Páginas Bastardas

martes, 25 de diciembre de 2012

Los Miserables: A Anne Hathaway le van a dar un Oscar por plagiar el ‘Nothing Compares 2 U’ de Sinead O’ Connor…

Los Miserables”
(2012)
Reino Unido
Director: Tom Hooper
Título original: Les Misérables”


Sinopsis (Página Oficial):

“Los miserables” transcurre en la Francia del siglo XIX y cuenta una emotiva historia de sueños rotos, amor no correspondido, pasión, sacrificio y redención: un testimonio intemporal de supervivencia del espíritu humano. Hugh Jackman es Jean Valjean, el ex convicto perseguido durante décadas por el despiadado policía Javert (Russell Crowe) después de saltarse la condicional. Cuando Valjean accede a cuidar a Cosette, la joven hija de Fantine (Anne Hathaway), sus vidas cambiarán para siempre.

Tom Hooper lleva a la gran pantalla su dramática y espectacular visión del musical que más tiempo ha permanecido en cartel basado en la épica historia de Victor Hugo. Con estrellas de talla internacional y aplaudidas canciones como ‘I Dreamed a Dream’, ‘Bring Him Home’, ‘One Day More’ y ‘On My Own’, el gran espectáculo de “Los miserables” renace de nuevo como una experiencia cinematográfica irrepetible

Crítica Bastarda: 

Empezamos como Dios…, sobrevolando el cielo, pero…, rápidamente, los espectadores nos vemos atados a la cuerda con la que nos arrastra Hugh Jackman hasta su look geólogo-de-Prometheus y ese border-plagio del ‘Aihó, aihó’ de los siete enanitos en el inaugural ‘Look Down’. Esa atadura en los espectadores se convierte también en la soga que se pone en el cuello Tom Hooper: ha querido y pretendido dar veracidad y sentimiento a cada verso y canto de los personajes acercándose a sus precipicios existenciales. Primeros planos y cortos con prolongadas exposiciones con steadycam en las que el propio director acaba encerrado y enclaustrado junto a los adormecidos espectadores… si es que no acaban vomitando antes. Sin capacidad de sorprender ante tanta repetición de recursos y nulas soluciones visuales y al limitar el montaje… llegan los ronquidos y/o arcadas a las salas que apagarán el Dolby Digital.


La “Cleopatra” de Hooper quiere seducir a los premios dorados con su empaque académico gracias a su dirección artística, vestuario e intérpretes… en un resultando final hueco y enfático. Helena Bonham Carter y Sacha Baron Cohen actúan como detonantes de una revolución interna del filme y se imponen como lo mejor de la función en sus escarceos de ‘trolls’ errantes ante dramas, luchas mayores y banderas ‘comunistas’ emergiendo desde pantallas norteamericanas. Sí, es momento de la revolución. En tiempos de ‘motines’ del pueblo como la primavera árabe, el 15M o Occupy Wall Street, un inglés mete mano a la bandera y el espíritu combativo francés mientras que narra una rebelión ‘cantada’ de un puñado de cristofreaks que se convierten en perroflautas o perroflautas que se convierten en cristofreaks. La verdad es que lo mismo nos da. El espíritu de la novela de Victor Hugo ha quedado reducido a un anuncio de IKEA donde faltaban Putin, Blair y Sarkozy recibiendo a Angela Merkel y lanzando billetes a irlandeses, italianos, griegos y españoles en ese cielo para unos e infierno para otros. Hubiera sido la perfecta pesadilla para despertarnos en un grito en Do mayor…


Llegamos a las conclusiones: a Anne Hathaway le van a dar un Oscar por perpetrar un plagio. Hace 22 años John Maybury colocó a Sinead O’ Connor delante de una cámara en un primer plano y no terminó de filmar hasta que ‘Nothing Compares 2 U’ había finalizado. Sí, era una versión… pero el sentimiento, sensibilidad y lágrimas cayendo por el rostro de la cantante irlandesa catapultaron tanto a la canción como al clip al Olimpo de los 90. De hecho, Maybury incluía encadenados mediante insertos y se permitía evocar a las imágenes mentales de esos paseos de la intérprete por el Parc de Saint-Cloud de Paris. “Los miserables” reniega de cualquier concesión etérea, por mucha divinidad presente, e impulso de montaje salvo un torpe clímax musical. Yo salí empapado de lágrimas originadas por bostezos y sudor porcino por estar pegado a la butaca durante tanto, tanto, tanto, tanto, tanto… y tanto tiempo. Lo peor de esta fallida, pedante y olvidable película es descubrir una de las mayores y terribles visiones para despedir nuestro apocalíptico 2012: en el cielo no crece el pelo… aunque al parecer te lo compensan con un Oscar… cantado, claro.

[Reseña redux de la publicada en Cinema ad hoc]

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