Páginas Bastardas

sábado, 19 de octubre de 2013

Once Upon a Time in Wonderland: Ansías uterinas de diseño (I)

Serie de TV
Once Upon a Time in Wonderland”
EEUU
2013

Sinopsis (Página Oficial):

En la Inglaterra victoriana, la joven y hermosa Alice (Sophie Lowe) cuenta una historia imposible sobre una nueva tierra extraña que hay al otro lado de un agujero de conejo. Un gato invisible y una oruga que fuma jugando a las cartas son sólo algunas de las cosas fantásticas que ha visto durante su aventura. Sin duda, esta chica con problemas debe estar loca… Los médicos tienen la intención de curarla con un tratamiento que le hará olvidar-todo. Alice parece dispuesta a dejarlo pasar, especialmente el doloroso recuerdo del genio que se enamoró y se pierde para siempre, el guapo y misterioso Cyrus (Peter Gadiot). Pero en su corazón Alice sabe que ese mundo era real y sólo en el último momento la sardónica Sota de Corazones (Michael Socha) y el incontenible Conejo Blanco (John Lithgow) llegan para salvarla de su destino. Juntos, el trío tendrá una nueva caída por la madriguera al País de las Maravillas donde nada es imposible.

Crítica Bastarda:

Los datos del estreno del spin-off de Érase una vez a través de La Sota de Corazones no fueron en absoluto dignos de un mundo de ‘maravillas’ y su segundo capítulo se desplomó en la complicada, infernal e imposible noche de los jueves. Con peores datos que la cancelada Last Resort, “Once Upon a Time in Wonderland” tiene las páginas de su cuento marcadas desde que osase enfrentarse al funcional y millonario mundo de la física por Sheldon Cooper donde ni las sitcoms de la NBC o los colmillos de “Crónicas Vampíricas” pueden hincar apenas el diente. Pese a que no paran de repetirnos «Nada es imposible en el País de las Maravillas» tantas veces como La Reina Roja (Emma Rigby) repite ceño y morro fruncido, hay que hallar cuantiosas pruebas para poder amar (de verdad) una serie sentenciada a pena de muerte… ¡Que le corten la cabeza!, gritarán los ejecutivos de ABC. ¿Y dónde está el mítico «¡Que le corten la cabeza!»?, vociferaremos otros… ¿Es que ya es hasta políticamente incorrecto en EEUU la tan democrática y civilizada pena de muerte?


Y es que “Once Upon a Time in Wonderland” es la versión soft-porn feminista de “La princesa prometida” de nuestra década o ‘intento de’, claro. El spin-off ha decidido fusionar el imaginario de Lewis Carroll (por cierto, ¿qué pasó con ese proyecto de Marilyn Manson titulado “Phantasmagoria: The Visions of Lewis Carroll”?) con el mundo de “Las mil y una noches” personado con la composición y recreación generada por Disney en “Aladdín”. Esta vez el genio tiene un polvo —testado por el infalible fervor y poder uterino que domina el mando a distancia y la propia protagonista— y Jafar va sin loro y fue tiempo atrás nuestro Sayid en Perdidos (a Jorge Garcia ya le ficharon en Érase una vez). El culebrón de la serie matriz ha pasado a ser condensado en su vocación más efectista de espectáculo y aventuras en un mundo mágico con historia de amor, rescate y reencuentro de pivote argumental y dos villanos que también ejercen de antagonistas entre sí. Con mucha lucha interna, pecados pasados, traiciones y, sobre todo, locura el envite no creo que aporte nada ni pretenda despuntar en ese mundo surrealista donde la protagonista ha sido tildada de loca y no de drogodependiente. Sí guapa, eran setas alucinógenas y la oruga era tu camello que fumaba marihuana... ¿Un manicomio? ¡Esa niña tendría que estar en una clínica de desintoxicación y de dejar de poner nombres de animales a sus camellos y llamar a la pasma Reina de Corazones!


Los paralelismos entre los roles interpretados por Mia Wasikowska y Sophie Lowe son evidentes y la serie quiere epatar a la audiencia gracias a la decepción provocada por la “Alicia en el País de las Maravillas” de Burton, pese a convertirse en su momento en una de las diez películas más taquilleras de la historia. John Lithgow pone la voz al Conejo Blanco y desconocemos si por algunos momentos los personajes están en ‘Sugar Rush’ de ¡Rompe Ralph! con esos lagos de s'more, por ejemplo. Ignoro si los seguidores de Érase una vez completarán piezas o se llevarán las manos a la cabeza pero, sinceramente, no se la recomiendo porque va a ser fulminada y decapitada antes de que el Conejo Blanco vuelva a mirar la hora en su reloj. ¿Qué le corten la cabeza? Veamos, no entiendo detalles de esa trama para ser tan simplista. Jafar y la Reina Roja montan un pedazo (pero P-E-D-A-Z-O, eh) de tinglado para hacer creer a Alicia que su novio y genio de la lámpara, Cyrus, está muerto. Quieren que gaste sus tres deseos y así vuelva a la lámpara para hacer cosas muy-malitas con su poder… mientras que tanto Alicia como Cyrus desean romper ‘su maldición’ para estar juntos forever-and-ever. De acuerdo… pero luego vemos que la Reina Roja tiene la lámpara y Jafar al genio y no entendemos que el villano venido de Ágrabah consiga la lámpara-picadero (sí, le faltaba un plasma en el mini-piso para completar la decoración) con la misma facilidad que nos ha demostrado entrar y salir del castillo y estrangular a la Reinona en plan Darth Vader... antes, claro, de sacarle el paradero de la preciada botella. Botella que por cierto esconden en un lugar de mierda tanto unos como otros… todo sea dicho. ¿Es el País de las Maravillas o el País de la Estupidez? Pero lo peor de todo es el cierre del segundo capítulo, donde Cyrus le manda un origami volador (¿y violador?) a su amada como prueba de su cautiverio y que ella retorna a su churri con el mismo co(efi)ciente intelectual que un recién nacido. Vamos a ver, reina mora… si el fruto origami volador de mielda vuelve con el genio… ¿por qué no lo sigues y, ya puestos, lo envías por la mañana sin poner esa cara de pajillera? Ay, las ansías uterinas os pierden… Ay… Para darse al botellón… o la droja en el Cula-Cao como esta niña, claro. ¡Deja de fumar marihuana y comer setas alucinógenas, Alicia! ¿Qué te enrollaste con un genio? Mira, guapa, ¡deja de esnifar Mr. Proper y sácate el tapón De Er' Don Limpio der' txotxo que lo vas a poner todo perdido!

Yo acabó con estas ansías uterinas de diseño aquí… y mucho más sabiendo que desde la ABC gritarán en breve: «¡Que le corten la cabeza!»

1 comentario:

  1. jajajjaja k buena!!,
    pues me ha hecho bastante gracia la crítica, pese a que me guste la serie te ríes y parte de razón no vamos a negar que tiene.. ^-^

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