Páginas Bastardas

lunes, 8 de diciembre de 2014

The Newsroom (3x05) Oh Shenandoah: ¿Volverá Don Quijote?

Hemos llegado a ese espacio que va a desembocar el final de “The Newsroom” y se siente que “Oh Shenandoah”, tercer y último capítulo de la último temporada del drama de HBO, va a gestionar y culminar todo ese escalón previo al clímax y series finale. Vamos a tener muchas tramas y elementos característicos (por no citar tópicos/típicos) de un previo clásico a un cierre de un drama televisivo. De este modo, no va a faltar la muerte de un personaje principal para un giro final o que la tensión sexual/romántica de una pareja estalle definitivamente para consensuar (por fin) su relación. Se nota y se siente que Aaron Sorkin es plenamente consciente de las críticas que su creación ha recibido y la defiende como todo padre. Pese a sus defectos (que otros señalamos como méritos) desea potenciar sus cualidades, dejar claro que quiere llegar hasta el final siendo coherente y reforzar ese espíritu sobre un Don Quijote en un mundo que es incapaz de comprender que perdió su magia (¿el fin de Camelot?). Tal y como nos revela en la trama que protagonizan Maggie Jordan y Jim Harper, Edward Snowden está ‘allí’ porque se le nombra pero esos personajes van en otro vuelo y avión, en otra ficción paralela y distante. Es hora de repasar “Oh Shenandoah”

Aaron Sorkin odia internet. EDITO: Aaron Sorkin, pese a ganar el Oscar y alcanzar todo el reconocimiento internacional con su libreto de “La red social”, odia internet. Sorkin no quiere dejarse nada en el tintero y habla a través de sus personajes pero establece un debate interno tomando el rol y punto de vista contrario. Vamos a comprobar que Will McAvoy lleva encarcelado 52 días en los que han pasado muchas cosas y en los que Charlie está tratando de salvar a todo su equipo bajo cualquier medio y condición impuesta… quebrantando sus propios principios y declinando toda lucha con ese nuevo director y dueño (Lucas Pruit), que representa la idiotización de la comunicación y medios del Siglo XXI. Obviamente en este punto el espectador piensa una y otra vez: le van a matar a disgustos… hasta que la gota final cae. El estrés asesina y 52 días tragando saliva y lágrimas fueron suficientes para la víctima de la pluma de Sorkin. He aquí también una alegoría sobre el propio creador del show y esos hombres de negocios del mundo de los mass-media que están muriendo tanto en el contexto alegórico como físico. Los tiempos cambian y el infarto que acabará con la vida de Charlie está elaborado incisivamente con recursos clásicos y un tanto anacrónicos e impostados, como banda sonora y canción conjugada con cámara lenta. Sissel pone la sinfonía a un funeral anunciado. Murió con la pajarita puesta y ejerciendo su trabajo. Dio unos 8.598.069 millones de gritos dos minutos antes… El hashtag #URACN (sí, suena a ‘Urine’) ya era para morirse. He dicho.


El resto de subtramas empacan por la vía del sensacionalismo o todo ese argumento troncal alrededor de la revelación de toda la información y documentos clasificados y esa noticia sobre 38 muertos en Kundu Ecuatorial. Neal Sampat está fugado y oculto en Venezuela, Will McAvoy ‘pudriéndose’ en la cárcel y Sorkin necesitaba de un punto de giro para dar sentido a una solución. Sabíamos que la vinculación de Mac con esa fuente encarnada en Clea DuVall (Lilly Hart) no iba a ser casualidad y “Oh Shenandoah” desea generar otro par de debates sobre el sensacionalismo de los medios con dos asuntos bastante actuales. El primero es una acusación de violación en un campus de una universidad (Princeton) y el segundo es la utilización por parte de Sloan de un cebo —una entrevista a modo de segmento promocional que Pruit quería para una APP llamada ACNgage y definida como periodismo ciudadano— con el creador de una aplicación para ‘stalkear’ a celebridades. ¿Y qué pasó con Will? Lilly Hart decidió suicidarse con una bala directa a su cabeza delante de las escaleras del Departamento de Justicia mientras Will tiene que lidiar con un nuevo compañero de celda que personifica viejos traumas del protagonista: es un borracho un tanto intransigente que ocasionalmente pega a su esposa. Supongo que los haters de la serie odiarán la elección del recurso y hubieran preferido una variación tangible pero alegórica. Realmente estamos ante un enfrentamiento mental con el propio padre de Will y bajo los efectos de su encierro tras 52 días. El guardia de prisiones ya avecinó la jugada y Sorkin desea alcanzar cierta catarsis y clímax emocional en ese Quijote consciente de su condición pero con renovadas fuerzas para seguir luchando contra ese mundo en el que ya no encaja. De nuevo, el concepto teatral y esa entrevista e interlocución de dos personajes apresados. 


Sabemos de qué va Pruit y forma parte de esa visión un tanto cínica y paródica de Sorkin sobre el mundo actual de la información y el sensacionalismo. La idea sobre esa víctima de una violación en Princeton es colocarla en el mismo estudio que su supuesto agresor y vemos que Don tiene que plasmar la aberración sensacionalista tratando por todos los medios de evitarlo. El propio debate de Don con la estudiante y víctima en su habitación pudiera ser ciertamente teatral en su sentido de escenificación, como un previo a esa discusión televisiva que pudiera ejecutarse en directo. Los dos posicionamientos están divisados aquí y se entiende que Sorkin barre para el famoso, mártir de las circunstancias y la sociedad. ¿Quién es la victima cuando la venganza consiste en destruir públicamente a través de las redes sociales y los tabloides y no en una sala judicial con un jurado? Don sabemos que decidirá no caer en esas arenas movedizas. Ese motín en ciernes e insubordinación al completo del equipo acaba con Sloan y Mackenzie despedidas por Pruit y con un enfrentamiento con Charlie Skinner. Al parecer, Charlie consiguió ciertos privilegios para evitar estas situaciones y consigue calmar las aguas… aunque no su corazón. 


No importa que ese Quijote con el culo pateado esté de vuelta para el combate con su inquebrantable idealismo porque tal vez la guerra ya está perdida. ¿Vivimos en un mundo en el que la gente no tiene la expectativa de que lo que están leyendo sea real? ¿Es que aquella prensa que es considerada seria se ha convertido en variaciones del ‘Mundo Today’? ¿La inmediatez de internet es información o se ha transformado en una nota de la omisión e intrascendencia de un chiste con fecha de caducidad? Will fuera de cárcel pese a su «No, Sir.» y Jim y Maggie por fin juntos. Desde Rusia con Amor… Es otra historia pero, ¿no lo es al fin y al cabo “The Newsroom”

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