¿Qué es real o una ilusión en tiempos en los que vamos camino de vivir dentro de una distopía? Tal vez “American Horror Story: Cult” haya llegado a nuestras pantallas para demostrarnos que estamos atrapados en una antiutopía sin que nos hayamos percatado. ¿Ha sido la llegada de Trump en EEUU ese ‘pistoletazo’ de salida? Ryan Murphy y Brad Falchuk desean enfrentar a todos los liberales estadounidenses a sus fobias y primordiales miedos para, además, trazar una hábil sátira social respecto a esas víctimas condenadas a convertirse en monstruos. Ya nos dejaba entrever Kai Anderson (Evan Peters) que la nueva ley de las calles iba a ser el caos y el terror y, de este modo, otros pudieran construir un arma de control sobre el pueblo. Solamente los fuertes sobrevivirán y “Neighbors from Hell”, tercer episodio de “American Horror Story: Cult” nos revela una notable transformación del personaje principal. Ally Mayfair-Richards (Sarah Paulson) da la impresión de ser el objetivo de Kai para demostrar al mundo que toda persona puede convertirse en un lobo para otro hombre dentro de un contexto confuso y violento. Nuestra heroína, entre la insoportable ‘scream queen’ y el autodescubrimiento de una oscuridad interior, nos va a invitar a seguir su evolución tras apretar el gatillo (en el sentido literal) y ser víctima de una paranoia generalizada. Ya no hay vuelta atrás, la distopía está aquí. Repasemos el episodio.
◊ Escrito por James Wong y dirigido por Gwyneth Horder-Payton, en “Neighbors from Hell” nos vamos a olvidar de las visiones/pesadillas de Ally para hallar en la realidad otro foco traumático para el personaje. Hay otra clase de miedos allí fuera. Ella formaba parte de esa masa social progresista y, tras matar accidentalmente a un hispano, ahora va a ser etiquetada como una sucia racista por los suyos. Ally desconoce ya aquello que es real o una aterradora ilusión y su nuevo encuentro con Kai nos va a dejar ciertas dudas sobre el control social de ese extraño y extravagante personaje. ¿Su plan era desde el principio atormentar a Ally para trazar su transformación en un terrible monstruo que hará todo lo necesario para proteger a su familia? La gente va a proyectar su angustia y enojo hacia Ally pero no dejan de ser, irónicamente, un rebaño que se puede controlar. Ya sea por medios o por el propio Kai… ¿Por qué ese interés en que Ally sigue viviendo según su verdad? ¿Qué verdad es cuando no podemos reconocer aquello que es verdad o parte de su imaginación?
◊ En el episodio vamos a tener más secretos desde ese extraño símbolo de los payasos asesinos con el que marcan a sus víctimas y un extraño camión ‘luminoso’ que se va a dedicar a ‘fumigar’ el barrio. Pensemos en ese elemento como lo más ‘sobrenatural’ de “American Horror Story: Cult” ya que nos invita a la paranoia y a las teorías conspiratorias. ¿Están gaseando con algún tipo de compuesto que pueda producir alucinaciones? ¿Su presencia es otro de los muchos mecanismos para activar el oscuro interior de Ally? ¿Y esos mismos operarios son de la ‘banda’ de los payasos asesinos?
◊ Esta temporada de ‘AHS’ trata sobre temores de la sociedad y esa revolución que ha planificado Kai a golpe de meñiques y ejercer como una especie de ‘coach’ para otras personas. Después de Winter, veremos que Harrison y Meadow pasaron por su ‘diván’ mientras que el Dr. Rudy Vincent encarna una contraposición. ¿Es él realmente el villano de la temporada? ¿Por qué su paciente, recuperada de tapefobia, fue la víctima del clan y secta de los payasos asesinos junto a su esposo? ¿Es que ese psiquiatra no desea dar de alta a sus pacientes o que éstos se alejen de su influjo? Su presencia invita a la desconfianza y curiosamente Ryan Murphy y Brad Falchuk van a trazar líneas de paranoia al otro lado de la pantalla cuando le vemos manosear unas chapas con diferentes variaciones de un ‘smiley’. ¿Está todo relacionado? ¿Están todos relacionados? Con el detective Jack Samuels en el salón de los Wilton todo parece posible…
◊ La parábola de “American Horror Story: Cult”, en definitiva, está siendo que las elecciones también son el nuevo ‘survival horror’ del nuevo orden social. Desde sus títulos de créditos ya presenciamos que la política es un circo y que los candidatos son payasos de un funeral en el que se entierra la democracia. Aquí Kai ejerce como salvador y mesías de esa revolucionada sociedad que desconfía de su propia seguridad y saca ese lado oscuro que habita en su interior. Todo vale en plena anarquía. Ally es la prueba viviente y, tales actos, van a hacer que Ivy acabe separándose de su esposa. Sobre todo cuando Oz tenía en su ordenador portátil el vídeo del baño de Ally en el que se besaba con Winter. ¿Quién está espiando al matrimonio? ¿Por qué su obsesión por transformar su hogar en un fortín no está sirviendo absolutamente para nada? Aquí lo que importan son los sentimientos y los celos de Ivy, que provocan que se vaya del hogar familiar con Oz. ¿Podrá sobrevivir en la soledad Ally? ¿Otro terror más a su interminable lista de fobias? Da la impresión de que todas las piezas quedan unidas y que Kai se encarga de hacer realidad los secretos inconfesables de sus devotos. Se alimenta de sus miedos… O, por el contrario, desea que éstos las superen bajo una extraña terapia de choque. Harrison, en realidad, quería muerta a su esposa y sabíamos que esos vecinos que declararon la guerra a Ally también estaban marcados por el asesino en serie. ¿Qué ha pasado con Meadow? ¿Está realmente muerta? ¿A quién pertenecía toda esa sangre? “Neighbors from Hell” finaliza con ese símbolo sangriento sonriendo a nuestra familia protagonista sin que sepamos si todo forma parte de una maniobra de Kai y Meadow para vengarse de ese hombre que deseaba muerta a su mujer? ¿Más maquinaciones, es la guerra?
◊ Descanse en paz Sr. Cobayo.
[Por falta de tiempo y para evitar la desaparición fulminante de ciertos análisis episódicos, el presente post pertenece a un nuevo formato de review de Historias (Bastardas) Extraordinarias en el que se expondrán reflexiones y líneas argumentales. La idea es también invitar al lector a comentar y compartir sus propias sensaciones del capítulo tratado.]
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Distinto a lo antes visto en AHS pero a mi me encanta. En AHS nada suele ser lo que parece, yo desconfio totalmente del terapeuta. Sobre todo por la pareja de los ataudes. Buen blog!
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