Páginas Bastardas

jueves, 4 de mayo de 2017

Agents of S.H.I.E.L.D. (4x20) Farewell, Cruel World!: ¿Adiós Framework, hola de nuevo realidad?


Agents of H.Y.D.R.A. ha sido una de las mejores variaciones de “Agents of S.H.I.E.L.D.” y en “Farewell, Cruel World!”, vigésimo episodio de su cuarta temporada, el arco argumental alrededor del Framework va a llegar a su fin aunque podemos esperar alguna sorpresa para los dos próximos capítulos. Sabíamos que el plan de Ophelia aka AIDA aka Madame Hydra pasaba por el Proyecto Espejo y una tecnología construida en el mundo real que permitiera a la Life-Model Decoy tener un cuerpo humano. El otro frente se focalizaba en que Holden Radcliffe construyó una puerta trasera por la que poder escapar del Framework. Con esos dos simples elementos, la serie de ABC es capaz de construir otro gran episodio que confirma una sobresaliente proposición para todo el presente acto antes del explosivo clímax final. Evidentemente no sabemos cómo van a utilizar los escritores la posibilidad de que seres dentro del Framework pueda regresar al mundo de los mortales. Que Radcliffe o Agnes Kitsworth volvieran al mundo terrenal tendría un sentido ya que fueron ‘volcados’ al Framework. La otra posibilidad es que personajes como Antoine Triplett o Grant Ward volvieran al espectáculo por esa regla de tres aunque, no obstante, lo original es que serían un remanente de una versión distinta (sobre todo el traidor de Ward) a la que fueron en el mundo real. Otra cuestión es saber qué van a hacer los personajes atrapados en el Framework respecto a ese regreso que se va a consumar. ¿Ha existido una evolución de los mismos para poder aceptar que existe otro mundo? En realidad, uno de los interesantes planteamientos alrededor de Agents of H.Y.D.R.A. es que han ocurrido tantos eventos y giros en esa realidad alternativa que poco o nada se ha podido hablar… ¡que era todo un programa y simulación! ¿Qué ha ocurrido en “Farewell, Cruel World!” para que “The Return” (4x21) y “World's End” (4x22) se antojen como indispensables para una temporada que siempre ha ido a mejor?

Vayamos a la primera proposición de “Farewell, Cruel World!”. Nos estábamos olvidando bastante del plano real y la introducción pretende dejarnos claro el estado actual del Quinjet en el que viajan Simmons y Johnson. Veremos como Yo-Yo trata de dirigir una crisis abordo dentro de una nave que tiene que ir desviando todos sus recursos en pos de la conexión con el Framework. No hay demasiado tiempo cuando el camuflaje es el último sacrificio… y sabemos que el pérfido Anton Ivanov acecha. Dentro de esa realidad alternativa-virtual, Fitz sabe cómo convencer a Radcliffe para que le diga aquello que le contó a Daisy. Un personaje que siempre ha buscado un interés personal no va a poder negarse a la vida eterna ante las posibilidades del Darkhold. Los movimientos de The Doctor, tras conseguir la ubicación de la puerta trasera, parecen claros. Por parte de los rebeldes, la cuestión es que Simmons se entere de que la existencia de Alistair Fitz, en esa realidad, fue el elemento que utilizó Aida para manipular a Leo. Simmons ya ha demostrado que sigue tratando de hacer despertar al hombre que ama pese a sus execrables actos en el Framework y que habitualmente sigue subestimando a los programas aka personas de la realidad virtual. Simmons, de este modo, se persona en casa de Alistair (con la estimable ayuda del acceso a los ficheros secretos de HYDRA por parte de May) con una pistola para presionar al padre de Fitz. Su idea es tener unos minutos con su amado para convencerlo de toda la locura de vida que ha escogido y que existe un mundo real en el que ella lo es todo para él. Alistair será fiel al personaje que interpreta y se sacrificará por su hijo iniciando una pelea a muerte con la mujer que pretende arrebatárselo con éste escuchando todo por teléfono. Sabemos que el disparo habrá marcado el adiós de Alistair pero, al mismo tiempo, se va iniciar un sentimiento de odio y venganza en Fitz para acabar con aquellos que asesinaron a su padre. Y Simmons está en el centro de todo… ¿Drama a la vista?



