Comienza la sexta y última temporada de ‘Girls’

Podemos cuestionar que Lena Dunham siempre ha sido una exhibicionista y narcisista hasta la médula, atrapada en su propio personaje y condenándose a una transparencia mediática amparada en armar ruido sin importar la polémica planteada sino el propio planteamiento material. No obstante, al mismo tiempo, la autora ha supuesto una novedad dentro de la cultura pop contemporánea aunque a estas alturas podamos confirmar que ha sabido vivir mejor de las rentas ajenas que incluso de las polémicas propias. “All I Ever Wanted”, primer episodio de la sexta y última temporada de “Girls”, nos transporta a la etapa final de ese viaje de crecimiento y madurez que Hannah Horvath comenzó en 2012. La dramedia de HBO desea conceder un margen para la esperanza en los sueños vitales a través de su protagonista con el primer artículo que publica en el The New York Times tras encontrar ese talento esquivo en esa lectura en The Moth. Esa sonrisa y alegría de Hannah se refleja en el contraplano de todos esos personajes que le han acompañado a lo largo de estos años, hallando en sus gestos y reacciones gran parte de ese recorrido existencial. Esa luz y cara contrasta con la noche y cruz de la secuencia final en el que un primer plano representa, en cierta medida, que el sueño de Dunham tiene fecha fin, aunque todavía seguimos inmersos en esa fantasía que ya tiene las horas contadas (en el sentido literal). También existe un componente netamente (anti)romántico, como si nuestra protagonista comprendiera que ha desenterrado el camino hacia el éxito como autora pero, por el contrario, es incapaz de encontrar una relación estable y duradera. Ese contrapunto se instaura en el propio discurso en el que una relación episódica con fecha fin remarca ese desenlace a punto de completarse. “Girls” se acaba y, pese a su irregularidad y montaña rusa de amor y odio, ha estado presente en nuestras pantallas a lo largo y ancho de estos años. ¿Qué sensaciones nos ha dejado “All I Ever Wanted”?

Lena Dunham da la impresión de mofarse, en cierta medida, de esa opinión al otro lado de la pantalla respecto a sus desnudos y su forma de abordar su sexualidad y el sexo. Hay también algunos guiños a su propio narcisismo a modo de confesión, alcanzando la catarsis y comunión de realidad y ficción. Incluso existe un posicionamiento anti mainstream rechazando frontalmente las columnas de Paul Krugman y demonizando una multinacional como Starbucks. En el season 6 premiere vamos a tener un capítulo de tonalidades temáticas en la que nuestra protagonista consigue un encargo de Slag Magazine para un artículo cubriendo un campamento de surf femenino en Hamptons. Hannah llega a Montauk para dar la nota y marcar la diferencia mientras el cameo Riz Ahmed sabemos que está destinado a ser una aventura romántica que, por el contrario, hace plantearse al personaje principal del espectáculo si realmente ha conseguido todo lo que deseaba en su vida. ¿Se puede tener todo o la idea es posicionarnos ya desde un principio a que Hannah encontrará el éxito y fracasará en el amor? El humor de “Girls” ha partido muchas veces de situar a Hannah en situaciones rocambolescas donde la desinhibición, sexual y social, suele ser una de las mejores cartas para confeccionar sketches. Tras su relación y convivencia con Paul-Louis, éste desvelará que tiene una relación abierta con su novia y la existencia de la misma sorprende inicialmente a Hannah. En cierto modo, tal descubrimiento posibilita que el personaje interpretado por Dunham nos plantee si la vida acaba siendo una farsa en la que la autosatisfacción acaba imponiéndose a modo de mentira benévola. Hannah decide creerse ese romance con fecha de caducidad y ‘surfear’ en ese mar que está condenado a llevarle de nuevo a la costa. La duda es saber hacía donde caminará una vez vuelva a llegar a tierra…

En “All I Ever Wanted” el resto de personajes se mueven en un mar de dudas… Marnie decide echar de su casa a Ray al necesitar más espacio mientras termina de arreglar su divorcio. El problema es que las posibilidades para Ray no son en absoluto halagüeñas. Volver al apartamento de Shoshanna despierta los celos de Marnie mientras que la vida con su ex compañero de piso, Adam, no es del todo idílica con Jessa en la ecuación. En esa tempestad emocional de cambios Ray advierte como una señal del destino que todas sus cosas quedaran apiladas para hacer sitio a esos animales en celo que representan Jessa y Adam. Han perdido su moralidad. El artículo de Hannah, además, ha destapado sus miserias éticas y da la impresión de ambos viven alejados de la sociedad que les repudia. Pensemos en que “Girls” siempre nos ha hablado de cómo los personajes tratan de encajar en un mundo adverso y comprobaremos que Marnie se siente como una alienígena ante la complicidad de Shoshanna y Ray. Es cierto que esta última temporada de la dramedia de HBO debería plantear cierta estabilidad (artificial o no) en todos los personajes y, precisamente, veremos cómo Marnie y Desi terminan consolándose y retomando su relación (al menos por la vía sexual) una vez que acabaron de pelear por enésima vez… Aunque el ombligo de Hannah ha sido ese agujero negro sobre el que pivotaba todo (y todo lo engullía), el resto de protagonistas desea ocupar su espacio. Incluso Elijah Krantz ya piensa en ascender dentro del mundo de Broadway gracias al sexo dejando apartado el talento de los estudios de interpretación. ¿Un guiño de la propia autora a ser el centro de atención gracias a sus desnudos y situaciones exageradas? Posiblemente la reivindicación púbica sea ya mainstream teniendo en cuenta la cita de las declaraciones de Shailene Woodley respecto a cómo recibía vitamina D su vagina. Tal vez ver cómo el felpudo de Lena Dunham trata de emular a la joven estrella remarque ese juego de conexiones, copias distorsionadas y referencias en el que se ampara el talento de la creadora, dejando que el sol entre por su coño y haga brillar un cuerpo que estamos seguro no abandonara nuestras pantallas una vez que finalice “Girls”. 

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