“Mr. Robot” ha sido una de las ficciones más cuestionadas en la actualidad televisiva y, quizás, su segunda temporada abriera una gran brecha entre su creador y gran parte de la audiencia. Seguramente Sam Esmail estuviera más cómodo con una serie de culto pero, sin embargo, tanto su creador como USA Network necesitan unos niveles mínimos de audiencia para subsistir. Esta tercera entrega ha sido ignorada por esos seguidores que dejaron de estar interesados en un espectáculo que se codificó completamente. Se equivocan. Esmail ha decidido dar un golpe de efecto desquitándose de tramas y personajes que hacían perderse a los espectadores en el eje fundamental: la lucha por el control de Mr. Robot y Elliot Alderson. Es cierto que los escritores necesitan otros satélites alrededor de ese foco de acción. Darlene, Angela Moss, Phillip Price, Tyrell Wellick y Dominique DiPierro dan la impresión de ser también partícipes de una gran conspiración que ha puesto en marcha Whiterose. ¿Qué es exactamente lo que quiere Whiterose? ¿Ha encontrado una vía de revertir el tiempo o de viajar a una realidad paralela? ¿Somos nosotros parte de esa otra realidad alternativa y la pieza esencial para entender la serie desde que Elliot Alderson se dirigió a nosotros? ¿He ahí la explicación de toda la ficción: un mundo (el nuestro) en el que no exista ‘Evil’ Corp? Sea como fuere, “eps3.5_kill-pr0cess.inc”, sexto episodio de la tercera temporada de “Mr. Robot” personifica en el personaje que interpreta BD Wong un antagonista capaz de manipular todo a todos. Repasemos el episodio.
“eps3.5_kill-pr0cess.inc” basa nuevamente sus encantos en ir esculpiendo un gran clímax repleto de tensión. Elliot va a tratar nuevamente de detener una explosión que podría matar a cientos de inocentes pero, sin embargo, se han topado con la traición de aquellos seres a los que amaba. Las dos mujeres que componían su vida le han traicionado por distintas vías. Mientras que Darlene trabaja para el FBI, Angela está colaborando con el diablo. La angustia en el rostro de Elliot se refleja al comprobar que no tiene nada que hacer en la confrontación con Angela. El capítulo, además, comienza con una joven Angela viendo unos dibujos animados de la serie de “Regreso al futuo”. ¿Otro guiño ante una inminente declaración de intenciones? Allí también está Mr. Robot para que ambos mantengan una conversación en un momento de sus vidas definitorio. Recordemos que Emily en ese momento era conocedora de su inminente muerte y el cumpleaños, que allí se celebraba, se estaba convirtiendo en un funeral. “Mr. Robot” desea ir estableciendo sus lazos con toda su mitología y, al mismo tiempo, señalarnos la ambigüedad de ciertos aspectos de las tramas. ¿A quién está ayudando realmente Angela? ¿A Mr. Robot o a Elliot? La razón es que Angela considera que del fin justifica los medios y que toda la muerte que podrá conllevar la Fase 2 provocará que Whiterose salve al mundo. ¿Logrará alterar la realidad con una máquina que parece un gran colisionador de hadrones? ¿Es nuestro protagonista una versión contemporánea de Marty McFly?