Es un tanto evidente que esa línea argumental va a llevar a The Doctor junto a Radcliffe a la puerta trasera a la que también van a acudir todos los protagonistas que se encuentran atrapados en el Framework. Parece un viaje de un único billete de ida. Daisy tendrá que emplear la mentira para convencer a Mack y comprobará que no es fácil negar la realidad dentro de un mundo que vive bajo sus propias reglas. Mack parece haberlas aceptado y May está condicionada a una prueba palpable. La famosa puerta trasera, no obstante, es una fábrica que ha sido reconvertida en su parte fundamental a una fundición en el que acero incandescente, en plan Terminator, sirve como tapadera a la supuesta salida de tan gris distopía. Aida, al parecer, encontró el lugar antes y ha dispuesto esa ‘piscina’ para tapar esa puerta de atrás de un modo inteligente. ¿O quién estaría tan loco de lanzarse en una pileta con metal fundido a más de mil grados centígrados? Los poderes de Daisy son la clave aunque Aida, ante el fulgor vengativo de su amado, decide activar el Proyecto Espejo para disponer de su cuerpo en el mundo real. Las piezas se suman a una batalla final la que Coulson es disparado pero, finalmente, introducido dentro de ese mundo real que abandonó por la fuerza. May le seguirá para seguir apuntalando su historia de amor y ambos se darán cuenta de la presencia de Aida para derrotarla de una vez por todas gracias a la única arma que tienen cerca: un bisturí. Pese a todo, ambos están bastante tocados con su regreso a la carnalidad (y haber sido unos vegetales durante muchos días). La confrontación Simmons/Fitz es una de las principales bazas del clímax ya que The Doctor sigue siendo un villano que no siente nada por aquella que es su pareja en el mundo real. Es un monstruo y Radcliffe intercede al saber que Fitz dispararía ese gatillo de nuevo tal y como realizó con la pobre Agnes. Fitz será lanzado a la realidad para darse cuenta de su condición interna y comenzar una tortura que entrará en una nueva fase con la llegada de Aida en su nueva forma de carne y hueso (con sentimientos incluidos). Los escritores han ideado una recta final como una montaña rusa en la que Quinjet de Yo-Yo comienza a ser atacado mientras que Simmons y Daisy se dejan ‘caer’ en el último suspiro. Mack decidirá seguir atrapado en esa mentira ya que considera que el mundo real no tiene nada que ofrecerle y todavía tiene que salvar el mundo distópico en el que tiene una hija y un objetivo: acabar con HYDRA. Veremos si Triplett se convierte en el nuevo Patriota para liderar la revolución aunque, tal vez, todo sea otra historia que no nos contarán… ¿Lo importante ya es el mundo real? En el mismo, Fitz sigue perturbado por los sucesos y la llegada de Aida (a la que sigue llamando Ofelia) condena los planes de May y Coulson por acabar definitivamente con la villana. Fitz no solamente tapa el ángulo de tiro de May sino que Aida tiene poderes gracias al Darkhold y ha obtenido un cuerpo mortal pero seguramente inmortal a tal efecto. Para empezar es capaz de teletransportarse junto a Fitz dejándonos con numerosas preguntas respecto a las posibilidades del Proyecto Espejo. Sabemos que el Motorista Fantasma va a volver y una de las teorías sería que su regreso sería la vía perfecta o bien para destruir al Darkhold o, por el contrario, para custodiarlo en el propio infierno. ¿Y Mack regresará o Yo-Yo tendrá que abrirse una cuenta en Tinder? De momento, veremos cómo sobreviven los unos y los otros antes de reunirse para iniciar un contraataque frente a una villana que pudiera tener multitud de poderes y, por supuesto, planes para dominar/destruir el mundo…

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1 comentario:

  1. Al igual que Daisy al final de la tercera temporada, me imagino a Fitz huyendo de Shield al final de la cuarta temporada.

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