Tras algunas injustas críticas a “Rickmancing the Stone” (3x02), “Rick y Morty” ha dejado claro, con el tercer episodio de su tercera temporada, por qué estamos ante una de las series fundamentales de la actualidad televisiva. En cierto modo, “The Rickshank Rickdemption” (3x01) marcó el conflicto que van a ir desgranando Dan Harmon y Justin Roiland para, también, confirmar que su creación desea posicionarse en otra dimensión. El divorcio de Beth y Jerry está marcando el conflicto dramático y la línea de evolución para demostrar que la proposición de Adult Swim desea ser más que un simple y genial mecanismo de capítulos temáticos. Si algo reincide en “Pickle Rick” es que Rick Sanchez será capaz de conquistar cualquier mundo/dimensión aunque quede reducido a la más mínima expresión. En este caso, un pepinillo supone varias formas de afrontar la relación de Rick con el resto de su familia. Desde un principio veremos la falta de confianza de Morty en las jugarretas de su abuelo y su conversión en pepinillo tiene otra forma de recompensa y revelación incluso más oscura. Ciertamente, Rick está tocado por el divorcio de su hija. Algo que él mismo provocó y le interesaba pero, sin embargo, sus delirios de grandeza y su complejo de dios no son inmunes a ver las heridas internas que ha causado a sus seres queridos. “Pickle Rick” desea funcionar desde ese plano psicológico y también desde esa percepción de superlativo desvarío que propone la mejor versión de “Rick y Morty”. Repasémoslo brevemente.
La conversión de Rick en un pepinillo sintetiza la esencia del espectáculo de Adult Swin: da lo mismo la materia prima y el ínfimo y minimalista punto de partida porque al final todo puede quedar convertido en el más mayúsculo y máximo ‘show’ jamás contado. Rick, como siempre, esconde una maquiavélica maniobra en su kafkiana transformación e incluso a Dan Harmon y Justin Roiland manifiestan que no tienen ninguna clase de tabú en su punto de mira. ¿O no es acaso arriesgado utilizar una serie de animación para minimizar el 11-S o sugerir que fue un autoatentado? Todo el material siempre gira alrededor de Rick y un pepinillo supone una mínima expresión para incapacitarlo de ir a una cita de terapia familiar. El truco de ciencia de Rick, no obstante, va a ser descubierto como sus intenciones de evitar ir junto a los suyos a ese encuentro ineludible. Tal vez Rick tenga miedo de enfrentarse a sus actos y su hija se llevará esa jeringuilla utilizando sus mismas trampas para desarmar a su padre. Desconocemos si se trata de una venganza o de un acto de protección… He ahí la gracia de las mecánicas de ambos personajes. Lo importante es que Rick, por cuestiones gatunas y azarosas del destino, acabará en el submundo y los infiernos del universo que el mismo ha (re)construido. Esa analogía les sirve a Harmon y Roiland para transformar también a “Pickle Rick”, a través de sus elementos kafkianos y psicológicos, en un minifilme de acción y violencia desmedidas. Y es que vamos a pasar a un cruce imposible de “El increíble hombre menguante” (en versión pepinillo) con un remake bastardo y más R Rating de la ya R Rating “La jungla de cristal”. El cameo de Danny Trejo no es opcional como enlace con el cine de explotación…
En el otro lado de la acción se encuentra el amasijo cerebral. ¿Cómo en una terapia de familia Jerry no fue invitado y el abuelo tampoco asistirá? Vamos a descubrir por boca de Beth que todo ha sido una obligación por parte del director de la escuela de los chicos. Summer fue pillada inhalando esmalte de cerámica en el salón de arte y Morty acabó ‘mojado’ en clase de historia sin que le diera tiempo ir al baño. En “Rickmancing the Stone” (3x02) vimos a los hijos de Beth y Jerry temer enfrentarse al divorcio de su padres y, ahora, somos conocedores de las heridas interiores que tal acto ha provocado el ellos. ¿La familia disfuncional también tiene conflictos disfuncionales? Aunque la Dra. Wong es una especialista en pacientes que comen caca, la terapia familiar también está dentro