El segundo episodio de la cuarta y última temporada de “The Strain” ha bajado el listón de lo ya ofrecido en el pobre ‘season premiere’, aunque lo más preocupante pudiera ser la sensación de estar ante una versión cutre de otras muchas distopías conocidas para el espectador. Puede que el problema sea la nula simpatía de la audiencia por esos héroes que poco o nada nos importan y, sobre todo, el odio justiciado del universo frente a Zach. El más indigesto personaje adolescente de la historia de la televisión no va a aparecer en “The Blood Tax” y posiblemente aquí se instaure una de las principales deficiencias del espectáculo de FX. La adaptación ‘La Trilogía de la Oscuridad’ nunca ha encontrado un grado de empatía al otro lado de la pantalla y los protagonistas más interesantes y carismáticos eran (y en este orden) la rata muerta sobre la calva de Eph Goodweather y la difunta Nora Martinez. Que ésta última se quitara del medio, con uno de los suicidios más tróspidos que se recuerdan en la pequeña pantalla, dice mucho del potencial cómico de la propuesta. Zach, en el fondo, nos anima a seguir viendo una serie en la que ocurren demasiadas cosas que poco o nada nos interesan para echarnos una risa (o varias, según la ocasión). Aquello que queda claro es que los Strigoi son los nuevos nazis y este episodio nos los recuerda (por 1.598.671 vez). Repasémoslo o muramos de un ataque de risa o sueño.
El Apocalipsis ZombiTrospiVamp ya está aquí… pero es un viejo conocido para la audiencia. Vamos a tener diferentes perspectivas distópicas o postapocalípticas en las que comprobemos ciertos acercamientos un tanto cutres (todo hay que decirlo) a otras variaciones y temas que ya han tratado otras ficciones. Todo el arco alrededor de Dutch Velders, por ejemplo, es una versión descafeinada de “El cuento de la criada (The Handmaid's Tale)” con una “Orange is The New Black” de saldos. Queda claro que la idea de incluir a Setrakian es voltear esos flashbacks del Holocausto y propulsarlos a través de Thomas Eichorst hacia ese futuro distópico en el que los Strigoi están operando como nazis en sus maquinaciones para perpetuarse en el poder como raza más poderosa del planeta. Vamos a olvidarnos de Nueva York y la búsqueda de una ojiva nuclear por parte de Fet y Quinlan para recuperar a Gus y su alianza con Alonso Creem como un frente que no tiene clara todavía su naturaleza. A Creem su fortuna no le sirve en el nuevo orden y mundo y Gus desea venganza sobre aquellos que destruyeron a sus seres cercanos. Entendemos que la familia es lo más importante y el reencuentro de Gus con su primo Raul nos deja dudas sobre sus intenciones son sobrevivir o construir un grupo rebelde que ataque las instalaciones de los Strigoi. Da la impresión más de lo primero que de lo segundo… Aquello que descubriremos es que una gran parcela de supervivientes se ha adaptado a la nueva condición que vive en la actualidad sin importarles su pérdida de libertad o que unos chupasangres dominen su destino. ¡A mí que me den mis barritas y me dejen en paz! Las chispas entre Creem y Gus van a saltar por la acción que llevan a cabo en las instalaciones de suministros donde trabaja un ya desempleado Raul. ¡Y el baño de su nuevo hogar está atascado! ¿DRAMA a la vista… o ABURRIMIENTO monumental?
Por parte de Dutch veremos que acabo en una clínica/cárcel de fertilidad en la que su objetivo es quedarse embarazada por obra y gracia de un clon de Brigitte Nielsen. Sus compañeras no tienen desperdicio y el encargado de todo el asunto es el conocido (y actualmente cojo) Sanjay Desai. En definitiva y resumen, un reciclado para salir del paso. En las instalaciones colindantes se encuentra Setrakian y ambos acabaron allí tras tratar de recuperar el Occido Lumen de un incendio y ser atrapados por las fuerzas Strigoi. El libro que podría destruir al Amo, no obstante, quedará escondido y a salvo… aunque no se pueda decir lo mismo del par de protagonistas. Les dejan dos días solos y son atrapados. EPIC FAIL! Dutch tiene un plan para escapar con su amiga pero su socio falla entre incomprensibles problemas psicológicos de todo el mundo implicado alrededor. El desastre causa que ambas mujeres sugieran con su silencio que Jeremy mantenía una relación con ellas y que Sanjay tenga que decidir cómo resolver la situación. O la doble de Brigitte Nielsen. Da lo mismo porque la peor hacker de la historia de la televisión dejó de comer piña de un nazi y todo se vino al traste. ¿DRAMA a la vista… o ABURRIMIENTO monumental?
Eph, por su parte, sigue junto a ese grupo de rebeldes en el que por azarosas casualidades del destino se encuentra curando al hermano de la lideresa del lugar: Alex Green. Aquí se nos va a plantear el conflicto de Eph por seguir luchando contra los Strigoi frente a ese pánico escénico en el que perdió todo aquello que quería en su vida: a su mujer, a su amante y, por supuesto, a Zach. ¿¡A Zach!? ¡¿De verdad!? Sea como fuera, aquello que nos revela “The Blood Tax” es que los Strigoi han cambiado su forma de actuar frente a los seres humanos. Al principio fue la invasión por la vía violenta para reducir los focos rebeldes e infectar al mayor número de personas. La mano de obra manda para construir un ejército. Ahora, necesitan vida para seguir teniendo sangre de la que alimentarse y han ofrecido a la sociedad una alianza para que ambas especies puedan convivir en paz… aunque los seres humanos sean simples objetos a sus intereses. En la actualidad, rara vez un Strigoi acabará con la vida de un ser humano… salvo que quieren acceder a sus recuerdos. Y uno de esos rebeldes será una de esas víctimas poniendo en peligro a todos. Con una bomba como regalo, Eph demuestra la madera de líder y su interior de Buffy Cazavampiros. Alex quedará impresionada con las dotes de Eph… y eso que no le ha visto con una rata muerta sobre su cabeza… La cuestión es que nuestro antihéroe y exfolclórica borracha en su tontería de decir grandes planes ‘random’ contra los Strigoi —para dejar claro a Alex que tiene que pensar a lo grande— descubra una vía para infectar a un gran número de chupasangres con la sangre que recolectan y distribuyen. Tampoco es que sea un plan original porque ya lo vimos en “True Blood”… En fin, ¿DRAMA a la vista… o ABURRIMIENTO monumental?
Apunte Bastardo: Al final la humanidad más que morir desangrada va a morir de ABURRIMIENTO a manos de estos naZzZzZis vampiros… Esperemos que Zach nos salve (o mate) a todos… que para el caso es lo mismo.
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