Alcanzado el súmmum de calidad en la segunda temporada de “Rick y Morty”, Dan Harmon y Justin Roiland han deseado mantener sus niveles de excelencia, a veces desbordada, y conducir su ficción hacia nuevos horizontes. Si bien el divorcio de Beth y Jerry ha servido como detonante dramático e hilo conductor de los primeros episodios de esta nueva entrega, ahora los creadores de la serie de animación de Adult Swim quieren mirar en los interiores de esos personajes dentro de sus habituales mecánicas. “Rick y Morty” siempre ha entendido el capítulo como un concepto temático y finito y en “Rest and Ricklaxation”, sexto episodio de la tercera temporada de la propuesta de Harmon y Roiland, las intenciones son que sus dos personajes principales se tomen un respiro y tengan unas vacaciones ante tanta aventura encadenada. En la serie siempre ha existido un trasfondo afín a los géneros que se utilizan como parte de la vida diaria de los protagonistas. En el instituto, por ejemplo, Morty sigue siendo ese ‘loser’ que desea tener una cita con Jessica tras romper ésta con su novio. ¿Será Morty esa persona especial? Rick siempre está en medio de todo y una aventura ‘rápida’ se convierte en ese lapsus a una adolescencia perdida para el personaje principal. Seis días después y, tras su lance espacial, Dan Harmon y Justin Roiland prefieren seguir otro tipo de plano argumental como el trauma conjunto de ese abuelo y nieto que han llegado al límite. ¿Qué podrán hacer para recuperarse después de esta última experiencia demencial? Esas vacaciones en el spa de la galaxia no van a evitar que nuestros chicos se metan en un nuevo lío pero, de nuevo, “Rick y Morty” desee rizar el rizo y ceñirse a sus patrones de calidad y originalidad. ¿Qué ha ocurrido en “Rest and Ricklaxation” para muchos digan que estamos ante el mejor episodio de la tercera temporada de la serie de Adult Swim?
En ese spa intergaláctico, Rick y Morty se van a someter a una desintoxicación psicológica complementaria y la erradicación de sus toxinas cognitivas. Hasta aquí nada nuevo. El problema es que tal acto les lleva a una interesante clase de purificación de su sistema. Dicho de otro modo, el lado tóxico de Rick y Morty se va a quedar en esa máquina mientras una depurada pareja volverá a su hogar. No es una novedad que la propuesta de Harmon y Roiland contraponga clones y se centre en el juego de diferencias. “Rest and Ricklaxation”, sin embargo, desea llegar más lejos y que veamos por qué Rick es Rick y, por extensión, Morty es Morty. La versión tóxica de Rick es un ser despreciable y manipulador con complejo de dios que considera a todo ser en el universo inferior a él. También piensa que Morty es estúpido e idiota. Pero, contrariamente, su vuelta de tuerca es que necesita a Morty en su vida. Vamos a ver, por lo tanto, a un nuevo Rick respetuoso y libre de todo ese peso tóxico habitual en su personaje. La gracia es que Morty se ha convertido en un hábil manipulador al desquitarse de toda su toxicidad que quedaba focalizada en sus taras. Ese cambio positivo a su personalidad lleva a Morty a convertiste en la persona más popular del instituto y una especie de ‘coach’ para el resto de alumnos al motivarles por su aplastante sinceridad y confianza en sí mismo. ¿Se resistirá ahora Jessica?
El Rick Tóxico, como no podía ser de otra manera, se convertirá en el nuevo dios de ese universo tóxico y se comunicará con el otro Rick. ¡Quiere recuperar su cuerpo y su antigua vida! Es obvio que si Rick hubiera sabido que su lado tóxico también revelaba unas identidades con voluntad de vivir, no se habría sometido a esa desintoxicación en la máquina. Para Morty no hay dilemas porque ha descubierto la mejor versión de sí mismo… y no deja de remarcar un concepto egoísta, manipulador y zalamero. ¿Un sociópata? Por alguna extraña razón, Morty ahora consigue todo lo que quiere simplemente con su voz… Y, aquí, “Rick y Morty” se adentra en otro tema tabú como que un niño logre seducir a mujeres adultas. O, mejor dicho y explicado, solo es niño en el sentido que importa… El egocentrismo de Morty arruinará su cita con Jessica pero conocerá a Stacy y, al tratar de ayudarla mediante Rick, descubrirá que su abuelo compró la unidad de contención del desintoxicador del spa. Morty no está nada convencido de recuperar su lado tóxico que lo hacía, en realidad, inferior y repleto de dudas e inseguirades. Pero la jugada de Harmon y Roiland es demostrar que los protagonistas de la serie son tan especiales porque esa toxicidad y deshonestidad también forman parte de su personalidad… les guste o no. La oposición de Morty al asunto y el Rick Tóxico más mentiroso, provocarán que Stacy acabe en ese reino de toxicidad ya que los planes de ese villano nunca pasaban por una fusión sino por un intercambio. En cierto modo, aquí lo que se plantea es que Rick Tóxico y Morty sin toxicidad serían los dos grandes seres despreciables del universo. Opuestos pero complementarios. Y, precisamente, “Rick y Morty” siempre ha jugado a esas credenciales. Con todos los protagonistas, tóxicos o no, conviviendo en el mismo espacio, comienza una gran guerra de Ricks en la que no va a faltar el humor ni la originalidad. El Rick Tóxico es tan malo que desea transformar el mundo en su reino de toxicidad, amplificando y transmitiendo energía tóxica. ¿Lo conseguirá?
“Rest and Ricklaxation”, que da la impresión de ser una versión para adultos de “El laboratorio de Dexter”, va a dejarnos un par de estampas malsanas como aquella que se propicia en una iglesia: «¡Dios es una mentira! ¡Lo inventamos para conseguir dinero!». O esa matanza de unos niños a esa mascota que revela que Papá Noel no es real. Como ya hemos visto esta temporada, Harmon y Roiland están jugando con el tema salvaje de los tabús. ¿Cómo podrán detener Rick y Morty a sus opuestos tóxicos? La realidad es que en la contraposición está la clave, ya que Rick no tiene ningún tipo de afecto realmente por su nieto y sí, contrariamente, su reverso. De este modo, Rick chantajeará a Rick Tóxico para el acoplamiento. Morty, por su parte, se negará a aceptar a su lado tóxico y escapará a Nueva York. Tres semanas después, metido en su rol de “El lobo de Wall Street” meets “American Psycho”, Morty será descubierto por un absurdo error al no colgar a tiempo una llamada de Jessica. Es hora de romper con esa nueva realidad en la que era sincero sobre todo y se encontró consigo mismo. Su trágica historia fue la siguiente: un niño de catorce años del Medio Oeste que huyó de su familia y sacó provecho de su falta de conciencia para convertirse en corredor de bolsa. El chiste de Harmon y Roiland es evidente y, si nos habíamos olvidado de Stacy, para eso están los postcréditos y también ese sentido y sentimiento en el que el Morty sin toxicidad puede conseguir cualquier mejor menos precisamente aquella que le gustaría. ¿Es Morty y su lado tóxico realmente aquel ser especial que busca Jessica? Tal vez nunca lo sepamos porque Morty está atrapado junto a su abuelo en esa interminable espiral de aventuras sin descanso. Y nosotros, claro, encantados.
Historias Bastardas Extraordinarias by Maldito Bastardo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Lea antes los Mandamientos de este blog.