Uno de los aspectos más oscuros de “Arrow” es que ha dilapidado temporadas con comienzos sólidos por apuestas más absurdas que arriesgadas, conduciendo a la audiencia a una división y debate. Es cierto que la serie de The CW ha estado enmarcada tanto por personajes bipolares como giros de guion un tanto inconsecuentes y muchas veces ridículos. De la cobaya peluda y muerta que luce Oliver Queen en los flashbacks mejor no hablar… La cuestión es que tampoco hay que sorprenderse o llevarse las manos a la cabeza con los planteamientos argumentales de una propuesta que no admite generalmente un análisis profundo, descubriendo el espectador que allí únicamente hay demasiado vacío tras la epidermis si uno accede con un afilado bisturí. Pese a todo, “Arrow” nos ha regalado brillantes entregas y entretenidísimos condimentos y en esta quinta temporada ha sorprendido con un sólido inicio que nos ha presentado un nuevo Team Arrow y un discurso con afán recopilatorio para poner al día esos flashbacks característicos de la propuesta con ese concepto de un héroe en constante avance atrapado por ese pasado. En realidad, la introducción de Prometheus obedece a ese aspecto en el que la conciencia por los actos que cometió tiempo atrás persiguen al antihéroe para que alcance esa ansiada catarsis y metamorfosis. En “So It Begins”, sexto episodio de la quinta temporada de “Arrow”, no falta la referencia a “Babylon 5” (¿y por qué no a LOTR?) para que el nuevo gran villano de la función haga acto de presencia y se persone como nuevo foco de interés para detonar en la cara de Oliver Queen ese pasado que, en su caso, sigue siendo presente. Repasemos el episodio.
Posiblemente el episodio fracase en la presentación oficial de Prometheus cuando Dolph Lundgren, muy chuloputas (con todos los perdones para las que ejercemos como meretrices), impone más ejerciendo como Konstantin Kovar en esa versión cutre y low cost de “Casino Royale” (sin casino ni royale). Tras el asesinato de Tobias Church, en nuevo villano de la función va a empezar a cometer crímenes en Star City con sus estrellas ninja (?) que vinculan rápidamente sus acciones con la lista de nombres que inicialmente llevaron al justiciero a iniciar su cruzada… un tanto asesina. En cierta forma, la idea es que veamos que Oliver Queen ha evolucionado desde ese comienzo en el que dejó un gran número de víctimas detrás suyo hasta que se topó con otro tiburón mucho más hambriento y ambicioso: Malcolm Merlyn. La muerte de Tommy fue la primera baldosa de un larga camino que también se torció con la muerte de Canario Negro y el abandono de la práctica totalidad del Team Arrow llevó al héroe a pensar en conseguir a nuevos reclutas para continuar con esa senda hacia la luz y el equilibro de sus dos identidades para proteger a su ciudad. El problema es que todo ese camino está repleto de hipocresía y bipolaridad y en “So It Begins” los nuevos compañeros de Oliver Queen se van a replantear si su líder ha quedado enmarcado por la falsedad en sus acciones. ¿O no es normal y consecuente el aleccionamiento que recibió Evelyn Sharp la pasada temporada enterándose ahora de las acciones que cometió su nuevo baluarte y mentor cuando regresó a Star(ling) City? Ragman, Wild Dog y Mr. Terrific se enterará que The Hood, Arrow y Green Arrow fueron siempre la misma persona y es coherente que surjan las explicaciones de ese pasado que Oliver Queen siempre se ha negado a compartir salvo a cuentagotas.