El capítulo, sin embargo, trata sobre las implicaciones personales por las acciones llevadas a cabo, los remordimientos a los actos cometidos y, evidentemente, el poso que deja en la conciencia los pecados. Las tres historias que componen el episodio desean establecer una persecución constante de un objetivo que, en realidad, es una mascarada para algo más terrible. Elliot, por ejemplo, es conocedor de la ubicación de Tyrell por esa conversación que mantuvieron al cierre de la segunda temporada y comparte esta información de Darlene (y el FBI). De este modo. Dom se topará con algo que desconoce: su superior trabaja para el Ejército Oscuro y ya nos avisa (a través de una llamada a su madre) que algo malo va a ocurrir. El Agente Santiago, a su vez, informará a Irving de que su ubicación ha sido ‘quemada’. Y, nuevamente, esa consecución de acciones/reacciones nos llevará a un incendio (en el sentido literal) tras la quema de unas instrucciones recibidas. ¿El Plan 3 ya se ha puesto en marcha? Da lo mismo que Whiterose y Philip Price celebren una victoria porque sabemos que el gran antagonista de la serie tiene su propia agenda y el cierre de “eps3.5_kill-pr0cess.inc” va a impactarnos a tal efecto. El resto de personajes trata de salvar sus vidas o las de otros. Elliot, por ejemplo, tendrá que luchar nuevamente frente a sí mismo con esos característicos cortes audiovisuales (a lo “Black Mirror”) en los que Mr. Robot toma el control. Elliot se va a dar cuenta que cualquier resistencia es fútil pero, no obstante, tiene la posibilidad de chantajear a su álter ego con su propia vida: si nuestro protagonista permanece en el edificio… ambos morirán. Ya sea por los guiños en las tramas de Angela (atención al póster de una obra basada en “Repulsión” de Roman Polanski) o el carácter auto suicida de ésta, la realidad es que el clímax se va a cocinar bajo la mirada de un thriller cibernético (con tocos psicológicos). Darlene, por su parte, trata de asediar tanto a Dom como a Angela para que ambas ofrezcan respuestas a sus actos. La primera es conocedora de que Darlene no le cuenta algo aunque, por el contrario, tiene sus manos atadas por culpa de su jefe. La segunda se ha visto atrapada en la contradicción de ese fin que no parece justificar todos los medios para la joven.
La original lucha de Mr. Robot y Elliot por llegar a un punto común, para afrontar la nueva crisis en su relación, también se resolverá con una solución ambigua. ¿Realmente Mr. Robot ayuda a Elliot porque está tomando el control de su cuerpo o, por el contrario, el álter ego del protagonista no es un monstruo asesino (como el Ejército Oscuro)? La realidad es que Whiterose tenía un plan retorcido que pasaba por mover los documentos del edificio de recuperación de ‘Evil’ Corp a Nueva Yory. En resumidas cuentas, la lucha de Mr. Robot y Elliot no tenía sentido y si morían allí cientos de inocentes sería por nada… De este modo, Whiterose da el golpe de efecto para atacar a Price y vengarse de él: asestar un duro golpe en 71 edificios de la corporación por todo el país. Tras las explosiones o los incendios las víctimas se van a contar por miles y, la rocambolesca combinación, supone la destrucción de ‘Evil’ Corp y un duro golpe para Estados Unidos por un atentado sin precedentes. Aquello que desconocemos son las intenciones reales de Tyrell. Dom encontró el búnker donde se escondía en el restaurante Red Wheelbarrow pero, sin embargo, el incendio que había en su interior no le condujo a nada salvo a saltarse las órdenes de su jefe. Nuevamente, Whiterose parece leer las jugadas y movimientos de todos los personajes de la serie y será el propio Tyrell el que se entregue alertando inútilmente del ataque del Ejército Oscuro… El triunfo de Elliot, por lo tanto, fue tan efímero como contraproducente: centró sus esfuerzos en salvar Nueva York pero su (otro) enemigo piensa a gran escala. Todos esos golpes, todas esas caídas y dolor… para otro palo sobre la conciencia de todos… ¿Cómo lidiaron nuestros protagonistas con esas miles muertes que ellos mismos han colaborado en crear? ¿La finalidad de Whiterose tiene sentido o es la locura personificada?
