Expediente X (11x02) This: Simulaciones y giros por toda la eternidad

Tras la decepción generalizada de “My Struggle III” (11x01), “This” ha confirmado que el regreso de “Expediente X” no ha perdido su encanto y que la finalidad del season premiere era un simple punto de partida. No había más… salvo la presentación de esos nuevos personajes y frentes que están luchando contra los planes del Fumador. “This” se inicia con un extraño mensaje que recibe Fox Mulder de Richard ‘Ringo’ Langly a lo “El cortador de césped” o “Matrix”. Tal hecho, destruye la tranquilidad de Fox y Dana y nos sumerge en una aventura que no está demasiado alejada del imaginario y estructura de un cruce de —salvando las distancias— “Con la muerte en los talones” y “Black Mirror”. La idea, además, es ir posicionando ese frente que personifica Erika Price (Barbara Hershey) como parte del entramado argumental de la temporada. Podemos pensar que estamos ante la posibilidad de una variación de la serie de Charlie Brooker. ¿Estarían dispuestas las mentes más brillantes a someterse a una simulación o realidad virtual para trabajar en un bien común mayor por toda la eternidad? Aquello que conocemos es que Price está obsesionada por una carrera especial para llevar al hombre a las estrellas. Nos han vendido en “The X-Files” que el ser humano avanzó tecnológicamente gracias a los avances alienígenas y es probable que los primeros viajes espaciales para colonizar planetas lleguen en breve en esa línea temporal ficticia. Es obvio que todo puede irse al traste tanto por los planes del Fumador como por cierta revolución en esa otra simulación en la que habitan los mayores genios (fallecidos) del planeta. La agencia de Price desea cortar de raíz cualquier posibilidad de que el mundo conozca una verdad que está ahí fuera… Repasemos “This”, segundo episodio de la undécima temporada de “Expediente X”. 

“This” desea revelar ese contexto sociopolítico de la era Trump y utiliza el funeral de Langly para evocar esa década en los 90 en la que todo parecía complicado pero, ahora y en la distancia, era más simple. Walter Skinner va a revelarnos también ese mundo oscuro actual plagado de intereses y agencias paralelas que cohabitan en el mismo espacio. Que veamos a un ruso liderar el asalto a la casa de Mulder, tras el ataque de unos sicarios liderados por un extraño recurrente personaje siniestro, no deja de remarcar esa esencia entre el homenaje y lo inexplicable que se ha vuelto el planeta y, por extensión, Estados Unidos de América. Entre guiños a los Ramones y ese mensaje de un amigo muerto —que se plantea su propia mortalidad—, “This” plantea un mundo en el que las historias están escritas por la autoridades y en las que no ha salida. Es evidente que Fox y Dana van a buscarla y Skinner va a ayudarlos mínimamente, sin que sepamos de qué lado se encuentra… Directivas, Moscú, FBI, ramas ejecutivas… ¿En qué personas pueden confiar nuestros protagonistas? Ellos mismos van a embarcarse en una aventura que también podría ser un paralelismo de “La búsqueda” de Jon Turteltaub, con Scully escarbando entre la historia negra de EEUU y el hallazgo de tesoros escondidos en los lugares más recónditos. El humor negro o autoparódico no es opcional. 

De un cementerio, en el que se hallaban viejos conocidos del espectáculo (incluido Langly), vamos a ir pasando por esos encuentros con el villano recurrente y su constante muerte y ‘resurrección’. En cierto modo, Fox y Dana dan la impresión de estar atrapados en su propia simulación. Ayudados por archivos que van encontrando en su camino y huida, acabaran hallando a una profesora de matemáticas en Bethesda. Ese personaje abre la vía a esa conexión con el espectro de “Black Mirror” y la idea de una vida eterna en ese otro universo virtual. Pese a tener todo, Langly quedó atrapado en una mentira y desea que alguien desde el exterior ponga fin al martirio. ¿No era coherente que pensara en Mulder y Scully? Price no va a consentirlo y su asesino y agentes, a golpe de los Ramones, van a ir sembrando el terror en todos esos encuentros. Es curioso que incluso Gillian Anderson tenga algún guiño a “El silencio de los corderos” en el plan que idea su personaje en la ficción para infiltrarse en el edificio que alberga los servidores a ese otro mundo virtual que nos remite a San Junípero. Sea como fuera, el destino parece llevar a Mulder y a Price a encontrarse tanto como con ese asesino con el pelo blanco, largo y rizado. Con los ecos de la Guerra Fría se instaura ese thriller contemporáneo y futurista que no tiene nada que envidiar a las ideas de la antología de Neflix. Tal vez nuestros personajes tengan que pasar por el IKEA o, sin embargo, seguir atrapados en esa espiral y círculo que da la impresión de reírse de este tipo de proposiciones argumentales. ¿Todo ese un gran macguffin para revelarnos que “Expediente X” puede seguir ofreciendo entretenimiento y calidad entre sus (auto)homenajes? Siempre hay un servidor de respaldo o una vía para continuar un eterno bucle de continuaciones porque, al fin y al cabo, esa rueda en la que Langly (y nosotros) se encuentra atrapado… gira… gira… y vuelve a girar… eternamente.

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