Páginas Bastardas

lunes, 29 de mayo de 2017

Twin Peaks - The Return (Episodio 3) (Episodio 4): La dimensión desconocida


Las estrellas giran y el tiempo se muestra a sí mismo. El regreso de “Twin Peaks” ha venido marcado por nuevas incógnitas en ese esperado reencuentro entre Laura Palmer y Dale Cooper tras 25 años. En realidad, da la impresión de que Mark Frost y David Lynch han creado un nuevo espectáculo sirviéndose de la mitología de la serie de culto de los 90 pero, al mismo tiempo, haciendo un largometraje independiente por cada episodio. Para entender y explicar los planteamientos de este retorno podríamos guiarnos sobre la historia Dale Cooper (poseído por Bob) en el reino de los mortales. Los muchos oscuros negocios que está tramando y encadenando son parte de las delicias criminales de un viaje repleto de curvas y giros de guion. No queda claro si Cooper está llevando un doble juego como agente encubierto del FBI como parte de una coartada para algo mayor o, simplemente, como excusa para cometer sus asesinatos y maquinaciones. Sabemos que recientemente ha contactado con el mayor Garland Briggs y conversa por radio con Phillip Jeffries (David Bowie)… aunque éste pudiera ser un farsante (u otro doppleganger)… y nada de lo anterior tiene sentido. El relato posterior de Bobby Briggs nos descubrirá que Cooper (poseído ya por Bob) fue el último hombre que vio con vida a Garland… (¡hace 25 años!) y nosotros también lo veremos en ese cosmos de la dimensión desconocida lanzando un guiño a “Twin Peaks: fuego camina conmigo” respecto a la rosa azul. ¿Bienvenidos a casos con elementos sobrenaturales? Puede que en este regreso tengamos macguffins como el caso de Ruth Davenport y los mecanismos de un filme noir sobre el que asentaron Mark Frost y David Lynch la narración del relato. Da la impresión de que simplemente nos querían contar cómo Dale ‘Evil’ Cooper ha estado desatando la maldad en otros seres humanos para alimentarse de su dolor y sufrimiento. ¿La idea era acusar William Hastings del asesinato de su amante y que la muerte de su esposa fuera ‘obra’ del abogado de la familia (y también amante de ésta)? ¿Caso cerrado? Evil Cooper es conocedor de la naturaleza humana y ha estado haciendo el mal desde hace 25 años seguramente de costa a costa en Estados Unidos… ¿Qué ha ocurrido en “Episodio 3” y “Episodio 4” de “Twin Peaks – The Return” para que la historia comience a tener sentido? 

Tal vez el asesinato de Ruth Davenport no sea en absoluto baladí teniendo en cuenta que ha sido uno de los motores y guiños al show original. Desconocemos la identidad de ese otro cadáver con el que compartía cama y la identidad de otras huellas, que se encontraban en el lugar del crimen, son un callejón sin salida para Talbot y el resto de investigadores. Que estén bloqueadas por el ejército no deja de remarcar esa conexión con las investigaciones de los militares en Twin Peaks con otros easter eggs como alguna referencia al Rey Arturo, a espejos que Cooper va a tocar con sus dedos o búhos deambulando en la puesta en escena. Todo ese cúmulo de guiños, con retratos de Franz Kafka incluidos, conforma una capa de coherencia dentro de la mitología del espectáculo y la propia filmografía del cineasta que dirige todos y cada uno de los episodios. Que nadie se espante con tanto caos porque habita un sentido en la mente del autor.


“Episodio 3” comienza con esa dimensión desconocida en la que Dale Cooper estaba cayendo al vacío tras ser arrojado por el doppelgänger de La Rama. Laura Palmer ya nos avanzó ese sentimiento muchos años atrás. Desconocemos el funcionamiento de la Logia Negra y si todos los seres que la habitan tienen un reverso oscuro pululando por el enigmático lugar y sus cortinas rojas. Tratar de dar sentido a unas reglas de una dimensión desconocida bien pudiera ser el objeto de un ensayo sobre “Twin Peaks” y la propia filmografía de David Lynch. ¿Pasemos página o de puntillas por todo este delirio en el que el tiempo funciona bajo sus propias reglas? Cooper va a acabar en un mundo ‘rosa’ con su mar propio en el que existe un amplia inspiración en cortos experimentales y en el que las inteligibles palabras de una mujer, con los parpados cosidos, no van a ayudarnos en absoluto. En los márgenes de ese extraño mundo que sobrevuela ese universo, la mujer no quiere que Cooper se acerque a lo que pudiera ser una caja fuerte y mecanismo marcado por el número 15. Ese objeto ejerce un extraño poder sobre el agente del FBI y una amenaza golpea frenéticamente la puerta de entrada. Desconcertado, Cooper siga a esa dama a la cubierta de ese lugar, que desde exterior pudiera ser un homenaje al gato de Schrödinger y la caja-nave-espacial que habita en el universo. Recuerden las palabras de Laura Palmer: se puede estar vivo y muerto a la vez. Sea lo que fuera, esa extraña mujer activa un circuito eléctrico sacrificándose en el proceso para que Cooper regrese sobre sus pasos al mismo/diferente lugar. Ahora, ese objeto sobre la pared marca el número 3… y otra mujer se encuentra frente al calor de una chimenea. Esa mujer no es una desconocida sino que se trata de Phoebe Augustine, aquella superviviente del vagón del tren del asesinato de Laura Palmer. Veremos que su reloj marca las 2:52 y nos indica que es su madre aquella que se encuentra en el exterior y amenaza con entrar. Esa misma hora será aquella que figure en el coche que conduce Evil Cooper en el mundo terrenal. Los mundos parecen estar conectados y alienados y ese sonido del gramófono de la Logia Blanca es otra pista para comenzar el salto. Otra cuestión es que se cumpla esa regla en la que el doppleganger tiene que entrar antes de que Cooper pueda salir.