El capítulo, sin embargo, trata sobre las implicaciones personales por las acciones llevadas a cabo, los remordimientos a los actos cometidos y, evidentemente, el poso que deja en la conciencia los pecados. Las tres historias que componen el episodio desean establecer una persecución constante de un objetivo que, en realidad, es una mascarada para algo más terrible. Elliot, por ejemplo, es conocedor de la ubicación de Tyrell por esa conversación que mantuvieron al cierre de la segunda temporada y comparte esta información de Darlene (y el FBI). De este modo. Dom se topará con algo que desconoce: su superior trabaja para el Ejército Oscuro y ya nos avisa (a través de una llamada a su madre) que algo malo va a ocurrir. El Agente Santiago, a su vez, informará a Irving de que su ubicación ha sido ‘quemada’. Y, nuevamente, esa consecución de acciones/reacciones nos llevará a un incendio (en el sentido literal) tras la quema de unas instrucciones recibidas. ¿El Plan 3 ya se ha puesto en marcha? Da lo mismo que Whiterose y Philip Price celebren una victoria porque sabemos que el gran antagonista de la serie tiene su propia agenda y el cierre de “eps3.5_kill-pr0cess.inc” va a impactarnos a tal efecto. El resto de personajes trata de salvar sus vidas o las de otros. Elliot, por ejemplo, tendrá que luchar nuevamente frente a sí mismo con esos característicos cortes audiovisuales (a lo “Black Mirror”) en los que Mr. Robot toma el control. Elliot se va a dar cuenta que cualquier resistencia es fútil pero, no obstante, tiene la posibilidad de chantajear a su álter ego con su propia vida: si nuestro protagonista permanece en el edificio… ambos morirán. Ya sea por los guiños en las tramas de Angela (atención al póster de una obra basada en “Repulsión” de Roman Polanski) o el carácter auto suicida de ésta, la realidad es que el clímax se va a cocinar bajo la mirada de un thriller cibernético (con tocos psicológicos). Darlene, por su parte, trata de asediar tanto a Dom como a Angela para que ambas ofrezcan respuestas a sus actos. La primera es conocedora de que Darlene no le cuenta algo aunque, por el contrario, tiene sus manos atadas por culpa de su jefe. La segunda se ha visto atrapada en la contradicción de ese fin que no parece justificar todos los medios para la joven.
La original lucha de Mr. Robot y Elliot por llegar a un punto común, para afrontar la nueva crisis en su relación, también se resolverá con una solución ambigua. ¿Realmente Mr. Robot ayuda a Elliot porque está tomando el control de su cuerpo o, por el contrario, el álter ego del protagonista no es un monstruo asesino (como el Ejército Oscuro)? La realidad es que Whiterose tenía un plan retorcido que pasaba por mover los documentos del edificio de recuperación de ‘Evil’ Corp a Nueva Yory. En resumidas cuentas, la lucha de Mr. Robot y Elliot no tenía sentido y si morían allí cientos de inocentes sería por nada… De este modo, Whiterose da el golpe de efecto para atacar a Price y vengarse de él: asestar un duro golpe en 71 edificios de la corporación por todo el país. Tras las explosiones o los incendios las víctimas se van a contar por miles y, la rocambolesca combinación, supone la destrucción de ‘Evil’ Corp y un duro golpe para Estados Unidos por un atentado sin precedentes. Aquello que desconocemos son las intenciones reales de Tyrell. Dom encontró el búnker donde se escondía en el restaurante Red Wheelbarrow pero, sin embargo, el incendio que había en su interior no le condujo a nada salvo a saltarse las órdenes de su jefe. Nuevamente, Whiterose parece leer las jugadas y movimientos de todos los personajes de la serie y será el propio Tyrell el que se entregue alertando inútilmente del ataque del Ejército Oscuro… El triunfo de Elliot, por lo tanto, fue tan efímero como contraproducente: centró sus esfuerzos en salvar Nueva York pero su (otro) enemigo piensa a gran escala. Todos esos golpes, todas esas caídas y dolor… para otro palo sobre la conciencia de todos… ¿Cómo lidiaron nuestros protagonistas con esas miles muertes que ellos mismos han colaborado en crear? ¿La finalidad de Whiterose tiene sentido o es la locura personificada?
Historias Bastardas Extraordinarias by Maldito Bastardo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Lea antes los Mandamientos de este blog.