Una de las constantes de “Arrow” a partir de su tercera temporada fue la debilidad de sus flashbacks respecto al material que se gestionaba en la línea temporal presente. Daba la impresión de que una que Oliver Queen abandonó por primera vez Lian Yu se había cerrado una etapa que los guionistas ni siquiera pudieron retomar satisfactoriamente con su regreso a esa isla ‘purgatorio’. En realidad, sobre ese último concepto apareció la figura de Konstantin Kovar y una promesa que nuestro antihéroe tenía que cumplir… Precisamente en “Kapiushon”, decimoséptimo episodio de la quinta temporada de la serie de The CW, vamos a centrarnos en un material en clave de flashback más extenso que lo que venían determinando los tiempos del espectáculo. “Arrow” siempre ha sido una propuesta amparada en el pasado de su protagonista y sus reflejos con el presente, asimismo cómo su supervivencia abrió una oscuridad interior que ha ido consumiéndolo episodio a episodio. En realidad, no estamos ante una serie sobre la redención de Oliver Queen sino ante la exploración de esa penumbra que atenaza su alma para desembocar en una aceptación. Y mirar al hombre que queda tras enfocar al monstruo delante de un espejo no va a ser desde luego una experiencia satisfactoria ni mucho menos redentora. Todo lo contrario. ¿Qué planes tiene Prometheus para Oliver Queen? ¿Cómo se desarrollará la lucha de nuestro personaje principal en Rusia para detener definitivamente a Konstantin Kovar? Repasemos “Kapiushon”.
En el presente capítulo poco o nada ya importa Green Arrow sino un Oliver Queen encadenado y al desnudo. Por primera vez ese característico y gratuito recurso de mostrar el torso tatuado y repleto de cicatrices de Stephen Amell no es un concepto en absoluto superficial y de cara a la galería sino que, por el contrario, aquello que pretende revelar la exposición del protagonista ante sí mismo sin nada que puede esconder la verdad que allí se halla encadenada. Prometheus nunca planeó matar (de momento) a Oliver Queen sino destruirlo extrayendo toda esa reveladora oscuridad que se negaba a confesar. Podemos pensar que los intentos de Adrian Chase para que su antagonista (y asesino de su padre) proclame algo, que incluso él mismo se niegan a admitir, nos remitan a Cersei Lannister postrada ante Unella. En “Kapiushon” ese cúmulo se secuencias también nos dirige hacia “Saw” y el imaginario del género en el que se mueven los psychokillers. Prometheus no deja de ser un hipócrita-asesino-en-serie que, en realidad, tiene un propósito para justificar una infinidad de cadáveres que incluyen incluso a su inocente esposa. El juego ha de comenzar y la (re)aparición de Evelyn Sharp nos traslada al macabro y oscuro mind-game al que está dispuesto a llegar Adrian Chase para conseguir la confesión Oliver Queen. Ni la tortura, sacar las gafas de Felicity (no sabemos cómo pudo salir de casa ese fatídico día), amenazar la vida de su hijo o ni la muerte de Evelyn a manos de Prometheus, tal y cómo acabó con Taiana o su hermano (entre otros tantos), van a provocar que esa confesión del monstruo salga al exterior hasta la perdición y desesperación se cierne sobre aquel inició una cruzada en nombre de su padre…
Antes de llegar a la impactante revelación que destruirá el propósito de Oliver Queen y por extensión de su álter ego, nos alejamos de las sesiones de tortura para ver a nuestro antihéroe en Rusia con una de sus mejores pelucas y ratas muerta sobre su cabeza. Ya Ishmael Gregor recordó a Oliver algo que en el futuro Prometheus se encargará de remachar: no es un héroe sino un ser que marchitará y matará todo lo que toque. Esa profecía da la impresión de haber sido una constante en la vida y milagros de Oliver Queen aunque, no obstante, Anatoly Knyazev podría ser una de las excepciones a la regla. Los intentos de nuestro protagonista para proteger a su amigo, convertido en Pakhan, le llevan tanto a saldar viejas cuentas pendientes con Galina y ‘confesar’ el destino de sus hijos. Oliver se niega a revelar toda una verdad que ciertamente arrastraría el descubrimiento de ese monstruo interior al mundo. Aquello que hizo y gestionó, por el