo... para perder incluso más pasta! Es usted de Universal, ¿verdad?

      P.D.: Predique con el ejemplo que pretende dar. Su estilo para ese comentario cansino. empastelado y repleto de paja parece salido de un leguleyo... o un comercial de Universal.

      Lo dicho: ¡HASTA NUNCA!

      ^_^

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    2. yo creo que cada persona tiene derecho a opinar a su manera no lo creen y el que quiere creer esto que lo crea y el que no se lo pierde ps,

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