martes, 3 de mayo de 2016

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Fear the Walking Dead (2x04) Blood in the Streets: Fear the Gays?


―Pareces un hombre que puede crear belleza de algo ordinario.

•Soy estudiante de la calidad.

Con el beso de Aaron (Ross Marquand) y Eric (Jordan Woods-Robinson) comenzó ya el escándalo en el universo de The Walking Dead. Las redes sociales respondieron con todo tipo de reacciones aunque, evidentemente, la noticia siempre se centra en lo más negativo. Y en este punto llegamos a la homofobia desatada por muchos seguidores de la serie de AMC. Esa indignación seguramente fuera debida a que muchos pensaban que el Apocalipsis Zombie estaba ideado para exterminar a homosexuales y cualquier tipo de ‘desviación’ que un concepto rancio y medieval instaurase en un perjudicado cerebro de un servil dummie ya zombificado a otros intereses. Y es que “Blood in the Streets”, cuarto episodio de la segunda temporada de “Fear the Walking Dead”, nos desvela toda la verdad sobre Victor Strand y es obvio que aquí irrumpe un beso con otro hombre como pieza de la discordia. En realidad, no sabemos si la jugada es marketing, un capricho de los showrunners, buscar la controversia a modo de reclamo publicitario, un estudio sobre demográficos o, simplemente, una reivindicación respecto al colectivo LGBT. Es cierto que en la televisión actual están apareciendo numerosos personajes homosexuales en cualquier tipo de género. Sin ir más lejos las series de superhéroes de The CW o ABC han remarcado que esa ‘normalidad’ en la sociedad actual también es visible en sus espectáculos, aunque muchas veces sean simples secundarios de la historia. Considero que es un acierto potenciar a un personaje tan interesante como Victor Strand con numerosas incógnitas y descubrir que se está moviendo para reencontrarse con su amante en una vuelta de tuerca sobre la típica-tópica-y-manida historia de amor. Strand es un hombre que perdió todo después del huracán Katrina y supuestamente comenzó a estafar a hombres de negocios bastante ricos, cayendo en una relación romántica con una de sus víctimas (Thomas Abigail). Si es que hablamos en plural, claro… No obstante, la idea es que “Fear the Walking Dead” desvele que únicamente nos ha mostrado la punta de un iceberg informativo y argumental, dejando al espectador que ate los cabos sueltos respecto a, por ejemplo, el nombre del yate donde viajan los protagonistas. ¿Qué incorporaciones y sorpresas vamos a tener en la serie de AMC? Repasemos “Blood in the Streets”. 

Nick tiene una misión que pasa por ir nadando a tierra en medio de noche. Ese ambiente postapocalíptico pudiera incluso recordar a alguna de las imágenes de El último hombre en la Tierra, respecto a campos de refugiados. La diferencia es obvia: aquí los muertos caminan aunque Nick ha aprendido la lección de utilizar la sangre del vientre de los infectados para camuflarse entre ellos, siendo un comodín que en contadas ocasiones han utilizado en “The Walking Dead”. “Blood in the Streets” quiere dejarnos claro, por lo tanto, que los muertos vivientes son una amenaza pero la más peligrosa sigue siendo el enfrentamiento con otros seres humanos. Las líneas morales comienzan a difuminarse… De momento, los personajes principales se necesitan los unos a los otros. Aquel acto que cometió Strand, dejando a Alex y Jake a la deriva, detona una crisis en el grupo aunque todos son egoístas no solo para mantenerse con vida sino para ‘resetear’ y volver a empezar de nuevo. Planteemos que la idea y conflicto revelado de Madison es que solamente la humanidad podrá curar ese mundo carente ya de vida y de moralidad… como parte de regresar a una senda que tendrán que abandonar temporal en pos de la supervivencia. La llegada de una balsa con dos hombres y una mujer embarazada sangrando vuelve a explotar esos resortes en los que Chris se plantea en quién confiar… o asesinar. Ofelia también estaba de guardia y la llegada de Travis, Daniel y Madison para saber más sobre esos visitantes encuentra un punto de giro cuando Alicia reconoce que una de esas voces pertenece a ese Jack con el habló por radio y el abordaje de esos villanos (?) que entendemos van a marcar el rumbo de los protagonistas. 