“So It Begins” desarrolla un thriller en el que los asesinatos de Prometheus sobre personas inocentes llevan a Felicity, con algo de ayuda de Curtis Holt, a descubrir ese mensaje que está lanzado sobre Oliver el nuevo villano de la función. Es algo personal. Y, sobre tal premisa, no sabemos si los flashbacks alrededor de la Bratva y Konstantin Kovar tendrán alguna clase de sentido en ese turbulento presente en el que el protagonista trata de convertirse en algo más que Green Arrow y trascender hacia una versión de sí mismo en la que no sea necesario un antifaz. Sabemos que Susan Williams va a conectar ambas tramas y que la llegada de Kovar a la vida de Oliver, tras intentar éste hacer volar por los aires el casino que éste trataba de descubrir, nos lleva a un nuevo escenario. Esperamos que el carisma y la pose chuloputas (y te rompo el cuello) de Dolph Lundgren salve unas tramas alrededor del pasado de Oliver Queen que han revelado una de las mayores debilidades del espectáculo desde la tercera temporada. Que Kovar no pare de hablar de nabos, en su monólogo de villano malo-maloso, no deja de ser tan irónico como representativo de ese nuevo personaje con un gran nabo inexpugnable que ni la Bratva podrá liberar… Mientras que la novedad en la línea temporal presente pasa por ver a Green Arrow en una escena de un crimen sin que nada ni nadie se inmute, “So It Begins” personifica ese nuevo terror para la ciudad a través de sus asesinatos y el caos que comienza a generar a su paso. No es que “Arrow” se haya caracterizado por la sutilice en plasmar los terrores de la sociedad sino que las intenciones son que el Team Arrow comience a trabajar en equipo y que Oliver sepa que tiene a todo su grupo a su alrededor para poder liberar ese nuevo ‘nabo’ prometeico que ha aparecido en Star City. Con la informática a favor de Green Arrow, gracias a Felicity, el grupo tendrá que dividirse para frenar a Prometheus en su próximo asesinato y los guionistas aprovechan para cerrar ese enfrentamiento moral entre Artemis y Oliver mientras que el villano ejerce como catarsis física a ese desencuentro condenado al encuentro. Da la impresión de que los escritores y los productores van a emplear bastante esta temporada la nueva flecha paracaídas de Green Arrow y una gran explosión pondrá los fuegos de artificio a una secuencia un tanto ridículo. ¿Nos pretenden decir que ese tren del metro iba vacío? ¿De verdad?
No es que sobre ese punto estemos en el principio del fin de nuestras neuronas sino que el cuestionamiento argumental pasa por ese foco político que ha unido los pasos de Thea Queen con Quentin Lance. Thea está tratando por todos los medios que Quentin vuelva a ser el hombre antes y descubrirá que nunca dejó de beber, quedando claro que esos caramelos que tomaba eran para limpiar el aliento y huella del delito. En realidad, ese hombre condenado que sigue cayendo al vacío y que no quiere que nada ni nadie le ayude, va ser el elemento para presentar un giro de guion bastante chusco y, digámoselo, ridículo y absurdo. En la pelea entre Artemis y Prometheus vimos cómo la joven discípula de Green Arrow hería con un corte en el brazo al villano. También conocimos que las estrellas que utiliza el asesino en serie están hechas con una aleación de las flechas que ha utilizado Oliver Queen en los últimos cuatro años. Todo eso significa que significa que Prometheus tiene acceso al almacén del departamento de policía y que es miembro del cuerpo de Star City. Bien, veremos como broche final que tras levantarse de una borrachera a Quentin tiene ese corte delator… La secuencia está mal insertada ya que sabemos que Promehtus desea utilizar a aquel que fue Capitán de la policía y actual vicealcalde como chivo expiatorio en su cruzada frente a Green Arrow. Dudo que exista una sola persona en el planeta que pueda pensar que Quentin pudiera haber conseguido superpoderes ninja y haber tenido tal agenda en mente gracias al influjo de decenas de litros de alcohol al día. ¿Están borracho como una cuba? ¿De verdad? Los sospechosos, no obstante, siguen siendo los mismos: Billy Malone (el nuevo novio de Felicity) y Adrian Chase. ¿O tenemos a alguien más en mente? ¿Sarah Diggle venida del Flashpoint para asesinar a diestro y siniestro? ¿El propio Kovar con alguien de dentro del departamento de policía en el bolsillo? En fin, a secuencias necias…
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