de sus grandes dotes. Rápidamente leerá el trauma latente en los Smith. Todo gira alrededor de Rick y es un ser sumamente impredecible y excéntrico que tampoco quiere quedar ligado a esa kryptonita que supone su propia familia. A través de la sesión de terapia conoceremos que Rick es capaz de mentir a su propia hija (o nietos) para salirse con la suya descaradamente siendo él mismo la disfunción de su familia. Rick siempre ha desviado sus sentimientos utilizando coartadas estrambóticas y, en esta ocasión, un pepinillo sirve de ejemplo para ver cómo ese brillante científico castiga las emociones o vulnerabilidades de los suyos. De este modo, Rick es una persona tóxica que destruye todo a su paso y que acabe en el inodoro equivocado siendo un pepinillo no le exonera para finiquitar, entre carcajadas y violencia desmedida, a 34 guardias armados… El Hombre Pepinillo ya está aquí y ni siquiera liberar a otros monstruos va a ser una vía para que Rick nuevamente domine el universo temático en el que se encuentra establecido como eje de la acción. Al contrario de lo que pudiera parecer, toda esa trama esconde un influjo del conflicto existencial de Rick. Aparentemente no necesita nada de nadie pero, sin embargo, su encuentro y final colaboración con Jaguar (Trejo) revela que el objetivo de ambos personajes, sobre sus respectivas hijas, esconde una modulación de un mismo conflicto. Mientras que Jaguar está condenado a hacer lo imposible para volver a ver a su hija, Rick se ha casado con lo inverosímil para alejarse de la suya. No importa lo explosivo que sea el desenlace porque nuestro científico loco tendrá que enfrentarse a su responsabilidad de haber traído al mundo a otro ser con vida y asegurarse que su prole tenga un porvenir. En cierta forma, el acceso a líneas de tiempo infinitas ha convertido a Rick en un ser inhumano que, no obstante, tiene sentimientos que desea esconder. Y da lo mismo que esté por encima de todo y todos, que cambie, destruya o construya mundos porque, al final del todo, va a tener que enfrentarse a las palabras de la Dra. Wong.
Rick ha olvidado ser un ser humano y, por extensión, considera que los suyos son también entidades inhumanas carentes de sentimientos. Por el contrario, Summer y Morty no dejan de sufrir incomodidades en sus existencias o tener pánico antes estados mentales por los cambios a su alrededor. Y son muchos. La percepción de Rick sobre su mente es puede tener también sus propia heridas o tiznes que conviene limpiar y, al fin y al cabo, no es más que otro ser humano con sus problemas y necesidades. Por grande e inalcanzable que sea su cerebro. Por supuesto, en esa lectura sobre la psique de Rick entran los conflictos y las dicotomías de todas personas. Y, en su caso, es su familia y sobe todo su hija el motor y eje de su existencia y no al revés. De este modo, el vínculo de Rick y Beth sigue siendo indisoluble y elemental mientras que Summer y Morty tendrán que seguir nadando en sus traumas… ¿eternamente? Quizás ese epílogo post-créditos, que retoma uno de los insertos de los nuevos títulos de créditos, sea la moraleja del asunto. Rick y Morty van a perecer a manos de Concerto, un extraño personaje que ha diseñado un gran piano bajo un mortal mecanismo de percusión inspirado por Jigsaw. ¿Es el fin e irónicamente en el fin (del fin) del episodio? Tal vez Jaguar, a modo de respuesta sorpresiva nacida de la propia cultura popular, tenga las respuestas… Y posiblemente Rick tenga razón en ese mensaje que no sólo va dirigido a Morty: he ahí el motivo por el que no hay terapia. Y es que los nuevos traumas y esas aventuras excéntricas impiden un tiempo para la psicología sino para construir nuevas heridas interiores a los personajes. No hay respiro ni un momento para la reflexión sino para seguir construyendo y destruyendo más problemas en una espiral que esperemos nunca llegue a su fin.
Historias Bastardas Extraordinarias by Maldito Bastardo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Lea antes los Mandamientos de este blog.