Páginas Bastardas

jueves, 9 de abril de 2015

Gangland Undercover: Vagos, Mongols and Outlaws

Miniserie de TV
“Gangland Undercover”
EEUU
2015

Sinopsis (Página Oficial):

El único hombre lo suficientemente valiente como para infiltrarse en tres bandas de motoristas fuera de la ley y vivir para contarlo, Charles Falco (autor de ‘Vagos, Mongols and Outlaws’), se transforma de un presidiario a infiltrado para documentar en secreto las actividades ilegales de los Vagos y finalmente llevarlos ante la justicia. Con el verdadero Charles Falco comenzando cada episodio en una entrevista protegiendo su identidad, su historia cobra vida en esta serie-docudrama basada en los hechos acerca del trabajo de Falco como informante de los federales en una misión encubierta dentro el mundo de los peligrosos Vagos compuesto de violencia, asesinato y tráfico de drogas. Escalando posiciones en la banda al tiempo que facilita 62 arrestos, Charles Falco expone cómo se paralizó esa empresa criminal desde el núcleo del inframundo motorista en esta historia real alucinante titulada “Gangland Undercover”.

Crítica Bastarda:
Este programa está basado en relato de los hechos de Charles Falco que sucedieron entre 2003 y 2006, cuando se infiltró en una de las más notorias bandas de motoristas. Nombres, localizaciones y detalles clave se han cambiado para proteger la identidad de todos aquellos involucrados. 
“Gangland Undercover”, miniserie de History Channel de seis capítulos y según IMDB la mejor de la historia de la televisión (o casi), nos remite a esa moda de la cadena por adaptar historias con un trasfondo histórico y real con esa forma y carcasa actual de hype a la vista. Manda el montaje impactante, la fotografía de un filtro Instagram y el sexo y violencia como condimento más atractivo… y ciertamente superficial. La historia de Charles Falco pasa por ser el (co)autor de autor de ‘Vagos, Mongols and Outlaws’ para retratar esas experiencias que le convirtieron en uno de los mayores expertos de bandas motoristas de EEUU. La leyenda cuenta que únicamente escasos hombres lograron infiltrarse con éxito y salir con vida y la miniserie quiere que respiremos en todo momento esa sensación de peligro bajo la convivencia de esos hombres tan amenazadores, asociales, matones, cautelosos y, por supuesto, letales. Algunos desnudos y provectos, inclusive.


Aunque la ficción basada en hechos reales únicamente nos habla de su misión en la banda de los Vagos, la historia de Charles Falco es aún mayor y puede que History Channel esté tentada de ver cómo ese hombre no se conformó con el programa de Protección de Testigos y volvió a infiltrarse en bandas como los Mongols y Outlaws. Los problemas de “Gangland Undercover” son obvios: su carcasa pretendidamente superficial para captar a las audiencias más juveniles y, sobre todo, “Hijos de la Anarquía”. ¿Casualidad o un pretendido acierto del manual del marketing televisivo como “The Devils Ride” en Discovery? El show quiere que veamos la caída de ese hombre, como traficante de metanfetamina de poca monta, que lo perdió todo y que su transformación en un informante —de la que entonces todavía se llamaba la Oficina de Alcohol, tabaco y armas de fuego (ATF)— supuso un acto de redención personal. 
La primera vez que acordé convertirme en un informante encubierto en una banda de motociclistas, lo hice para salvar mi propio pellejo. Pero en los próximos tres años, poner a tipos malos fuera del juego se convirtió en mi misión personal. Lo vi como una oportunidad de corregir mis errores del pasado. Pero he pagado un precio muy alto. Soy Charles Falco, y esta es mi historia.

Vamos a conocer ese precio tan alto desde la narración del propio protagonista, a lanzarse a la articulación por testimonios directos a la cámara de ese otro Charles Falco (Damon Runyan) y, por supuesto, un aluvión de voz en off. La función de los secundarios es completamente amenazante y la sensación de “Gangland Undercover” y posible acierto del show es mezclar correctamente la docuficción con el de una recreación guionizada de esos hechos reales, pese a ese fiasco histórico que supuso Sons of Liberty. La miniserie tiene suficientes alicientes para mantener el interés de la audiencia: la doble vida de Falco, sus intentos por ascender dentro la organización criminal sin ser descubierto y, por supuesto, ese acto redentor que va creciendo en el interior del protagonista por hacer lo correcto pese a dar la impresión de ser un juguete a manos tanto de criminales como de la propia ley. El hype, por lo tanto, es opcional. Al contrario que la propuesta de FX, la serie protagonizada por Damon Runyan está basada en hechos reales, en una idea poco explorada como pilar básico de un show y se recrea en dicho concepto tanto en forma, concepto como fondo. Los créditos finales dejan claro un camino abierto:
La operación ’22 Green’ involucró a 800 agentes de la ATF. Fue una de las más largas y coordinadas para el cumplimiento de la ley en toda la historia de California. Más de 30 miembros de la banda fueron arrestados. Fueron sentenciados a 200 años por crímenes que incluyen tráfico de droga, posesión ilegal de armas y homicidio. El capítulo de Falco como Vago fue disuelto pero el camino que tenía delante estaba a punto de ser aún más peligroso…
No obstante, conocemos esa ya transitada autopista aunque la velocidad y relativas paradas nos hagan digerir mejor el producto. Y “Gangland Undercover”, tanto para lo bueno como para lo malo, no deja de ser tal.

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