Viajeros: Sobre dejar el futuro en el pasado

Serie de TV

“Viajeros”

Título original: “Travelers”

Canadá / EEUU

2016

Sinopsis (Página Oficial):

Un agente federal sigue la pista de cuatro personas que cambian repentinamente de personalidad, lo que le llevará a un asombroso hallazgo sobre el futuro de la humanidad.

Crítica Bastarda:

En plena fiebre de series de ciencia ficción y viajes en el tiempo la llegada de “Viajeros” puede suponer un soplo de aire fresco gracias a rentabilizar conceptos previos e integrarlos en un espectáculo cuya mejor virtud es tratar de buscar su propio crecimiento. Coproducida por Netflix y Showcase, el espectáculo parte de una premisa que pasa por la posibilidad de que la humanidad del futuro pueda enviar sus conciencias al pasado para tratar de salvarse de un destino desolador. Partir de cientos de años después del siglo XXI supone tener la capacidad de conocer al detalle la cronología de los sucesos al mismo tiempo que la idea es ‘hacerse’ con el cuerpo de personas en el momento exacto en el que mueren. De este modo, se forman equipos de viajeros con una serie de protocolos en los que la misión es el concepto prioritario y mantener su tapadera algo fundamental para completar tal objetivo, subyugados simultáneamente por el entorno en el que se ven envueltos. Es obvio que aquí yacen elementos de interés como la posibilidad de crear conflictos debido a los problemas que supone integrarse en la vida de un anfitrión que tampoco es un completo desconocido y, al mismo tiempo, tratar de no implicarse moralmente en ciertos acontecimientos que suceden y que no pueden evitar (salvo que reciban instrucciones para hacerlo). Bajo esos protocolos, la figura de un Director que dirige los pasos de los protagonistas y ciertos encuentros con otros viajeros (y grupos), los primeros episodios de la serie tratan de asentar tanto las mecánicas como las normas y las proposiciones que van a dar sentido a todo el conjunto bajo un halo de efecto mariposa que se va acrecentando a medida que avanzan los arcos argumentales. 

Creada por Brad Wright existe cierta tónica procedimental en algunos de sus planteamientos, aunque su desarrollo parte de la idea de jugar con el suspense de un futuro aterrador para humanidad y, de este modo, desplegar esa idea de paradoja en los actos que van cometiendo los viajeros. El plan es que esos equipos tengan que lidiar con los problemas de sus anfitriones mientras tratan de salvar al mundo con sus misiones y se enfrentan a otros peligros e interacciones con otros viajeros. Utilizando tecnología del futuro y disponiendo de la capacidad de dominar los conocimientos de la línea temporal que tratan de modificar, “Viajeros” trata de despuntar a partir de los giros de guion que llegan en “Room 101” (1x05) y “Helios 685” (1x06). ¿Qué pasaría, además, si los caprichos del ‘Director’ enfrentaran a uno y otros para completar misiones y contramisiones que se solapan? ¿Y si sus intentos de modificar el pasado fueran la causa de los eventos catastróficos del futuro? ¿Existe la posibilidad de que otros viajeros se hayan rebelado contra el Director? Lidiando con un presupuesto no demasiado boyante el espectáculo trata de sacar sus garras con la ambición de sus proposiciones, la cuenta atrás pasa a una hacia adelante como nuevo santo y seña de su esencia argumental. Combinando elementos predecibles con otros reciclados de la ciencia ficción, la propuesta también se alimenta de los graves problemas que tienen los anfitriones como la drogodependencia, las discapacidades cognitivas e incluso los malos tratos para potenciar ciertas capas dramáticas. Es obvio que a medida que surge la posibilidad de desviar el asteroide Helios 685 es posible que se genere una paradoja que incluso evite el nacimiento de los viajeros, añadiendo otras nociones que se van incorporando hasta el cierre de la primera temporada. Otros de los planteamientos, ante la saturación de series que están explotando los viajes en el tiempo, es su capacidad de alternar con las posibilidades que ofrece el propio suspense que genera un doble juego con el futuro. ¿O cómo poder saber si se han completado su propia misión si ese tiempo posterior es tan mutable y moldeable al contrario que sus inamovibles protocolos? ¿Es peor enfrentarse a la propia vida en la que ahora se encuentran atrapados o, por el contrario, un destino oscuro para la humanidad es al mismo tiempo su vía para seguir teniendo un propósito? Las preguntas se van sumando pero “Travelers” desea someterse más a sus intenciones que resoluciones, como si la representación de esa gran red de viajeros que habitan el siglo XXI permitieran formular todo tipo de series prototípicas que pudieran convivir en el mismo espacio y tiempo. La respuesta, no obstante, es poder saber si la ficción de Netflix y Showcase podrá seguir su propio ejemplo y dejar el futuro en el pasado, siendo la dependencia del contexto y la era en la que habitan los personajes su propia identidad para crecer y desarrollarse.

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