«¿Debería dispararles?». Un consejo, si tienes que hacer esa pregunta, es porque alguien ya debería estar muerto.

Hablando de Victor Strand y siendo “Blood in the Streets” un episodio para desarrollar su personaje es normal que un tipo inteligente, que suele cuidar cada uno de sus movimientos, opte por huir en una balsa siendo disparada por Jack y Reed. Esa posición del protagonista, entre la vida y la muerte y soplando su teléfono por satélite para secarlo¨y finalmente perdiéndolo, facilita que en los flashbacks pertinentes le veamos seducir a Thomas Abigail para tomar prestadas, una vez se desmaya en su habitación de hotel, sus tarjetas de crédito. Thomas y su amigo-guardaespaldas-persona-de-confianza, Luis Flores, dieron con Strand pero éste se hizo con la amistad de su víctima ya que sus planes eran devolverle el dinero con intereses y agradece que no lo denunciara a la policía. La atracción sexual entre ambos hombres va en paralelo a ese lenguaje respecto a sus inversiones y el dinero, convirtiéndose en socios dentro de esa cadena de sucesos. La madre de Luis, que crio a ambos juntos, también da la impresión de ser otro de esos personajes a los que veremos más allá de un simple cameo. Y es que tal vez incluso Thomas esté muerto y realmente Strand desee reencontrarse con su ‘otra’ familia tras ganarse a Luis y a su madre Celia. Las incógnitas, no obstante, siguen estando sobre la mesa y puede que la idea de “Fear the Walking Dead” sea explorar otros países y continentes… empezando por México y tal vez bajando al sur…


A bordo del Abigail, los escritores tienen material para potenciar el suspense y desarrollar los motivos de esos piratas obsesionados con hacerse con el yate de Strand (¿o mejor dicho de su amante?). Su líder obedece al nombre de Connor… Una embarcación que es capaz de dar la vuelta al mundo se convierte en un tesoro en alta mar y Travis tendrá que negociar poder poner en funcionamiento el barco para que su hijo no resulte herido. Madison, que fue golpeada por la embarazada simulando un sangrando gracias a un corte en su muslo, también se une en el grupo de rehenes cuyas esperanzas pasan precisamente por el ausente Nick y la ‘relación’ de Alicia y Jack. ¿Y qué está haciendo Nick en tierra? Su misión es encontrar una casa y ser sorprendido por Luis, que no duda en apuntar al joven con una pistola hasta descubrir que ha sido enviado allí por Strand. Si algo revela ese encuentro y viaje conjunto de ambos para regresar a Abigail es que tanto Strand como Thomas tenían pensado un plan que se vio sacudido por la plaga que actualmente zarandea al mundo. Strand no pospuso su viaje de trabajo a Los Ángeles en plenos albores del brote y se entiende que el Apocalipsis Zombie le cogió en medio, necesitando la ayuda de los Clark, Manawa y Salazar para llegar (y nunca mejor dicho) a buen puerto. En el barco la tensión aumenta y sabemos que Daniel es el comodín para iniciar una violeta revuelta y recuperación del barco por parte de los rehenes. Esos mecanismos de tensión explotan con la llegada de Connor y un par de hombres armados más. Su idea es extraer a Travis y Alicia para unirlos a sus filas, siendo transportados ambos a tierra ante la caótica situación para el resto de cautivos. La llegada de Luis en un zódiac junto a Nick va a ser fundamental al revelar que tiene un rifle de francotirador y que es un experto en utilizarlo. Madison, en la violenta situación, recupera el control para apuñalar a Reed y que Chris también se manche sus manos de sangre en el proceso. Interesa ver a Madison comenzar a manipular a sus antagonistas y utilizar el embarazo de esa ‘pirata’ en su contra. Después de la crisis y la sangrienta tempestad, llega la calma. Luis no piensa a ayudar al grupo a cruzar la frontera si Strand no está entre ellos y veremos cómo Madison rescata al protagonista sin que sepamos si tal experiencia provocará ciertos remordimientos por la misma situación que les tocó vivir a Alex y Jake en el pasado episodio. El karma manda, esperemos que Strand tome nota.

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