Páginas Bastardas

martes, 25 de noviembre de 2014

The Newsroom (3x03) Main Justice: La época del Rey Arturo

El tercer capítulo de la tercera y última temporada de “The Newsroom” sigue ahondando en los dilemas morales, éticos, laborales, románticos e incluso legales de esa sala de prensa idealizada e idealista. Hay dos corrientes en “Main Justice” que pudieran sintetizar el discurso que propone Aaron Sorkin. La primera la forman las dudas sobre la legitimidad y arenas movedizas sobre la justicia y el periodismo en la trama troncal de la temporada. ¿Son realmente ‘News Night’ los buenos o los malos de la filtración de los documentos clasificados? ¿Cuál es el precio ético de conseguir una noticia que merece ser escuchada por el mundo? Maggie Jordan nos dio pistas en ese viaje en tren que la llevó directa a una exclusiva de la que tendremos constancia en este episodio: el mundo que conocemos se acaba. Utilizando a Maggie llegamos precisamente a esa segunda corriente en una frase que revela a Jim Harper la extinción del ‘viejo’ periodismo: «Eso es porque vives en la época del rey Arturo junto con Don, Will y Charlie». Se refería al periodismo online y da la impresión de que nuestros quijotes son dinosaurios en ese nuevo orden. ¿De verdad que Jim es tan ‘viejo’ y desconocedor de la era de internet o simplemente es un recurso un tanto anacrónico para remarcar su discurso? Es hora de repasar “Main Justice” y que Gary Cooper simplifique en la ruptura de su momento musical, gracias ‘Anything Goes’, esa variación y sorpresa directa a nuestro presente.

Las consecuencias de la fuga de Neal, la llegada del FBI a las oficinas de ‘News Night’ para arrasar y la respuesta de Charlie Skinner de utilizar el periodismo como arma, son la carta de presentación de “Main Justice”. Will se debate en hacer correcto aunque el peso ético lo va a tener MacKenzie McHale en diferentes parcelas, ya sea lidiando con su amiga y agente del FBI Molly Levy o con todas las consecuencias del reportaje de Neal. Es precisamente Molly, su confidente, la brújula que puede orientar sus acciones en todo el aspecto legal en el que están tratando de sobrevivir el resto de sus compañeros. Teniendo como referencia que ningún periodista nunca ha sido acusado bajo la ley de espionaje, Molly da la impresión de tratar a despertar a su amiga: la fuente de Neal no es una buena persona sino todo lo contrario y por la investigación todo hace indicar que el joven periodista ayudó a su fuente a cometer el delito… Mac se va a encontrar con otra revelación personificada en la mismísima fuente de Neal. Se llama Lilly Hart (Clea DuVall) y va a amenazar con revelar toda la información y documentos clasificados en internet si ACN no emite la historia de esas 38 personas muertas. 


Que Will decidiera ayudar a Neal y someterse él mismo al peso de conocer la fuente va a traer consecuencias, como dejarle su tarjeta de crédito para pagar el ordenador donde se cometió la revelación y delito de todos esos documentos clasificados. Will consideraba que ser una estrella popular de la televisión sería un perfecto escudo para su acción quijotesca pero “Main Justice” va a cerrarse con la citación judicial que recibirá en el momento más inoportuno y de la persona más inesperada… El capítulo va seguir los pasos de la relación de Jim y Hallie y su debate ético sobre la nueva era del periodismo respaldado por la propio Maggie, que verá cómo su noticia sobre el informe de la EPA se transforma en una revelación apocalíptica e incluso cómicamente incómoda en la entrevista en directo realizada por Will. A esas líneas de humor se suma la relación ‘prohibida’ entre Don y Sloan perseguida por Wyatt Geary (Keith Powell), el nuevo director de Recursos Humanos. Esa aroma a screwball y argumentos fuera de sitio están moldeados para que encajen entre sí y basculen perfectamente en otros planteamientos más serios y dramáticos. No obstante, los diálogos planificados por Sorkin nos invitan a pensar en que los personajes se niegan a tomarse en serio, como si pensarán que están protagonizando un film de Frank Capra o un remake de Luna nueva de Howard Hawks. Toda esa percepción se va desmoronando con la dura realidad pero ellos siguen aferrándose a ese sueño y representación de su propio idealismo y coherencia interna.


Teníamos pendiente el asunto de la OPA hostil y la búsqueda desesperada de Leona y Reese por ese necesitado dinero para mantener a flote la compañía. Después de intentar todo, tendrán que escindir ACN para poder conservar la empresa matriz. El problema para el canal de noticias es que será comprado por un multimillonario liberal, excéntrico y un tanto borderline, llamado Lucas Pruit (B.J. Novak). No sabemos si sus ideas y visión para la cadena y red de noticias son de un loco o una prueba de fuego para Charlie. ¿De verdad que hay tantas personas en el mundo que acechan a Danny Glover que merecen  darles un canal? Todo ese clímax se va a desarrollar en la Cena de Corresponsales de la Casa Blanca donde Will tendrá que asistir con todo su equipo… pese a tener pensado y declarado lo contrario. Previamente vimos una reunión de Will, Mac y Charlie (junto a la siempre funcional Rebecca Halliday) con la Oficina del Procurador General donde descubriremos junto con los protagonistas que Neal se encuentra en Venezuela… para evitar ser extraditado a los EEUU. Will juega sus cartas pero recibe una para comparecer ante un gran jurado. La fama parece importar poco y ese chiste final que nos está cocinando Aaron Sorkin pudiera no tener finalmente gracia para alguno de sus personajes principales. Tal vez Will no sea tan grande (y estrella) como pensaba y el quijote quede reducido y derrotado al enfrentarse con esos molinos que pensaba que eran gigantes… porque la época del Rey Arturo, en realidad, ya es pasado.

Licencia de Creative Commons
Historias Bastardas Extraordinarias by Maldito Bastardo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. COMENTARIO SIN SPAM: Ver cada uno de sus episodios de The Newsroom era como tomarme una dosis de tranquilizante/remedio para la pérdida de esperanza en la humanidad.

      Eliminar

Lea antes los Mandamientos de este blog.