¿Significaba ese número del mecanismo la hora a la que Cooper debía atravesar la dimensión o aquel 2:53 de La Rama ya nos avanzaba el momento en el que debía producirse el regreso? «Cuando llegues… ya estarás allí». Ese enchufe sirve de puerta para que Cooper abandone la dimensión desconocida y únicamente deje sus zapatos detrás. Todavía no son las 3… y veremos cómo dos personas idénticas (Evil Cooper y Dougie) en diferentes lugares son víctimas de un extraño ataque y convulsión. Al parecer, alguien ‘fabricó’ a Dougie por un propósito que no era otro que evitar acabar de vuelta en esa otra dimensión y veremos cómo ese hombre sufre los mismos síntomas que Laura Palmer cuando tomó posesión del anillo de la cueva del búho. Y toda esa obra apunta a Evil Cooper. Se supone que aquel que vomite primero (¿su oscura y putrefacta alma corrompida aka garmonbozia?) será el que sea reclamado y teletransportado a la Logia Negra. El perdedor es Dougie y, una vez llega a la Logia Negra, veremos cómo es portador del anillo y queda desintegrado dejando una perla dorada en su interior. Evil Cooper es conocedor de que Doguie viajó allí y expulsa de su interior supuestamente todo el mal (dolor y sufrimiento a la carta) que había acumulado a lo largo de esos 25 años de crímenes… ¿Más garmonbozia, es la guerra? El elemento es tan tóxico que los agentes de policía que acuden al lugar quedan hospitalizados al contactar con tanto mal incapaz de asimilar por un mortal. 


Episodio 3” nos deja a nuestro Cooper en el lugar de Dougie, que previamente había pasado la tarde con una prostituta, para que veamos cómo se adentra en ese nuevo mundo para llegar a Las Vegas y liarla parda en un casino. Mr. Jackpot ha llegado y las risas también… Cooper-Dougie se comporta como un maniquí que no sabe cómo relacionarse con ese mundo salvo por lo que va a aprendiendo en cada uno de sus encuentros… repitiendo las palabras que previamente le han sido dichas y con alguna ayuda por parte de sus recuerdos en la Logia Negra. Aquí Lynch parece darse el festín con un homenaje surrealista a un filme de Jacques Tati para adentrarse en una sátira social. No sabemos tampoco el porqué de ese don en el que Mr. Jackpot sabe la máquina en la que un jackpot va a producirse. ¿Ha venido de la otra dimensión con poderes le abren vías de conexión con la Logia Negra? ¿El juego es un alimento para los seres que se nutren de la garmonbozia? Sea como fuera, el capítulo nos deja brillantes momentos cómicos para también ceñirse a pasadas dinámicas de la filmografía de David Lynch. Y es que la idea es ver cómo Cooper tiene que vivir dentro de otro ‘cuerpo’ y con otra vida completamente distinta no es un tema novedoso para el universo lynchiano… Dougie también debe dinero y han puesto precio a su cabeza, dinamitando un paralelismo con Evil Cooper. Estamos seguros que esa conexión no es mera coincidencia para el futuro de este regreso de “Twin Peaks”. 


