The Flash (3x12) Untouchable: El toque de la muerte

En esta irregular temporada de “The Flash” hemos tenido, no obstante, algunas interesantes proposiciones respecto a un planteamiento que ha situado a Barry Allen lejos del foco de protagonismo habitual. La idea es que nuestro superhéroe deje de ser el eje de su propia serie y ceda al resto de personajes ese trono de poder dramático y argumental. En “Untouchable”, duodécimo episodio de la tercera entrega de la serie de The CW, vamos a comprobar el estado de aprendizaje de Wally West y las dificultades que puede suponer situarse en ese centro que conlleva una inimaginable responsabilidad. En cierto modo, el viaje vital de The Flash ha pasado por esa alteración de la línea temporal que provocó su némesis: Eobard Thawne. A partir de ese punto, Barry vivió una extraña transformación y aprendizaje por hombres malos y grandes villanos que le enseñaron todo aquello que ha ido asimilando pero, ¿podrá ser un excelente mentor teniendo en cuenta que el pérfido Wells de la primera temporada de la serie tuvo 15 años para planificar sus actos? La cuestión es que el potencial de Kid Flash ha de ser reconducido satisfactoriamente y el presente capítulo sirve a los escritores para que Wally tenga que comenzar a vibrar y tener la capacidad de atravesar objetos tal y como hace su tutor. Por otro lado, Barry sigue desarrollando sus poderes y haciendo posible lo inimaginable. Es sugerente pensar que realmente estamos ante una batalla de ambos protagonistas por imponerse al propio tiempo y, sobre todo, a ese futuro en el que Iris morirá a manos de Savitar. Una de las cuestiones fundamentales para esta temporada es la propia debilidad del gran villano que nos vendieron y que decepcionó tras ver a un Chitauri hormonado pasado por el filtro de los Transformers. Ni siquiera sus escuetas apariciones nos dejaron claras sus intenciones como los motivos por los que ese supuesto (e invisible) dios de la velocidad deseaba ‘regresar’ a nuestro mundo. Está claro que todo pasa por el ‘flashpoint’ y precisamente la llegada de Clive Yorkin y su toque de la muerte va a avivar ese núcleo dramático y emocional que enmarca la muerte de Iris y los pasos previos de Barry Allen que le han dirigido a ese fatídico momento. Repasemos “Untouchable”. 

No me ha quedado claro si Clive Yorkin es el primer metahumano al que Cisco y compañía no le han puesto un nombre. ¿Le han dado alguno o estaba perdido e hipnotizado viendo los resplandecientes ojos satánicos de Caitlin? Tampoco sabemos si tiene el don de la transportación (nadie se explica que fuera más rápido que el del Expreso de Star City donde viajaban sus dos objetivos finales) y cómo controla sus poderes para no hacer ‘caquita’ (en el sentido literal) la ropa y el suelo que toca su cuerpo serrano. La cuestión es no pensar y ceder a esa parcela que nos remite de nuevo a los fantasmas de Dr. Alchemy y la posibilidad de que Killer Frost se pueda abrir paso a través de Caitlin Snow. Si bien las palabras de Savitar eran bastante oscuras sobre el destino del grupo («Uno os traicionará. Uno caerá. Uno sufrirá un destino mucho peor que la muerte…») la realidad nos lleva ese estado mutable de un futuro no tan intocable como podíamos y pensar y en el que no todo está escrito. Si bien vimos a Iris enfrentándose a la muerte en el anterior episodio, en “Untouchable” van a demostrar que su personaje no es en absoluto ‘intocable’ y va a ser el principal foco de tensión sobre la posibilidad de una muerte adelantada. Yorkin ha iniciado una caza respecto a los policías que le encerraron (en el flashpoint tras recuperar sus recuerdos) y tiene el poder de degenerar todo aquello que toca. ¿Cómo vencer, por lo tanto, a un villano al que no se puede tocar y que puede desintegrar las balas que tratan de atravesar su cuerpo e intocable ropa de marca? La carrera con la que se abre el episodio entre Kid Flash y The Flash ya avecinaba que Wally tendría que enfrentarse, al igual que Barry, a un rápido aprendizaje de sus poderes para poder derrotar a sus enemigos y salvar las vidas de inocentes en el proceso. Terapia de choque para un curso de superhéroe avanzado en 3, 2, 1…

Por parte de Julian Albert tendremos un nuevo enfrentamiento sobre su pasado, del mismo modo que un ‘toque’ de Clive Yorkin sobre Iris hará que el grupo tenga una nueva crisis respecto a la posibilidad de perder (antes de tiempo) a la hija de Joe West. Previamente Iris confesó a su padre ese futuro al que todos se enfrentan y en el que ella podría morir. Ese funesto espíritu del episodio para tratar la muerte que acecha a todos, debido al poder del metahumano y villano episódico, nos sitúa en arenas movedizas en las que la propia Caitlin Snow tendrá que arriesgarse por su amiga y enfrentarse a sus gélidos demonios con la forma de Killer Frost. Tal vez los escritores hayan levantado el pie del acelerador respecto a la transformación de la protagonista de serie pero seguramente sea cuestión de tiempo que el oscuro álter ego de la bioingeniera de S.T.A.R. Labs aparezca… ¿Servirán aquí de nuevo las palabras de Julian y la inspiración para luchar ambos frente a esos demonios que les acechan constantemente? ¿Será Julian la nueva pareja de Caitlin? ¿Pensamos mal y entendemos que el personaje interpretado por Tom Felton sigue trabajando para Savitar en las sombras? “Untouchable” juega con una trama de investigación criminal mientras alterna con cierta comicidad gracias a la aparición de la hija de Cecile Horton en la ciudad. ¿Nos quedamos con The Flash o con Kid Flash? Posiblemente la cuestión sea que ambos tengan la capacidad de salvar a Iris ese funesto día cada vez más cerca… sin que sepamos cómo Savitar y la piedra filosofal regresarán a sus vidas. La solución está en el interior de los superhéroes y veremos cómo The Flash consigue hacer vibrar a un tren entero y sus pasajeros para atravesar (literalmente) un obstáculo colocado por el pérfido Yorkin. Por parte de Wally utilizará su propia sangre como antídoto a los poderes de ese villano sin nombre (?) formalizando al mismo tiempo su evolución y aprendizaje para poder atravesar objetos. Como en “The Flash” los happy-endings suelen ser pasajeros, la confianza fortalecida de Iris en Barry contrasta con la llegada de Jesse Wells desde Tierra-2 para avisar a Wally que Grodd ha secuestrado a su padre y que todos tendrán que viajar a su dimensión con destino a Gorilla City. ¿Corre, Wally, corre? ¿Explicará H.R. aquello del vicepresidente Al Capone? Sea como fuera, continuará… pero habrá que esperar un par de semanas…

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