contrario y con la ayuda de Talia al Ghul, fue utilizar a una bestia metafórica para focalizar toda su oscuridad. Veremos de nuevo a una auténtica máquina de matar que explotará por la muerte de Galina a manos de Kovar y la posibilidad de perder a su amigo Anatoly. En realidad, “Arrow” se mueve en doble terreno donde la épica y la justicia son posibles para Oliver Queen pero éste declina de tales posibilidades. Y aquí no hay una justificación como en la cruzada de nuestro antihéroe ante unos medios equivocados que se transformaron en algo más… Ni un envío de gas sarín propiciado por un cameo de Malcolm Merlyn o una matanza en ciernes van a sacar algo positivo de ese monstruo que Anatoly compara con Slade Wilson o Anthony Ivo. Sus métodos (de tortura) son dignos de un psicópata que está utilizando como coartada sus cruzadas para asesinar y, curiosamente, en el presente vivieremos una réplica con Prometheus. De este modo, la promesa de Taiana se torna en un asesinato a sangre fría para vengarse de Kovar. El monstruo ya está aquí y Oliver da la impresión de que ya no puede detenerlo porque, tal vez, él mismo sea ese monstruo. “Kapiushon” nos demuestra que esa confesión que buscaba Prometheus de Oliver Queen no era otra que nuestro supuesto héroe revelase que simplemente utilizó la lista de su padre y cualquier promesa épica (como la realizada a Taiana) para matar ya siente placer al realizarlo. Toda la brutalidad revelada con Kovar y otras tantas víctimas nos lleva a que Oliver se enfrente a esa confesión y Prometheus vuelva a demostrar que actúa como Jigsaw: su fin justifica cualquier medio… incluyendo Evelyn Sharp volviese a engañar a Oliver con su muerte.
Que nuestro protagonista acabe sumido en una caída libre, formalizada en ese duro suelo del que ya no puede despegarse, no deja de remarcar esos conceptos psicológicos de otra clase de purgatorio al que se ha enfrentado Oliver en este episodio. Adrian Chase cumplirá su palabra y liberará a su presa no sin antes borrar con un pequeño soplete ese tatuaje de la Bratva que forma parte de una de sus mascaradas para esconder ese secreto que se negaba a aceptar. La cruzada de Oliver siempre se basó en una mentira y Promethus desea erradicar cualquier victoria gracias a ese tatuaje representativo a modo de trofeo. He aquí el punto débil de Adrian: realmente no conoce tan bien como dice a Oliver. ¿O desde cuándo le importaba a Oliver pertenece a una organización criminal salvo para acercarse a su objetivo? Es cierto que ya en el pasado Anatoly detectó el conflicto de su amigo, entregándole su capucha, y confesando también toda esa evolución de la que él mismo ha sido testigo. Y todo ese camino de supervivencia y transformación se ha amparado en crear a un monstruo que represente la oscuridad del alma de Oliver Queen a modo de una farsa que un día se desmoronará. Y ese día ha llegado y, obviamente, a Oliver no le ha gustado nada ver al hombre que está debajo de esa máscara que él mismo creó. No sabemos aquí cómo encajará la venganza de Kovar, que finalmente sobrevivió a sus terribles heridas abriendo sus ojos a modo de cliché del género pero, por el contrario, enlazando con las consecuencias del viaje que ha experimentado Oliver a través de esos cinco años. El espejo ha sido descubierto y el reflejo es desolador. Delante de Felicity, John y Curtis, esos seis días de cautiverio revelan a un hombre desolado y herido tanto por fuera como por dentro, consumido por la culpa. Ya nada tiene sentido y todo ha terminado… ¿Y cómo encajará todo lo anterior con el futuro del espectáculo? ¿Qué hay tras este punto de inflexión? ¿Hallará una vía Oliver Queen para destruir al monstruo y empezar de nuevo creando algo que no sea una mentira? Tal vez que en Tierra-2 se descubriera que Robert Queen era Flecha Verde nos adelante que la única manera de vencer y dominar a la bestia es confesar toda la verdad. O seguramente Oliver tenga que recurrir de nuevo a su pasado para poder cerrar el círculo. Quedan asuntos pendientes y uno de ellos es Kovar. ¿Estará también confabulado con Prometheus y Talia al Ghul?
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