En Twin Peaks las típicas rosquillas sirven a Hawk, Lucy y Andy para buscar esa pista perdida que tal vez se comiera… alguien tiempo atrás. ¿Los indios utilizaban el chocolate como remedio para los gases? ¿Se trata sobre el conejo? Poco tampoco nos va a guiar la pintura dorada con la que Lawrence Jacoby está coloreando las palas de cavar que compró… El tipo siempre ha hecho cosas excéntricas así que tampoco merece la pena comerse la cabeza. ¿O tal vez sí? Vayamos al FBI para recuperar al Director Gordon Cole (David Lynch) y al agente Albert Rosenfeld (Miguel Ferrer). Tammy, una agente que les ayuda en las investigaciones, nos abre más pistas sobre el asesinato en Nueva York de Sam Colby y Tracey Barberato por parte de esa misteriosa presencia que abandonó la caja de cristal. Las grabaciones no aportan tanto como nos gustaría e incluso ignoran el paso de Cooper por el lugar… Aquí solamente podemos unirnos a la exclamación de Lynch: WHAT THE HELL!? Por si fuera poco Black Hills en Dakota del Sur se convierte en el destino del trió ante la sorpresiva (re)aparición del agente Cooper. En “Episodio 4” seguiremos los pasos de Dougie Jones en Las Vegas desde el casino hasta su hogar para que conozcamos que Naomi Watts interpreta a su sufrida mujer y que vivir la vida de un desconocido, sin estar en plenas condiciones físicas y mentales, puede generar momentos surrealistas por doquier. Considero que la comedia está aquí por obra y gracia de Lynch entre ese tejido sarcástico sobre la sitcom familiar y en el que un buen trago de café conecta al personaje con su pasado dentro de “Twin Peaks”. Esperemos su ‘hijo’ Sonny Jim le ayude a despertar… porque bien sabe Philip Michael Gerard que solamente puede quedar uno… y que Cooper fue engañado (de nuevo) por su doppelgänger. ¿Los 200.000 dólares servirán a nuestro héroe para salvarse a sí mismo y a su familia?



En Twin Peaks el sheriff Frank Truman (Robert Forster) conocerá a Wally Brando (Michael Cera), el hijo de Andy y Lucy, para dejarnos ese sabor a la añeja “Twin Peaks” entre multitud de referencias a Marlon Brando. Ante la ausencia de Michael Ontkean, su ‘hermano’ se lleva los honores aunque ‘el padrino’ será recordado. Esos (auto)homenajes junto a los cameos de Denise Bryson (David Duchovny) o Bobby Briggs (Dana Ashbrook) sirven para ir rellenando esas capas de nostalgia necesarias. El conjunto aquí vuelve a sentirse como personajes atrapados dentro de una serie de televisión y plenamente conscientes de tal entidad (e identidad). Aquello que importa es que Evil Cooper está en una prisión federal en Dakota del Sur y no es casualidad que allí esté Ray… Es decir, el hombre que tiene algo que Evil Cooper desea (sin contar con el nombre de la persona que les contrató para matarlo)… ¿Encontrará esas coordenadas y la figura de esa misteriosa carta que enseñó a Darya antes de asesinarla?


¿Casualidad también? Dudo que nada en ese regreso de la serie de Showtime sea eventualidad. ¿O no fue el encuentro de Bobby Briggs con Laura Palmer —con la música de Angelo Badalamenti— un guiño total al pasado? No obstante, ese material sirve para revelar pista como la misteriosa conversación que mantuvo Cooper con Garland Briggs. Precisamente la ausencia de actores difuntos no ha supuesto que no regresen aunque sean en forma de caras gigantes por el espacio de la dimensión desconocida dando a entender que todo el caso es un gran ‘Expediente X’. Margaret, la mujer del leño, sabíamos que tenía una pista para Hawk… aunque aquí deberíamos volver a pasado de la serie para recordar que Cooper ya señaló al indio como el hombre que debía encontrarlo en caso de que se perdiera. ¿Casualidad? Lo dudamos… Aunque que nadie dude que Lynch ha podido meter falsas pistas o metáforas interpretables como los indicios que ha dado El Gigante al comienzo de “Twin Peaks – The Return”. 430, Richard y Lynda… dos pájaros de un tiro… Aunque “Episodio 4” es más digerible al decantarse más por el plano real no deja de meter muchos nuevos misterios como la visita del FBI a la prisión federal donde se encuentra encerrado Evil Cooper. En su maletero había cocaína, un fusil… y la pata de un perro y el encuentro con sus viejos amigos no deja de remarcar las dudas en Gordon Cole y Albert Rosenfeld. Sobre todo para Albert, que dio información a Jeffries hace años cuando éste indicaba que Cooper estaba en peligro. Esa revelación no era otra que conocer el hombre infiltrado por el FBI en Columbia… y éste apareció asesinado poco tiempo después. La historia de que Cooper y Jeffries hayan trabajado juntos durante este tiempo abre muchas posibilidades aunque Gordon y Albert saben que hay algo muy raro en todo esto y que ese hombre con el que acaban de reencontrarse les ha dejado en un mar de dudas. ¿Es realmente Cooper o sus instintos no les fallan en no fiarse de ese tipo? Se trata de una Rosa Azul… cuyo azul es absoluto. Una mujer tiene que visitar a Cooper para que comience un juego que se aventura tan misterioso como excitante. ¿Quién será?


En The Bang Bang Bar, The Cactus Blossoms (Mississippi)Au Revoir Simone (Lark) ponen la banda sonora a los créditos finales. Continuará. 

Licencia de Creative Commons
Historias Bastardas Extraordinarias by Maldito Bastardo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lea antes los Mandamientos de este blog.